una noche, toda la vida

capítulo 33

Xanxus se despertó sintiendo adolorido y con la mente nublada, abrió los ojos sin reconocer la habitación en la que estaba, no era la enfermería del fuerte de hierro ni de la fortaleza de la varia. A causa de su mente embotada tardó más de lo usual en darse cuenta que si reconocía su entorno como su habitación en la casa de nonna ‘que estoy haciendo aquí y no en medical?’ se preguntó. 

De repente escucha el click de la cerradura desbloquearse y la puerta abrirse, rápidamente volvió a cerrar los ojos, calmando y acompasando su respiración,  fingiendo estar todavía dormido. Aunque ahora se daba cuenta que se encontraba en un ambiente conocido, no sabía si el que entraría sería amigo o enemigo, después de todo lo último que recordaba, aunque de manera muy vaga e incompleta, era invadir el fuerte de hierro en un intento de tomar por la fuerza lo que sabía que, después de descubrir que era adoptado, no le sería dado voluntariamente.

“Jemsi madrina dijo que no deberíamos entrar aquí” escucho un murmullo con la voz de un niño desde la puerta.

“shh, habla bajito” escucho la voz de otro niño “además tengo curiosidad, mamá nunca nos ha prohibida la entrada a alguna habitación antes y quiero ver quien era ese hombre que trajeron Squalo y Luss”

Ante los nombre de su lluvia y sol, Xanxus abrió los ojos y se sentó en la cama, cosa que le saco un gruñido por el dolor y el esfuerzo, el repentino movimiento y gruñido al parecer asusto a los dos niños en la puerta, porque gritaron y se fueron corriendo, volviendo a cerrar la puerta de un portazo al salir. Inmediatamente escucho los pasos de varias personas corriendo de vuelta y vio la puerta abrirse bruscamente. 

A la habitación entraron  Squalo y Lussuria, más un sol y una cielo que no reconoció, pero había algo que no le cuadraba del todo, sus oficiales estaban diferentes, parecían mayores.

“que está pasando basura?!” exigió, con la intensión de gritar, pero por el estado de su garganta dolorida, seca y rasposa, su voz solo salió un poco más alta que un susurro.

“Vooii, jefe por fin despertó!”    -     “oh, jefe estoy tan feliz de que haya despertado!”, hablaron en conjunto los dos oficiales, para después acercarse a la cama de Xanxus y empezar a hablar rápido y con voz animada y emocionada. 

Hablaron durante varios minutos intentando explicarle todo, el problema era que no se les entendía nada porque al hablar al mismo tiempo sus voces se superponían, tapándose entre sí, oyéndose solo mucho ruido y un par de palabras sueltas que no tenían sentido.

“se callan los dos!” hablo por fin el sol, él mismo que lo había estado revisando mientras sus oficiales estaban ocupados cacareando “lo están abrumando y a mí me están desesperando” les dijo exasperado agarrando unas botellas que estaban en la mesita de noche “toma este es para el dolor y este es un calmante, lo necesitaras para lo que viene” Xanxus negó e intento evitar tomar alguna sustancia extraña de un desconocido, pero estaba muy débil y el medico sol de alguna manera lo obligó a quedarse quieto y a tragar los dos líquidos que sabían asquerosos “ si lo se, saben mal pero son afectivos, en cualquier momento empezaran a surtir efecto, más tarde te daré algo para la debilidad muscular” 

Y el sol tenía razón, apenas termino de hablar sintió que todos sus dolores desaparecían y que las tumultuosas emociones que sentía desde que despertó se desvanecían y atenúan, todavía estaban allí, solo que no las podía alcanzar, dejándolo en un extraño estado de calma inusual para él. El sol luego le dió un vaso de agua para sacar el mal sabor y se fue dejándolo con sus oficiales y la extraña cielo.