SURIE
Admito que recordar todo esto me pone triste, ahora esos recuerdos de mi infancia están tan lejanos que parecen una mentira, algún sueño vago y torpe que jamás sucedió, algo tan borroso que no parece real, al menos no después de ser unos perfectos desconocidos y peor aún, enemigos.
Lo miro en este momento, varados en este hielo, sabiendo que se dio cuenta de mi mentira al decir que ví una isla, y también de mi recuerdo de ese último disparo a mi madre. Mis ojos no saben ocultar nada. Pero él baja su rostro, con los ojos clavados en el hielo, aminora el tono de su voz y con un sonido apenas audible lo suelta.
- La cosa es Surie que tú no viste una isla ¿Cierto?, - pasa saliva y con vergüenza y tartamudeo añade - y aunque así fuera... Mira yo... la realidad es que... Bueno, no... no sé nadar ¿De acuerdo?
- ¿Qué?, ¿Es enserio?, ¿Como puede ser posible que no sepas nadar? - le espeto, aunque finjo atragantarme en risas, insinuando lo estúpido que suena - ¡Es imposible, vivíamos en Hund, una isla ¿sabes?, Viviste sobre agua toda tu vida! - hago una pausa esperando su respuesta pero no dice nada, y prosigo con mi aguijón - ¡Wow, qué triste y vergonzoso, como si no fuera suficiente el ser un intento de asesino mediocre!, Y además ahora, un estorbo.
Nuevamente pasan algunos segundos sin que obtenga respuesta alguna. Él solo se queda callado, aún mirando el horizonte, lo que solo me hace sentir una tonta.
- Además tú y yo siempre estábamos en la playa - le digo en un tono menos agresivo, intentando suavizar las cosas - simplemente no tiene sentido, no es posible, yo te vi nadar, sé que lo hice.
- Claro, tú ni si quiera puedes recordar bien las cosas, pero créeme, no puedo nadar y no pienso saltar - Sé que le dolió lo suficiente lo que dije, pues me contesta con un ligero tono amargo en la voz.
¿A qué se refiere con que no recuerdo bien las cosas? ¿Está intentando ofenderme o confundirme? No lo entiendo, sé que recuerdo haber ido miles de veces a la playa con él, pero los recuerdos están demasiado borrosos para asegurar nada, así que lo interrumpo con mi voz irónica antes de que siga pues en este punto no tengo la paciencia.
-Simplemente es ilógico. ¿Acaso tus sirvientes mascotas nunca te enseñaron a nadar? ¿O es que ni si quiera lo necesitabas por que estabas muy ocupado siendo un soldado matón y el hijo del general que no necesita entrar al agua por nada porque pueden entrar por él?
De verdad debo estar llena de rencor y odio. No puedo controlar ni mi propia lengua, todo lo que salen son palabras ácidas. Me froto la cara con una mano, frustrada conmigo misma por hablar así, creía ser una persona buena y dulce, no sé en qué punto me convertí en una persona llena de amargura.
-Surie, - interrumpe mi pensamiento - vamos a morir de igual forma, sé que no viste nada, sólo estás desesperada por salir de aquí a como dé lugar, ¿podríamos simplemente sentarnos y hablar?- Tiene un tono de voz tan tranquilo y seguro de sí mismo que me irrita. ¿Cómo lo hace? ¿Cómo se controla? Y ¿Por qué se siente con el derecho de decir mi nombre otra vez como si nada, o de creer que podemos hablar?, Y por Dios, ¿cómo rayos es que aún me conoce tan bien?...
-No moriremos de ninguna forma ¿entiendes? Al menos no en un futuro cercano, no dejaré que mueras y tampoco planeo morir yo - lo intento de nuevo sin esforzarme tanto, para que parezca real - ¡Te digo que recién vi una isla por allá!
Señalo con mi dedo índice al Oeste que es donde recuerdo haber visto tierra por última vez y aunque sé que fue hace días, es lo que el instinto me ordena. Justo cuando él levanta la cabeza en la dirección que señala mi dedo, como si fuera obra de magia, de repente sí que puedo vislumbrar tierra en esa dirección, fue tan sólo un instante y después desapareció, podría sólo haber sido una alucinación, el mismo brillo del sol o las ganas que tengo de que sea realidad, pero no puedo darme el lujo de quedarme aquí a dudar de su existencia.
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Natural: Salvaje
عشوائيSurie es una chica nacida en una isla muy peculiar, con un espíritu aguerrido que ama vivir aventuras constantes, y que nunca ha necesitado de nadie más. O al menos eso es lo que ella creía hasta que de pronto y sin aparente explicación su mejor ami...