Azúcar

ㅡ 🌻 ㅡ

   Esa tarde había ido al trabajo de su marido para invitarle a salir. Estaba en la puerta, pero escuchó un ruido extraño... ¿Un gemido?¿Acaso Reiner, su esposo, estaba teniendo sexo con alguien en su oficina?

ㅡ Mmh... Reiner.

   Si, no se equivocaba. ¿Por eso la secretaria la vio con lastima? ¿Cómo debería sentirse? ¿Debería entrar y reclamarle o esperarlo en casa para hablar de ello?

   Al diablo, ella se había luchado por el bien de su matrimonio. Entró, encontrándose con Bertolt sobre el escritorio y su esposo detrás de él. Por alguna razón no estaba tan sorprendida. 

ㅡ Veo que se divierten.

ㅡ His- Historia... yo-

ㅡ No digan nada, tampoco se disculpen. ㅡ suspiró. ㅡ Sigan con lo suyo, más tarde arreglamos esto. ㅡ se retiró.

   Necesitaba un trago, uno fuerte.

   Tomó un taxi directo al hogar de su mejor amiga, ella siempre tenía botellas de alcohol. A parte sería un lugar seguro donde beber.  Cuando llegó abrió la puerta del departamento con la llave que tenía, puesto a que Ymir le dejó una copia a penas se mudo.

ㅡ ¿Historia? ㅡ preguntó confundida y sorprendida, era la primera vez que la rubia usaba la llave. ㅡ ¿Qué haces aquí?

ㅡ Yo... ㅡ empezó, pero lo dejó ahí y comenzó a buscar alcohol. ㅡ Reiner me engaña con Bertolt. ㅡ continuó.

ㅡ ¿Q- Qué? ㅡ del impacto que sintió por poco tiró su teléfono, estaba en sus manos ya que estaba hablando con su conquista de la semana pasada, Yelena. Se sentó en el sofá aún impactada. ㅡ ¿Dijiste que te engañó?

ㅡ Ajá. ㅡ respondió vagamente. ㅡ ¿Dónde dejaste el licor?

ㅡ Solo tengo una botella de vino en la alacena, tomala.

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   Puede que estaba un poco ebria, pero estaba bien. Su matrimonio se había ido a la mierda hace tanto que ahora le daba lo mismo. Aquella fantasía de un matrimonio feliz estaba en la basura.

   Miró a Ymir, ella era tan... bonita. Estaba agradecida por su amistad, también por estar con ella a pesar de no corresponder su amor.

   Historia, sin pensarlo, tomó el rostro de la mujer frente a ella y lo acarició. Besó con pasión aquellos labios que la tentaban. La más alta, desorientada, correspondió el beso y se dejó llevar. Era como si estuviera dentro una fantasía. Partiendo de la cintura de la rubia hasta los muslos de esta, dejó suaves caricias. Como respuesta recibió un gemido que murió en sus labios. Volviendo a su realidad, Ymir se paró de inmediato, alejándose de Reiss.

ㅡ ¿Qué crees que haces? ㅡ preguntó. Sacudió su cabello con una mano, confundida del actuar de su amiga.

   La rubia río levemente. Tomó la mano de la contraria y la colocó en su trasero. Agarró su nuca e intento unir sus bocas otra vez. Ymir tomó distancia.

ㅡ Historia. ㅡ llamó la castaña. ㅡ Deja de jugar.

ㅡ Yo no estoy jugando, yo deseo esto.

ㅡ No es cierto. Tu no me quieres de esa manera. ㅡ sonrió amargamente. ㅡ Eres una mujer casada, además de heterosexual.

ㅡ Nadie es cien por ciento hetero. ㅡ se aproximó nuevamente. ㅡ Vamos, Ymir.

ㅡ Basta, por favor. ㅡ pidió. Se dirigió a la puerta de su casa y desde ahí habló: ㅡ Yo te amo ¿si? Eres la mujer que siempre estuvo para mi, quien me apoyó y ayudó a madurar, la mujer por la que dejaría todo. Pero... pero. ㅡ pausó sus palabras por el nudo que se había formado en su garganta. Las lágrimas habían salido hace tiempo, no lo notó hasta ese momento. ㅡ No quiero estar contigo porque tu esposo te engañó, no quiero que estés conmigo por despecho.

ㅡ Y- Ymir...

ㅡ Quedate aquí esta noche... Vendré por la mañana, no te preocupes. ㅡ le sonrió como pudo y se fue, sin esperar una respuesta de la chica que tanto amaba.

   Suspirando cerró el departamento con llave por fuera, una manera de asegurarse de que Historia estaría a salvo esa noche.

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   Sentada en la banca de un parque, una castaña con pecas en sus mejillas pensaba en lo mal que le hacía estar aún enamorada de Reiss. Sentía las vibraciones emitidas por su teléfono, que estaba en su bolsillo, no tenía ánimos de revisarlo.

ㅡ Intente tantas veces olvidarte, pero no puedo ¿Cómo lo hago? ㅡ susurró. ㅡ No quiero esto... Quiero ser tu amiga y ser feliz con ello. Quiero no desear una vida a tu lado porque sé que jamás lo tendré, ¿A- Acaso pido mucho? ㅡ sollozó. ㅡ Estuve con muchas, muchas mujeres. Me divertí con ellas, tuve un par de relaciones casuales, pero ninguna pudo quitarte de mi mente y menos de mi corazón. ㅡ limpió su rostro inútilmente, pues lágrimas seguían brotando. Miró hacia arriba, al oscuro cielo. ㅡ ¿No puedo ser feliz con Yelena? Ella... Parece buena persona, es linda, inteligente y muy divertida... Me atrae.

   Quedó en silencio por un largo rato, aún soltando lágrimas de tristeza y frustración. No sabía cuanto tiempo más estaría así, estaba cansada.

   Cuando le fue suficiente, se levantó, se fue a un hotel, que estaba cerca del edificio donde vivía, y rentó un cuarto. Ya en este se dispuso a prepararse para dormir las horas que le quedaban hasta la llegada del amanecer.

    A penas su cuerpo tocó el colchón, cayó dormida. Agotada por su jornada laboral y lo vivido esa noche con Historia.

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