-Creo que está parte la deberías de narrar tu, será más difícil entender tu perspectiva y lo sabes.-Le dije aquel dios.-
-Esta bien.-
...Ella no respondía, sus ojos cerrados me confundían, pero sabía algo y es que... se comenzaría a desvanecer pues no tenia la fuerza para mantener esa forma por mucho más tiempo, así que, todavía con aquella diosa entre mis brazos regrese a mi palacio, pero al llegar casi todo su ser, se iba de ella y lo más cercano a mí era un árbol. Sus hojas se volvieron doradas y daba de todo tipo de frutos, jamás pensé que la diosa que me creo se convertiría en un árbol...
-¿Que es lo que le miras a ese insignificante árbol?-Escuche la voz prepotente de Caelum.-
-Es un árbol muy hermoso, ¿tu no lo crees?-Le pregunte para que no sospechara de quien era ese árbol.-
-No, ¿Por qué no fuiste a la "reunión" que teníamos con la diosa?-Me cuestionó cómo es su costumbre con prepotencia.-
-Veras Caelum el cielo es más fácil de gobernar que este lugar, ¿sabes cuantos sanctus mueren por minuto?, este mundo es enorme existen millones de sanctus, que yo debo de recoger y llevar esas almas.- Le conteste volteando ha mirarlo directamente a los ojos.- Y ¿para que me querían? ¿de que se trataba?-
-¡Hoy era el día que íbamos a destronar a esa incompetente diosa!-Grito exaltado de la ira-
-Discúlpame Caelum, pero, ustedes tan solo me dijeron que debía asistir el día de hoy a una reunión, más nunca me dijeron de su plan.-Le respondí con indiferencia para comenzar a caminar a dentro del palacio.-
-Eres exasperante, solo avísanos si llegas a ver el cuerpo de aquella bastarda, o entrégalo, entre los cinco nos repartiremos sus poderes.-Fue lo último que dijo antes de darse la vuelta para irse.-
-Ella es una diosa y tu creadora, recuerda eso antes de volver llamarla "bastarda"-Fue lo último que yo dije antes de que la enorme puerta del palacio se cerrara tras de mí.-
Me quede esperando a que Caelum y el resto de los dioses que siempre estaban detrás él desaparecieran en la distancia. Buscaba algo con que regar a la diosa, entre todas las cosas inútiles que los sanctus entregaban como ofrenda, hasta que encontré algo que los sanctus usaban para regar sus flore caulém, la tome llene de agua y me dirigí de nuevo a la diosa o como la llamaré ahora deam ligno.
-Espero que se encuentre bien mi señora, y pronto pueda despertar .- Hablaba solo mientras la regaba.-
No podía evitar mirar la grandeza y belleza de aquella diosa, trasformó un simple árbol aurantium en un hermoso árbol de tronco de oro y follaje de esmeralda y que da las flores y los frutos más bellos que antes yo haya visto, no podía parar de mirarla pero mi concentración fue rota por la llegada de Bune y Cerbero que se lanzaron sobre mi.
-¿Que hacen aquí ustedes dos?, Cerbero deberías estar cuidado la entrada y tu Bune deberías estar cambiando y acomodando a las almas.-Cuestione pero sin la espera de una respuesta en realidad.-
En el momento que iba a tomar a Cerbero y llevarlo de vuelta a su lugar, se fue directo al Deam ligo y comenzó apapacharse en el tronco de de este, lo que cautivó mi curiosidad es como si él pudiera sentirla, así que lo deje continuar, no me di cuenta de cuanto tiempo había pasado ya, en el cual no podía parar de mirarla y no podía creer que se siguiera viendo tan hermosa a pesar de ser un árbol.
-Busca un sanctus de confianza que pueda cuidar de la diosa deam ligno.- Le ordene a Bune quien me miraba atento y con un poco de confusión en la mirada.-
-Esta bien, de confianza pero... ¿En que ámbito de confianza?-Pregunto con curiosidad.-
-Que cuide de ella, no nos traicione con los otros dioses, y también pueda mantener el palacio funcional.-Le respondí mientras escribía en un pliego los labores, horarios y requisitos para aquel sanctus que cuide de mi diosa.-
Había pasado ya un mes que la diosa seguía dormida, y Bune aun seguía recorriendo el planeta entero para encontrar a un sanctus digno de este puesto. Me encontraba haciendo planos sobre cada planeta existente en las 13 galaxias que conocía, pues aun recordaba mi última charla con la diosa que fue hace más de mil años, en aquella ocasión me contó sus planes, los cuales nunca le conté a Caelum por lo tanto solo encuentro dos galaxias. Seguía hundido en mis pensamientos y recuerdos, así como en plantear el plan que llevaría acabo para conseguir lo que necesitaré de cada planeta.
-¡Lo encontré!- Escuche un grito de emoción tras de mí lo cual me hizo exaltarme.-
-¿En donde está?- Le cuestione girándome para verlo directamente.-
-Lo espera en la sala del trono.- Respondió haciéndose a un lado para que pudiera pasar.-
Salimos del estudio para dirigirnos a la sala del trono donde vi a un extraño sanctus curioseando todo el lugar.
-¡El Dios de la muerte, Mortem , está aquí!-Anuncio Bune con cierta emoción ya que nunca recibíamos visitas, y su voz resonó por todo el lugar.-
-Su alteza, es un placer para mí estar aquí y ser bendecido con su presencia.-Esbozo con timidez mientras me reverenciaba.-
-¿Sabes porque estás aquí?-Le cuestione sentándome en el trono.-
-Realizare el trabajo de cuidador, alteza.-Respondió con sumo cuidado.-
-Eso es correcto, y quiero que entiendas algo, no importa que pase con todo este lugar, lo único importante es el árbol de gemas o como deberás llamarlo cada que te acerques a ella, Deam ligo, así como también Poena, ellas dos son tu labor más importante y su seguridad es lo único que importa.-Le informe de manera seria he imponente.-
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Diosa Celestial
RomanceUn universo oscuro y vacío, desolado, sin nada en la proximidad o la lejanía, fue ahí donde desperté, sin saber quién soy, ni en donde me encontraba, miraba a mi alrededor y la única luz que iluminaba aquella oscuridad, era yo, un ser celestial cubi...