Capitulo 7: La mentira tiene patas cortas

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La hora se acercaba. La convención estaba diciendo adiós a los visitantes de aquel día para cerrar sus puertas y limpiar todo para el día siguiente.

Skei tomó su teléfono buscando una cafetería al azar y les mando la dirección a Rizel y a Sora.
Por el contrario, le envió una diferente a Bustio. No quería que se acercara ni que tocara a Sora ni siquiera con un palo.
Quería que estuviera lejos así que le dio una dirección al otro lado de la ciudad.

Una vez enviados los mensajes, respiro tranquilo yendo al hotel a desmaquillarse y cambiar su ropa. No le tomó más de veinte minutos y al cabo de un rato, fue el primero en llegar a la cafetería.

Rizel y Sora ,en cambio, fueron juntos a la cafetería. Se encontraron con Skei sentado en una de las mesas de adentro viendo su teléfono.-

— Yo quiero la ventana

Exclamó Rizel. Solo había tres asientos libres. Uno al lado de Skei y los otros dos en frente. Al tener la ventana, le dejaría dos opciones de sitios donde sentarse así que confío en que su amigo buscaría el lugar al lado de Skei.

Dicho y hecho. El mismo, se sentó a su lado no dejando de sonreír al ver el hermoso lugar. Todo era perfecto y los postres se veían exquisitos. Si fuera por él , se los comería todos.

— ¿Bustio aún no llega? Ya debería estar aquí.

Exclamó Sora viendo la hora.

— No lo sé. Yo le pase la dirección. Quizás no venga. Es mejor ordenar antes de que se haga más tarde. Debemos prepararnos para mañana.

Exclamó Skei riendo nerviosamente pero , estando feliz de que no llegaría.

Las horas pasaron y se deleitaron comiendo postres, tomando bebidas, sacándose fotos. Todo era perfecto, nada podría arruinarse.
Al final, Skei habría logrado acercarse muchísimo más a Sora (con ayuda de Rizel, claro) y estaba listo para dar el siguiente paso.

Lamentablemente, como la historia es muy hermosa, debe arruinarse.
Sonó el teléfono de Sora y para sorpresa de Skei, era Bustio.

— ¿Dónde están? Llevo esperando dos horas aquí. Tengo frío y aún no eh comido nada. ¿Están seguros de que la dirección es la misma? Estoy en una cafetería en la parte Norte de la ciudad.

Su voz estaba quebradiza casi al borde del llanto. Se habían olvidado por completo de su presencia.

— ¿Cómo? ¿Parte Norte? Ni siquiera salimos de la ciudad. La cafetería gastaba cerca de la convención...
Mándame la dirección que Skei que te dio.

— ¿Qué!? No, no hace falta. Quizás leyó mal. Dile que se quede ahí que vamos todas y ya, no es para tanto.

Exclamó Skei tratando de quitarle el teléfono a Sora. No quería que se enterara de lo que había hecho ya que todo estaba saliendo tan bien.
Noto que Sora, en un rápido movimiento, leyó el mensaje antes que le quitara el teléfono.

— Skei. ¿Que hiciste? Las direcciones ni siquiera coinciden. Si te hubieras equivocado en un número estaría bien pero, cambiaste todo. ¿Por qué Skei?
Bustio está llorando en este momento.

Exclamó Sora enfadado con él levantándose de la mesa de forma brusca.

— Iré por Bustio. Mañana no iré contigo a la convención. Me iré a casa. No puedo creer lo que hiciste y ni siquiera das una explicación. No puedo estar cerca de una persona que deja de lado a otras.

Gritó fuertemente alejándose rápidamente tomando el primer taxi que encontró.

Rizel se quedó paralizada. No podría creer lo que había pasado pero, entendió rápidamente la razón.

— Si querías estar con Sora a solas, no debías hacer esto... Sabes que se preocupa mucho por sus amigos y tiene debilidad por ellos. Yo te entiendo y me compadezco de ti. Hablaré con él.

Dijo la misma levantándose yendo a esperar a su amigo al hotel.

Skei se quedó solo de nuevo. Sin chances, sin amigos, sin Sora.
Rompió en llanto sin saber que decir. Había perdido todo, lo habría arruinado y tendría que pedir un milagro para volver el tiempo atarás y arreglar todo. O más bien, debería pedir un milagro para que Sora lo perdonara.

Tu me complementas [SORA x SKEI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora