SOLEDAD

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Me he vuelto adicta a la soledad,
Encerrada entre cuatro paredes
Que me aguardan cada vez que pongo un pie fuera de la casa.

Ya no duermo por la noches,
La voz que me atormenta no se detiene,
Y las lágrimas que bajan por mis mejillas tampoco lo hacen.

Miro mi reflejo en el espejo,
Y grito cada vez que me veo
Recorro las cicatrices con las yemas de mis dedos.

Siento la desdicha de ser solitaria,
Y aún así me agrada el no tener nada.

Dejo a mi contradictora mente divagar,
Dejo que la sangre se mezcle con las lágrimas,
Me arrullo como un bebé.

Dejo que el dolor me consuma y miento cada vez que me preguntan si estoy bien.

PoemarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora