1

1.8K 139 9
                                    

 
 
6 años antes
 
—Puedo confiar en ti Valentina, sabes que no hay fallas, el traidor debe pagar, debes dejarlo sin nada, la insolencia se paga hija, con la muerte y en tus manos llevaras el alma de los sucios.
 
—No te fallare padre, jamás lo hare. Su sangre recorre las cimientos de Greyca y será una advertencia a los rebeldes de la ruleta nosotros gobernamos, somos hijos de la madre luna y nuestra sangre es bendecida y tan pura que somos intocables —hizo una reverencia besando el anillo de su padre el sello de la familia.
 
—Eres mi única hija, tú eres mi legado la primera mujer nacida, en un mundo de generación de hombres era única pero con la fuerza de todos ellos —tomo el rostro besando sus ojos.
 
Amaba el color azul de su hija tan único y hechicero sabía que podría con su misión, Katsaros había hecho una revuelta poniendo a todos en contra al saber que su hija seria la sucesora, el plan era sencillo la seducción es una arma tan filosa y letal,  él no era inmune a cualquier tipo de encantos.
 
Los hijos olvidados aquellos que no eran reconocidos por la diosa, aquellos que tenía una trasformación doloroso y aterradora
 
—Lléname de orgullo para mí y tu futuro esposo —dio una reverencia saliendo de los pasillos de Greyca.
 
Valentina beso su collar de luna su padre confían y con eso tendría el respeto y los clanes volverían a ser sometidos por su jerarquía.
 
 
Grecia Villa Kounoupi
 
—Señor las putas han llegado espero que sean de su agrado —comenta con la mirada abajo.
 
Deja el sorbo de licor aun lado, era hora empezaba a divertirse, después de la victoria,  había bloqueado  las fuentes de Greyca y los cinco Clanes por fin abrieron los ojos, su legado daba frutos, pero en este momento su verga pide atención, una buena felación, estiro su cuello el tronido lo hizo relajarse, chaqueo  con exigencia que las  putas entraran, había sido especifico castañas con atributos deseables , no deseaba vírgenes no estaba para enseñar sino que cogiera como las perras que eran por dinero.
 
Aplaude con exigencia formando una línea recta, las quiere con la mirada hacia al frene, revisa una por una, dientes, ojos, uñas, cabello.
 
—Esta, esta también las tetas las tiene duras y ¿Tu?  —Se detuvo con aquella pelinegra de hermosos ojos azules.
 
Toco su cabello negro, frunció el ceño ya que su petición eran clara, la observo con descaro desnudándola, paso su lengua por sus mismo labios saboreando tiene un olor que lo pone duro.
 
—Creo que fui especifico —se aparta gritando — ¡Acaso no entendieron! —saca la pistola volándole los ceso al lobo.
 
Las mujeres se arrodilla  temerosas, ella se queda ahí mirando como si lo alabara, cosa que para Arion lo intrigo más. Dio una señal que la lleva a su habitación de arriba. En cuanto a las demás que sus mismos hombres disfrutaran el banquete.
 
Ella volteo mirando como los hombres se trasformaban en bestia ante los gritos de las mujeres que huían, eran salvajes. Cerro los ojos en no recordar nada, apretó los puños debía concentrarse en su objetivo.
 
—Tu sígueme —dijo mirándola de reojo.
 
La llevo por los grandes pasillos de Katsaros una de las tantas residencias, subiendo por las escaleras que dan a la terraza, el frio azoto  iluminando por las luces de las estrellas, miro al hombre de ojos claros alardeando no le interesaba s patecito discurso de coquetería,  solo clavar la estaca en su pecho y largarse de aquí.
 
El último de los Katsaros moriría por su propia mano acabar con todo legado. Vio que indicó a sus dos hombres que se fuera quedándose sola ante la bestia licántropo, tan diserten a ella, los monstros lobos incontrolables.
 
—Cuál es tu nombre puta —dijo sacando un cigarrillo.
 
El solo termino en referirse como puta, la asqueaba. Debía seguir con el plan, abalanzo sus caderas sin bajar la vista dejándolo perplejo en la seducción, sus ojos son el encanto hipnótico que puede hechizar, paso sus manos por su hombro  quitando el cigarrillo llevándolo a su boca.
 
—Vivian —mintió. Sin mostrarse nerviosa realmente no había pensado en un nombre.
 
El sujeto rápido del cabello soltando un quejido de dolor, era fuerte demasiado.
 
—Báilame como la puta que eres —soltó su cabello
 
Sonrió alejándose moviendo su caderas, alzo sus brazos al aire girando sus manos e hizo una invitación,  se tocó todo su cuerpo, Arion tomo  lugar deleitando
 

Mi legado *Lobos en la Oscuridad*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora