Capitulo 42

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Unas semanas habían pasado desde que Harry entraba cada noche por mi ventana y pasaba la noche allí en mi habitación durmiendo a mi lado.

Semanas desde que me sentía con algo de culpa pero todo se resolvía cuando el rizado me envolvía en sus brazos y me susurraba que todo se resolvería.

Semanas donde había recuperado ese color en mi rostro y la sonrisa constante, Harry era la razón de aquello.

Me desperece en mi lugar mirando a uno de mis costados, me sorprendió que siguiera allí, su manta de rizos revueltos se veían perfectamente sexy, su semblante relajado y su pecho bajando y subiendo tranquilamente.

Sonreí ampliamente y con lentitud me acerque en sus labios depositando un pequeño beso. Me sobresalte cuando sus labios se movieren, abrí mis ojos y me cruce con ese color esmeralda que tanto amaba.

-Estabas despierto-susurre apartándome un poco sonriendo.

-¿Linda vista, no?-pregunto con aquella voz ronca mañanera haciendo que mi piel se erizase.

-Muy hermosa-susurre depositando otro beso.

El timbre de la sala principal me hizo sobresaltar, este sonaba una y otra vez sin un lapso de tiempo.

Ambos fruncimos el ceño, visualice la hora en mi celular, este marcaban las 9:07am.

Escuche como la puerta se abría y no dude que fuera mi madre quien había hecho la acción.

-¿¡DONDE ESTA HARRY?!-apenas oír aquella voz chillona me pare inmediatamente vistiéndome con rapidez mientras el rizado sin hablar realizaba la misma acción.

En silencio abrí la puerta cuando escuche los gritos de mi hermano y James sin saber de que hablaba. Baje rápidamente las escaleras y observe la la rubia discutiendo con mi familia gritando como loca, su barriga había crecido mucho y apenas podía moverse con rapidez aunque lo sospechaba con lo furiosa que estaba.

-¿Que haces aquí?-pregunte con calma.

¿Como ella sabia que Harry estaba aquí?

¿Como sabia donde era mi casa?

-¿¡DONDE CARAJOS ESTA MI NOVIO?!-grito acercándose a mi peligrosamente. Debatí en pelear con ella, y lo haría si no estaría apunto de tener un bebe, que ese bebe podría ser...de Harry.

-¡En primer lugar el NO ES TU NOVIO! ¡Solo vive contigo por lastima!-grite ya fuera de mis casillas.

-¡TU VINISTE A ARRUINAR TODO!

-¿¡Yo?! ¡Tu viniste a arruinar toda nuestra relación!-grite frustrada ya con la respiración agitada. La rubia lloraba lo que me hizo discutir si sus lágrimas eran reales y falsas.

-Tranquilizare, Victoria-oí los pasos del rizado en los escalones mientras bajaba hasta quedar a mi lado.

-¿Que hace Harry en nuestra casa?-pregunto mi madre.

-Luego te explico-dije.

-¡A MI ME VAN A EXPLICAR AHORA! ¿¡A caso no te da lastima estar arruinando una relación?!-grito Victoria en mi cara.

Respire profundamente controlándome mientras impactaba su mano en mi mejilla. Quise correr hacia ella pero Harry me sujeto impidiendo que la atrapara.

-¿¡Lastima!? ¡Ni siquiera sabemos si Harry es el hijo de ese bebe! ¡ERES UNA ZORRA!-grite.

-T-tu...tu...e-...-observe a Victoria la cual se balanceaba ahora mientras tomaba su cabeza-E-res...u-n..a-y cuando creí que simplemente eran simples clases de teatro la rubia cayo al suelo. Desplomándose en este.

-¡Carajo!-grite mientras me agache a su altura al igual que Harry-¡Llama a una ambulancia mama!-dije al notar el pulso de Victoria débil.

-¡Victoria!-grito el rizado, trague saliva al verlo tan desesperado-Me vale mierda la ambulancia. La llevare en mi carro-exclamo mientras la cargo en sus brazos y corrí hacia la salida.

-¡Iré contigo!-grite y aunque el rizado me ignoro corrí al auto sentándome en el asiento trasero mientras que la rubia descansaba en el copiloto.

Harry piso el acelerador a fondo mientras su mirada estaba enfocada en la carretera y las calles que llegaban al hospital. Trague, no quise hablar.

Una vez que llegamos Harry bajo del coche cargando nuevamente a la chica y corrió desesperado hacia dentro del hospital. Corrí hacia el y ya cuando entre habían colocado a Victoria en una camilla mientras doctores allí mismo le inyectaban diversas cosas y se la llevaban a una habitación sin dejar entrar al muchacho.

-Tranquilo, todo estará bien-dije abrazándolo de detrás, sentí como su espalda se contraía-No llores...-exclame en un susurro leve.

Harry tomo mi mano y nos sentamos en las sillas de espera.

-Tengo miedo...-susurro el castaño-¿Que si le ocurre algo? ¿Que pasa si le pasa algo a mi hijo?

-No sabemos si es tu hijo.

-¡Mi dios! ¡No puedes ser tan egoísta! ¡Es un bebe, dios, santo!-grito haciendo que me sobresaltara, Harry se paro y camino al final del pasillo tomándose la cabeza mientras observaba como desaparecía.

Tal vez si, estaba siendo demasiado egoísta... también tenia miedo que algo le pasara a ella y principalmente si yo fuera la ultima persona con la cual discutió.

Sin siquiera saberlo había traído mi cartera conmigo, fruncí el ceño mientras la abría, allí adentro no se encontraba ni mi espejo, ni mi celular ni siquiera el bálsamo para mis labios, allí solamente se encontraba El Diario.


No Juegues Con Fuego...[H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora