Recuerdo vívidamente el momento de quiebre. Era un poco más joven, ingenua e insegura, pero lo suficientemente inteligente como para saber a ciencia cierta que algo andaba mal, solo que no fui consciente de cuánto.Mi mejor amigo prácticamente desde el vientre, había decidido dejarme de hablar, alejarse de mi vida, simplemente desaparecer sin ninguna razón o excusa. No había sucedido nada que justificara el que se fuera, yo no había hecho nada malo, extraño, grosero, tonto o explosivo, no nos habíamos peleado, no me había portado mal, ni estábamos en una de nuestras misiones o excursiones peligrosas en las que podíamos ser más susceptibles, y definitivamente tampoco estábamos castigados por mi culpa.
Repasaba y repasaba la última vez que nos habíamos visto en busca de algún detalle que me hubiera perdido, algo que lo hubiera hecho enojar tanto como para llegar a este punto, pero nada.
El único factor diferente en nuestras vidas en las últimas semanas, era que ahora él tenía un papá de vuelta en casa, mientras que el mío parecía querer seguir desaparecido para siempre. Pero, aun así, el regreso de su papá no podría ser una buena excusa. Había pasado más de un mes ya desde el regreso heroico del general Levitt, y sabía que Ángel ni siquiera podría estar con él todo el tiempo.
Mi mejor amigo y casi hermano simplemente se había desvanecido y eso me estaba llenado de ansiedad y angustia porque solíamos ser uno mismo desde pequeños.
Después del regreso del general Ernesto Levitt, mi mamá me había prohibido ir a casa de Ángel hasta que las cosas se calmaran con el regreso de su padre, y si incluso mi mamá que amaba estar en casa de los Levitt, decía eso, debía ser algo grande, así que lo respeté, pero no sabía qué sentir.
Mi papá había desaparecido en el mismo barco que el del general Levitt, pero mi padre no había regresado, se había ido como un desertor, y supongo que al final de cuentas la justicia lo alcanzó.
Sin embargo, no me dolía que hubiera vuelto un padre que no era el mío. Yo ya tenía suficientes años de experiencia en no tener un padre, y ni siquiera tenía un recuerdo de él. Supongo que no tenía que cambiar absolutamente nada solo porque ahora Ángel después de los mismos suficientes años, tuviera uno. Si alguien merecía a su progenitor de vuelta, supongo que era Ángel, su papá era un héroe, el mío un desertor.
Yo ya había hecho las paces con esa realidad, ya que yo no había tenido la oportunidad de conocer a mi padre, y dado su historial parecía lo mejor. Es decir, incluso la comunidad de la isla entera estaba contenta de ver al General Levitt vivo, pero nadie preguntaba por el mío.
Así que ahí estaba yo, intentando respetar su reencuentro, y la repentina desaparición de mi mi amigo en mi vida, porque siendo sincera, al final de cuentas supongo que, si mi padre hubiera vuelto, incluso siendo quien fue, me habría gustado recuperar de alguna manera los años perdidos. Y esa fue la única razón por la que obedecí a mi mamá en cuanto a no ir a casa de Ángel.
Pasaron algunos días antes de que empezara a preocuparme su ausencia. Él no podía vivir separado de mí, no mucho más de lo que yo podía vivir sin él, de verdad éramos uno mismo.
Así, cuando se convirtieron en semanas, mi preocupación se coloreó de angustia y ansiedad con tintes de desesperación, que me llevaron a darme cuenta que, por supuesto, mi mamá no me había prohibido intentar encontrarlo por casualidad. Cada semana teníamos que ir por nuestros víveres al centro de acopio, así que lo esperé por días durante horas y horas hasta que oscurecía, porque tarde o temprano tenía que aparecer, y de todas formas eran vacaciones, no tenía nada mejor que hacer sin él.
El día que finalmente decidió aparecer, salí corriendo disparada en su encuentro. Aún no me daba cuenta de que algo andaba mal. Estaba muy emocionada, ni siquiera sabía que él era tan vital en mi vida, hasta que pasó más de un mes sin verlo, y podía sentir mi corazón latir más rápido solo de verlo.
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Natural: Salvaje
RandomSurie es una chica nacida en una isla muy peculiar, con un espíritu aguerrido que ama vivir aventuras constantes, y que nunca ha necesitado de nadie más. O al menos eso es lo que ella creía hasta que de pronto y sin aparente explicación su mejor ami...