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─ No creo que haga muchas cosas ─  fui sincero mientras miraba al bebé chupar su dedo y mirarnos como si fuéramos la cosa más extraña de su pequeño mundo.

─ Se que no hace muchas cosas, pero es demasiado tierno─  el puchero de TaeYang me pareció igual de tierno que el bebé, sin embargo, no podua decírselo, pues estaba seguro de que me pediría "amablemente" que me fiera de su casa y eso si que no.

─ Pensé que haríamos la tarea de Biología ─  mis palabras tenías un doble sentido, en especial al ser los únicos en toda la casa, sin embargo, el estaba tan concentrado en su sobrino que prácticamente yo era invisible.

─ No pienso besarte hoy día, InTak─  al parecer no era tan invisible ni tan ignorado como yo lo pensaba ─ respeto mi casa y también las ordenes de mis padres

─ ¿Tus padres tienen como ley principal no besarnos en la casa?─  pregunté, sabiendo de antemano su respuesta.

El comenzó a so reír y alzar las manos del bebé, obteniendo como respuesta una mueca de molestia de parte de este.

─ No pienso contestar tu pregunta hasta que te tomes enserio mi cargo.

Y esas fueron las últimas palabras que escuché decir a TaeYang, pues ahora su atención estaba en otro lado o para ser exactos, en otra personita.

¿Como había llegado al punto de ser ignorado por mi novio reemplazado por un bebé? Simple. La prima de TaeYang le dejó a su bebe mientras que ella, su esposo y los padres de mi novio visitaban la capital y algunos restaurantes.
Pensé que sería una buena oportunidad para hacer algunas tareas con TaeYang y de paso, repasar algo de "Biología", sin embargo, el no estaba totalmente de acuerdo conmigo, terminando por dejarme de lado e ignorándome en resto de la tarde y ahora, noche.

─ InTak, ¿puedes preparar el leche del bebé?

Rápidamente dehe mi celular y miré a TaeYang, quien cargaba a su sobrino y trataba de hacerle mimos con tal de que este no comience a llorar.

─ Yo... yo no sr preparar leche para bebes ─  fui sincero y en vez de reci ir comprensión de parte de mi novio, lo único que recibí fue un ceño fruncido y un bebé en mis brazos a la fuerza.

─ Es igual que preparar leche para un adulto, claro que esta es de fórmula ya que mi prima ha tenido muchos problemas con la lactancia ─ el siguió hablando y hablando mientras que mis manos sujetaban con fuerza el pequeño cuerpo del bebé que se removió sin saber que en cualquier momento podría caer.

Luego de cinco minutos de constante "lucha" con el bebé del cual no sabia ni su nombre, la leche estuvo lista y por tanto, mis brazos quedaron vacíos.

TaeYang se encargó de cargar al bebé y de ungeniarselas para darle de su biberón. Viéndolo desde lejos, haciendo muecas y alimentando al bebé, se me hacía demasiado tierno, pues el realmente parecua un padre ejemplar.

Me acerqué lo más lento que pude, ubicandome detrás de el y sonriendo al ver los cachetes abultados del bebé que alegremente tomaba de su biberón.

─ GunHoo es precioso ─  susurro el. Asentí sin pensarlo dos veces, pues siempre me habían agradado los bebés y a pesar de que TaeYabg me haya ignorado, este bebé también me agradaba y encantaba en todo el sentido de las palabras. Además de que ahora sabía su nombre y aquello me convertía en alguien más cercano.

Cuando GunHoo decidió cerrar sus ojitos y ser llevado a su cuna improvisada (que por cierto solo era la cama donde sus padres dormían, con la diferencia que en esta ocasión estaba rodeado de almohadas), pudimos sentarnos y disfrutar de un momento de pareja o así lo vi cuando los labios de TaeYang buscaron los míos y sus manos de situaron en mis mejillas.

No se por cuanto tiempo estuvieron nuestros labios juntos o cuantos besos nos dimos antes de que el sonido de la puerta principal se hiciera presente y las voces de distintas personas interrumpieran nuestro momento de pareja.

No puedo decir que el padre de TaeYang se enojó por ver cómo me sobrepasaba con su hijo y eso es porque no vio nada, pies logré alejarme rápido e impedir recibir una reprimenda o en el peor de los casos, una paliza. Es cierto que su padre había aceptado nuestra relación, pero muchas veces demostraba su molestia ante cualquier muestra de cariño que teníamos, en especial si estas consistían en el contacto físico.

─ Ni sabia que estarías aquí, InTak─  la madre de TaeYang me sonrió y pasó de frente hasta la cocina con la prima de mi novio (que por cierto no tardo en hacer una reverencia al verme) con la excusa de preparar té.

─ ¿Donde está tu hermano?─  pregunto su padre, viéndome de reojo de inmediato y demostrando que mi sola presencia le causaba algo de molestia. ─ Sabes que no puedes traer extraños cusbfi estas solo.

TaeYang rodó los ojos y se fue de inmediato a recidar las bolsas que el esposo de su prima traía, ignorando por completo las palabras de su padre.

Decidí ayudar a colocar algunos de los productos comprados en los estantes de la cocina, mientras que TaeYang hablada con su prima sobre GunHoo, quien al parecer seguía querer durmiendo, pues ni su padre al cargarlo pudo despertarlo. No estuvimos más allá de diez minutos en el primer piso de la casa, pues TaeYang me alejó de la cocina mientras avisaba a gritos que estaría en su habitación y aunque su padre se opuso, no pudo evitar que mi novio cerrara la puerta y comenzara a besarme como si no hubiera mañana.

Los besos de TaeYang realmente eran impresionantes, me hacían perder la cabeza y muchas veces tenías ganas de avanzar, pero al instante me retractraba y culpaba por tener ese tipo de pensamientos con alguien tan tierno como mi novio.

Habia pasado tanto tiempo que ahora la diferencia de tamaño era prácticamente nada al lado de lo que se sentía por el, ni siquiera me importaba tener que agacharme un poco para besarlo y a el tampoco parecía molestarle tener que utilizar unos zapatos con plataforma o en algunas ocasiones, colocarse de puntitas para llegar a mis labios.

Nos tuvimos que separar cua do la puerta de su habitación fue golpeaba con violencia y para ese momento ya sabíamos de quien se trataba. Su padre volvió a advertirnos sobre el mantener la puerta abierta y a pesar de que TaeYang quiso darle la contra, no pudo lograrlo, pues mi madre llamó y no tuve más opción que regresar a casa.

Nuestras manos se mantuvieron unidas en todo momento hasta llegar a la parada de autobuses y nuevamente en ese lugar nos entregamos besos y hablamos sobre los meses que nos quedaban para terminar la secundaria y postular a una universidad.
TaeYang estaba viendo entre tres universidades muy prestigiosas, mientras que yo había averiguado sobre las academias de baile a escondidas de mis padres.

Estabamos planeando nuestro destino, un destino en el cual ambos vivíamos juntos, disfrutábamos nuestra juventud y también de nuestro noviazgo.

Yo amaba a TaeYang, lo amaba demasiado a pesar de nuestra relación prematura y de las constantes burlas que recibíamos al ser diferentes.

'ᕈᥱϙᥙᥱño' 𝐼𝑛𝑇𝘩𝑒𝑜  ^  P1HARMONY  ^Donde viven las historias. Descúbrelo ahora