Azúcar

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   Historia la había citado en un restaurante, el lunes a la noche. Mañana. Suspiró frustrada. Tenía, y no tenía, ganas de verla.

ㅡ ¿Qué pasa, linda? ㅡ le preguntó Yelena entrando a la habitación, llevando puesta solo una camisa. Sonrió cuando notó la mirada de la castaña en sus piernas descubiertas, se acercó a ella y se sentó en el borde de la cama. ㅡ ¿Necesitas distraerte?

ㅡ No estaría mal... ㅡ dijo, después de tragar saliva. Tomó a la rubia de cabello corto en sus brazos y dejó debajo suyo. Besó sus mejillas tiernamente. ㅡ Mañana tengo que encontrarme con una amiga.

ㅡ ¿Historia? ㅡ preguntó, mientras pasaba sus brazos por los hombros ajenos y acariciaba las hebras marrones. Asintió.

   Ymir le había contado toda su vida, partiendo desde su niñez hasta la actualidad donde trabajaba como modelo de una empresa reconocida. Al igual que Yelena hizo con ella. Se enteró de que era de un pequeño pueblo en Rusia, su familia era numerosa y también se dedicaba a modelar. Hasta le había ofrecido contactarse con su agente, para trabajar juntas.

ㅡ Ymir, me gustas... demasiado. ㅡ confesó, desvió la vista de aquellas cuencas avergonzada. ㅡ Sé que aún la amas, así que solo quiero saber si... algún día me quieras.

   Esta mujer alta, de cabello corto y rubio, ojos oscuros, serena e inteligente; la tendría en sus manos en cuestión de tiempo.

ㅡ También me gustas. Yel... ㅡ fue interrumpida por los labios de la contraria, quien la abrazaba con todo su cuerpo.

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  Era lunes por la mañana, Historia llevaba despierta cerca de tres horas. El encuentro que tendría con Ymir no le permitió descansar correctamente.

  Estaba nerviosa.

  Ymir era una buena amiga, su mejor amiga. Fue la persona que siempre estuvo para ella desde que se conocieron, sin pedir nada a cambio.

  No le reclamó cuando dejó de pasar tiempo con ella para estar con Reiner. No se alejó cuando se confesó y ella no le respondió, es más, le reveló querer ser novia de Braun. No se enojó con ella cuando la besó e intentó llegar más allá, en cambio se aseguró de que estuviera a salvo esa noche en su casa mientras dormía fuera.

  ¿Por qué Ymir seguía a su lado? ¿Qué había hecho por ella?

  Durante el día no hizo mucho más que limpiar, comer y pensar en su relación con la castaña.

  Su padre se había lamentado tanto por su divorcio, por lo que le dio dinero suficiente para no trabajar en esta ni en su siguiente vida. Una parte la donó a un par de hospitales carentes de elementos básicos. Lo restante fue guardado para si en un futuro llegara a tener una familia. Era uno de sus deseos.

  Sin más, la noche llegó.

  Se vistió con un vestido, pantimedias, chaqueta y botas; todo para refugiarse del frío. Ya lista, salió.

  Una vez que llegó al restaurante donde había citado a la de pecas, se sentó en una mesa del lado de la ventana. En su espera un mesero se acercó y ella le pidió una copa de vino.

ㅡ Hola, Enana. ㅡ saludó su amiga, sentándose en la silla de delante. ㅡ ¿Cómo estás?

ㅡ Divorciada. ㅡ dijo, mostrando su mano izquierda ausente de anillo. ㅡ ¿Y tu?

ㅡ Bien, bastante bien.

  Comenzaron una charla que ni rozaba el tema principal, por el que estaban ambas allí. Entre sus palabras también se cruzó el mesero que las atendía. En un ambiente relajado, Historia empezó a enseriar el asunto.

ㅡ Ymir. ㅡ la llamó. ㅡ ¿Qué sientes por mí? ㅡ ante la mirada confundida, continuó: ㅡ Solo dime.

ㅡ Yo... Te amo, eso lo sabes. ㅡ sonrió. ㅡ Eres Historia Reiss, la mujer que hizo que me acepte y ame tal como soy, aprendí mucho contigo y de ti. Libere actitudes que antes eran oprimidas porque me avergonzaban. Estoy muy agradecida de haberte conocido, de ser tu amiga. ㅡ suspiró. ㅡ Aunque me quede sola contigo como mi amiga a mi lado.

  La rubia frente a ella comenzó a llorar, preocupándola de inmediato. Se fue hasta su asiento, limpió las mejillas de esta y trató de calmarla con sus palabras.

ㅡ ¿Q- Qué pasa? ㅡ preguntó nerviosa, e Historia se abrazó a ella.

ㅡ Debo dejarte ir, y-yo no puedo retenerte para mi sino... sino puedo darte lo que mereces. ㅡ se posicionó correctamente en la silla y continuó: ㅡ Te amo como amiga y no sé si eso pueda cambiar.

  Ymir la miró sorprendida y dolida. Jamás le había pasado la idea de distanciarse de la persona frente a ella. Le tenía cierta dependencia. Aún así, entendía que quizás sería lo mejor para las dos.

   Con todo aclarado, terminaron de comer y pagaron. Tomaron sus cosas, se retiraron del lugar y en la puerta de este se abrazaron.

ㅡ Adiós, Historia. ㅡ se despidió, todavía en el abrazo. Estrechó el delgado cuerpo contra el suyo y enterró su nariz en los cabellos rubios de la más baja. ㅡ Nos veremos luego. ㅡ se separó y ante el silencio de la otra, inició su camino a casa.

  Reiss vio a su mejor amiga Ymir, la mujer que estaba enamorada de ella, marcharse. No la vería por un tiempo.

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