-Letty faltan 15 minutos , estás lista?
-Un minuto Giss!
Era muy importante que el día de hoy absolutamente todos estuviéramos presentes en la ceremonia que se llevaría acabo a las orillas de la zona, todos listos con nuestros uniformes y con la mejor disposición.
Hace muchos años se desató un conflicto que atentó contra la humanidad y todo lo que habita en la Tierra; los vampiros y los lobos se hicieron notar y comenzó una guerra inter-especies, los humanos hicieron acto de presencia queriendo aniquilar a todas aquellas criaturas que no fueran como ellos pero las cosas se salían mucho de control , el mundo se venía abajo y hubo muchos cambios en la forma de vida humana.
Los ejércitos de todo el mundo junto con todas las organizaciones humanas comenzaron a idear planes para salvaguardar la vida de los ciudadanos, cada día eran muchos los ataques y personas que perdían la vida gracias a esta catástrofe, por lo que el mundo comenzó a unirse pero a la vez hubo muchas divisiones en todos los países, se construyeron muchísimos puentes muy largos y algunas ciudades casi casi sobre el agua, todo era salvaguardado por los ejércitos. Muchas ciudades y países se hicieron uno, creando muros al rededor de ellos donde además de ser cuidados por policías en unos kilómetros más adelante, formando también una barrera alrededor de esas nuevas naciones, se construyeron bases, edificios y campos para el nuevo ejército mundial que se encarga de eliminar las amenazas que pudieran intentar adentrarse a las ciudades.
Hubo muchas pruebas, exámenes, estudios, papeleo, estrategias, medidas de seguridad, medidas preventivas, creaciones de leyes, luchas entre los gobiernos y sus poderes, presidentes, debido al nuevo reacomodo social, verificando que solo los humanos vivieran en estos nuevos círculos sociales, evitando que vampiros y licántropos lograran formar una vida haciéndose pasar por humanos, y lo tenían bien controlado. O al menos eso creían.
Giselle y yo éramos unas niñas cuando nos conocimos, algunos años antes de que todo el caos comenzara. Ambas perdimos nuestras familias cuando éramos pequeñas pero una manada nos acogió para evitar que los malos humanos o los vampiros terminaran con nosotros.
En nuestra nueva manada era muy común el conocer y tratar con humanos buenos, pues se cuidaba mucho en quiénes se confiaba y en quiénes no; nos educaron para respetarlos y convivir con ellos como si fueran iguales a nosotros, nunca a atacarlos sin motivo ni hacerles daño. A pesar de que yo era destinada a ser una Alfa y Giselle una omega nunca hubo problema con el Alfa y su esposa, pues era algo común que entre los lobos de una misma manada hubiera peleas a muerte por proteger el legado de la familia al mando de la manada, más si el futuro Alfa era uno de sus hijos, y en algunas manadas como la mía se respetaba el que la hija fuera la próxima al mando, no era común el machismo y era algo que me parecía muy bien.
Mis padres adoptivos tenían muchos contactos en todo el mundo, mi padre era un alfa muy respetable, de los mejores, siempre fue bueno con todos, hasta con los de su propia manada, nunca fue un Alfa despiadado y castigador como otros que llegué a conocer, en realidad eran bestias, pero mi padre siempre fue muy respetado por mucha gente e imponía muchísimo, siempre me comentaban que solo porque yo no olía como ellos diferenciaban que no era su hija de sangre, pero era su vivo retrato y esperaban que fuera tan buena alfa como él.
Cuando aún era una mocosa adolescente de 12 años logré convencer a mi padre y se las arregló para que yo pudiera "entrar" al ejército, recibí mucho entrenamiento intensivo y a los 15 años yo era de las mejores guerreras que pudiera haber junto con Giselle, una ventaja que me daba el ser mitad lobo, por mi edad no podía entrar como soldado pero yo vivía en los cuarteles generales como uno de ellos, y en cuanto cumplí los 18 años me enviaron a México y obtuve papeles pues soy originaria de ahí y el estar en frontera lo hacía más fácil. Viví unos años ahí formando parte del ejército Mexicano, viajando por Latinoamérica recibiendo el mayor entrenamiento que pudiera en cada lugar que llegaba hasta que cumplí los 21 años y regresé a USA reencontrándome con mi familia y volviendo a estar junto con Giselle en la Fuerza Armada Estadounidense. Para ese entonces los problemas inter-especies ya habían comenzado.
La manada tuvo que moverse y esconderse por muchísimo tiempo, ideando planes igual que los humanos para poder vivir bien, pues no todos los lobos eran malos al igual que no todos los vampiros querían matar solo por matar. Entre muchas manadas se crearon pactos, pactos en los que participaron muchos vampiros para poder vivir bien sin sufrir guerras constantes, mi manada podía vivir un poco más tranquila, el problema eran los humanos que no entendían razones de nada.
Después de una larga plática con las familias de ambas nosotras decidimos quedarnos siendo parte del ejército, eso podría ser una gran ventaja en algún momento y podría llegar a ser beneficioso para nuestras familias; al ser de las mejores el gobierno Estadounidense nos metió como parte de la nueva Fuerza Mundial que se encargaba de toda la nueva nación donde estuviera establecida, los que se encargan de eliminar las amenazas antes de atravesar las murallas.
El día de hoy iban a anunciar y hacer oficial la unión de nuestras bases con las del país vecino, construyeron un puente gigante que conecta una con la otra facilitando el traslado, se llevaría a cabo la transferencia de soldados y equipo necesario para tener una buena distribución de fuerzas especiales, agregando el hecho de que ante tal inauguración presentarían a los nuevos miembros y por fin abrirían los nuevos edificios construidos para vivir. En pocas palabras, el día sería un completo dolor de cabeza y vueltas por todas las instalaciones.
-Letty no quiero una reprimenda de parte del general hoy, puedes darte prisa?
-Eres una neuras! - dije mientras bajaba las escaleras revisando los mensajes de mi celular, ella soltó una risilla-
-Siento que a partir de hoy sucederán cosas muy interesantes
-Si esa es tu manera de decirme que vas a zorrear a los nuevos reclutas para ver a quién te tiras déjame decirte que eres una cerda cínica -Soltó una risotada que me dejó sorda-
-Te urge encontrar a tu mate, cada día estás más amargada
-Eres una estúpida - Y salimos del departamento-
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Hola a todos! Cuanto tiempo ha pasado, por fin estoy de regreso.
Quiero agradecer a todos los que apoyaron mis historias cuando todo esto inició, han pasado como 10 años y parece que fue ayer, espero que todos estén bien, les mando un abrazo.