Capítulo 15 - "Averígualo..."

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Después de dos horas de compartir algunos datos sobre nuestras vidas, realmente estábamos conociéndonos; me contó sobre sus cosas favoritas, las cosas que odiaba, sus mejores sueños, los peores y en cambio yo le hablé de lo que amaba hacer, mis días favoritos, mis mejores recuerdos y los más vergonzoso también.

Era increíble poder conocerla al fin y no sólo idealizarla, ahora conocía sus virtudes y defectos reales ¿Lo malo? Me encantaba, tal vez demasiado... No podía evitarlo; me gustaba su voz, me gustaba su risa y me volvía loca su fragancia. El punto de ser su amiga era conformarme con eso pero iba a ser una tarea muy difícil sobre todo cuando lo único que quería hacer era besarla.

Nat: - ¿Sabes qué es curioso? - Preguntó rodeando su torso con los brazos.

Wanda: - ¿Qué cosa? -

Nat: - Que aquí hace demasiado frío, ¿Será por la cantidad de agua qué hay sobre nosotras? - Dijo con un bostezo, estaba cansada.

Wanda: - Si, es posible - Miré el techo, por alguna razón el agua siempre brillaba en tonos de color azul que lo hacían un escenario muy vistoso - ¿Tienes sueño? - Estaba apoyada en sus rodillas con los ojos cerrados.

Nat: - Algo, lo peor es que mañana tenemos escuela, seguro será agotador -

Wanda: - Deberías descansar un poco... puedes acercarte a mi si quieres, así tendrás menos frío - Sugerí un poco insegura, nunca sabía hasta donde era suficiente y no quería arruinarlo tan pronto.

Nat: - Si... Tal vez pueda dormir solo unos minutos - Dijo con otro bostezo mientras, para mi sorpresa, se acercaba a mi y se acomodaba en mi hombro, no pude evitar ponerme un poco rígida ante el contacto. - ¿Qué pasa? ¿Te incomoda? - lo notó.

Wanda: - No - Respondí al instante, por nada del mundo habría querido que se apartara - Es que... estás un poco fría, solo es eso - Inventé. Ella lo aceptó y continuó recargada en mi hombro, mientras yo rogaba porque no lograra escuchar mi corazón acelerado.

Después de unos minutos la sentí relajarse y su respiración se volvió lenta, se había quedado dormida y para mi sorpresa movió su brazo izquierdo dejándolo sobre mi regazo de tal manera que podría decir que estaba abrazándome. ¿Por qué me haces esto? La observé con detenimiento, sus tranquilos rasgos tan cerca mío y su perfume inundando mis fosas nasales podía decir que estaba en el paraíso más que en una incómoda cueva bajo un lago. De pronto sentía algunos pequeños espasmos de su parte, espero que sus sueños fueran tan buenos como para mí lo era el estar aquí cuidándolos.

Creí que podría tener más frío pues de pronto se acomodó más sobre mi, así que con cuidado rodeé su espalda con mi brazo izquierdo procurando no despertarla y así cubrirla un poco más pues no imaginábamos que en ese preciso punto de la cueva hiciera tanto frío a esta hora.

Con el brazo que me quedaba libre revisé la hora en mi teléfono; 12:05 AM. Un bostezo inundó mis pulmones, tenía que mantenerme despierta para asegurarme de que ella estuviera bien. La observé un poco más. ¿Cómo puede alguien ser tan hermosa? Sus labios se veían suaves y casi podía imaginar su sabor, su respiración tranquila golpeaba mi pecho, quería besarla, lo deseaba como nunca había deseado nada en mi vida.

Ella comenzó a moverse y mi mirada no se apartó de ella ni cuando abrió los ojos.

Wanda: - Hola - Saludé con una sonrisa.

Nat: - Hola - Dijo con voz adormitada - ¿Qué haces mirándome? - Se separó un poco para mirarme.

Wanda: - Me aseguraba de que aún vivieras - Bromeé - ¿Qué haces abrazándome? -

Together [to-get-her]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora