FINAL

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—Acaso estás loco, levante —adentro la loba al verlo de rodillas.

—Tan penosa me saliste pero cuando andas con la verga en la boca no te da.

—Eres un idiota —dijo ella.

—Oh vamos nos están viendo todos al menos no seas una esposa toxica en este momento mira a nuestro hijo tan serio que se ve pero es un demonio por dentro.

—Ese demonio es tu hijo.

—claro salió de mi verga, a mala hora se te ocurrió matarme, pero hasta el infierno regrese por lo mío.

—Tan engreído e insoportable como siempre.

—Mira la orgullosa Greyca la que no me abriría las piernas y mira ¿A todo esto donde está mi hija?

—La tiene quien se supone que la cuidara como un padre —señala al zorro. —parece que el agrada Artemisa.

—Más bien parece que tiene mierda atorada, debe prepararse cuando sea padre.

La loba suelta un bufido. Claro "Padre" será mejor que se cuide bien porque aquí mira una amistad con una gran grieta futura, mas cuando ambos comparten sus sucios secretos.

—No hablas enserio, ese hombre dudo que tenga pizca de ser padre.

—Mírame a mí —dijo con orgullo.

—Déjate estupideces que quiero que se termine todo esto.

Arion gruño tomando la mano de su mujer mostrando el anillo Katsaros que era de su madre y que ahora pasaría a su mujer, y posiblemente a su hija, era el sello familiar.

Pasaron por las filas donde a todos inclinaron su respetos, Para la loba solo miraba la salida rápida este hombre cuando quiere puede ser un caballero pero su boca sucia lo arruina todo.

—Ni yo misma puede creerte —dijo en tono bajo.

—Me encanta que me idolatren soy su puto dios.

—Si claro —dijo ella.

El licántropo sonrió cuando los aplausos empezaban a escucharse alejados, valentina reacciono cuando la estaba llevando por los pasillos de la mansión.

—A do... —la callo besándola.

—Tu qué crees loba, te meteré la verga que no podrás ni caminar.

—Acabo de dar a luz hace poco imbécil.

—Y eso que. Mi verga demanda eres mi esposa debes cumplirme.

—Eres un idiota no te voy a cumplir nada.

La loba lo empujo dando solo algunos pasos, Arion le encanta que se pusiera así la tomó cargándola nalgueándola mientras ella pedía que la bajara.

— ¡Basta Arion!, bájame ahora mismo.

—y perderse este culo que tienes.

—Carajos no pues esperar unas semanas más.

—Al diablo las semanas quiero comerte.

—Bájame maldita sea.

—Nunca, eres mi hembra, mi mujer grábatelo —dijo Arion lanzándola en la cama. — ahora cogeremos.

Valentina apenas pudo poner su cabello negro atrás de su rostro cuando esa bestia se encimo sobre ella arrancando su ropa dejarla desnuda. Valentina deja de luchar cuando su lengua roza sus pezones dejándolos duros, sabe cómo prenderla.

—Dices que no mentirosa.

—Niego —dice aun cuando su lengua pasa por toda su piel.

—Niégamelo en mi cara —la toma de la nuca —Dime que no te prendo maldita mentirosa.

Los ojosa azules de valentina dilataron, mostrando una sonrisa peor sus labios están sellados y ni con las cogidas que le de soltar la verdad.

—perversa mentirosa.

—Muchas palabras Arion Katsaros pero no veo tu verga dentro de mí—lo tomo de cuello

—Bruja —suelta una risa siniestra el licántropo.

Toma una de sus pernas inclinándola hasta su abdomen con todo su peso, su verga rosa su sexo adentrándose en su canal, Ella estira su cuello hacia atrás mordiéndose los labios, Arion sabe que la tiene pero esos labios no sueltan verdad aúna si la embiste con fuerza.

Los ojos de Katsaros se escurecen baja la vista como su verga entra, maldiciendo deliciosamente. La respiración de su mujer lo enloquece esta agitada sudosa gimiendo. Jadea como ella pasa sus manos por su espalda hasta sus nalgas aprontadlo con fuerza, empujándolo más que entre toda su verga en ella.

La besa, la muerde, succiona sus pechos, ella no puede evitar como lograr llevarla al borde de su órganos, sus piernas tiembla y sus ojos dilatan cuando abre la boca maldiciendo en un gemido largo. Arion sonríe empujando con más fuerza sin miedo a preñarla llenándola de su esencia.

—Y dices que no te prendo loba.

—Te hago creer lo que quiera, tu ego esta en las nubes idiota.

—Cariño me adoras así.

—Sigue creyéndolo.

Arion suelta una risa, ella nunca lo va admitir, pero llegara ese puto día y no se la va acabar.

—Pero ahora eres mía, mi mujer, mi hembra Valentina Katsaros.

—Muy orgulloso —dijo ella.

—Demasiado bruja. Ahora soportarme que seré tu maldita condena.

Mi legado *Lobos en la Oscuridad*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora