Una Charla

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-Tu madre me odia-, dice Wei Ying. No es una pregunta, sino una declaración. Él también está bastante seguro. En la mente del nigromante, esa oración está escrita en piedra.

El cielo es azul, volar cometas es la mejor manera de pasar la tarde y en lo único que piensa Wei Ying es en el odio de Madam Yu.

-Ella no te odia-. Dice Jiang Cheng, apoyando la barbilla en la palma de la mano derecha, el codo en la pierna doblada. Agarra otra semilla del plato entre ellos, colocada en la madera, oye la burla de Wei Ying. Siente su escepticismo y embota la dulzura de la semilla cuando se la lleva a la boca.

-¿No me crees?.

-Por supuesto que no-, dice Wei Ying, tomando un montón de semillas y poniéndolas todas en su boca a la vez, continúa hablando aún con la comida en su boca, -Ella siempre se enoja cuando hago literalmente cualquier cosa y me mira como si hubiera maldecido a todos sus antepasados ​​cada vez que abro la boca.

-No hables con la boca llena. advierte Jiang Cheng, arrojando una semilla en su dirección, que Wei Ying atrapa con la boca, -Y eso es porque siempre estás jodiendo y eres, en general, el ser humano más molesto del mundo.  Pero ella no te odia -.

-¿En serio? ¿Cómo lo sabes?-. Pregunta Wei Ying, ignorando el insulto.

Jiang Cheng pone los ojos en blanco y se inclina sobre su espalda, apoyando la cabeza en sus brazos cruzados. Siente a Wei Ying cambiar para reflejar su postura.

-Porque lo sé todo, idiota. Escuché sus pensamientos, sentí lo que ella siente. Créeme, mi madre no te odia.

-Entonces, ¿qué siente ella para mí?-. Pregunta Wei Ying.

El otro permanece en silencio un rato, mira al cielo, sigue una bandada de pájaros que se alejan del sol. Sus ojos se posan en un valor atípico. Un pajarito volando un poco hacia un lado. No es un completo renegado. Tampoco es exactamente parte del rebaño. Justo asi, un volador peculiar.

A su lado, Wei Ying se siente como los arcos tensos con los que practican. Su desesperación es un sudor salado en la boca después de una mañana llena de entrenamiento.

-Es complicado -, finalmente se conforma.

Wei Ying gime, -Realmente te gusta esa palabra, ¿no? Sin embargo, ¿sabías que no responde nada?.

Jiang Cheng deja escapar un suspiro y se vuelve hacia Wei Ying, con el brazo derecho sosteniendo su cabeza.

-Ella está en conflicto-. Comienza, luego cierra los ojos, tratando de peocesar a través de la miríada de emociones que siempre lo envuelven cuando está cerca de A-Niang y Wei Ying, se lame los labios instintivamente, buscando un sabor agridulce. -Ella está agradecida contigo.

Jiang Cheng escucha un golpe sordo seguido de un grito y abre los ojos de golpe. Encuentra a Wei Ying frotándose la cabeza con una mueca. Escucha sus pensamientos, para averiguar qué pasó y suelta una carcajada cuando lo oye quejarse de la estúpida madera dura, por que es muy difícil que no lo olvide si se da un golpe.

-Cuidado, idiota.

Wei Ying entrecierra los ojos y saca el dedo medio.

-¿Por qué estaría agradecida por mí?-. Pregunta, volviendo la mano para frotarse la cabeza.

Jiang Cheng mira fijamente la frente que se enrojece rápidamente mientras dibuja círculos al azar en la madera a su lado con su dedo índice.

-Porque me haces compañía. Como habrás notado, no tengo muchos amigos. Antes de que llegaras, ella siempre estaba preocupada porque yo estuviera solo. Como ella. Especialmente por... -, levanta la mano para hacer un gesto hacia la parte superior de la cabeza, -Mi  secreto.

Crouch RecollectionsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora