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El pálido seguía resistiendose a la camiseta de fuerza que el trabajador del psiquiátrico le colocó, pero no obtenía resultado alguno, y aunque consiguiera librarse de esta, no podría salir de la habitación en la que se encontraba, cristales antibalas le rodeaban, y por si fuera poco, si conseguía salir, cosa que es prácticamente imposible, se encontraba aisaldo, asi que no supondría ningun peligro, ni para el aire...

(.....)

Yoongi ya llevaba bastantes dias en el centro, se había conseguido llevar bastante mejor con el trabajador que desde el primer día se encargaba de él, eran "amigos", por asi decirlo. Namjoon se pasaba cuando podía y cuando se lo permitían, ya que el plazo de visitas del centro era bastante estricto, por seguridad.

Un día, a las pocas semanas de entrar Yoongi como paciente, llegaron dos nuevos psiquiatras sustituyentes del "amigo" del pálido, ya que este había tenido recientemente un accidente con un interno, y había dimitido, o por lo menos se había tomado un descanso.

Los nuevos trabajadores y los que a partir de ese día serian los cuidadores de Yoongi se llamaban Kai y Hyesung, a simple vista parecían personas amables, pero no, cuando Yoongi les veia, las lágrimas caian por sus ojos sin pretenderlo, su pánico era tan grande que no se atrevía a mirarlos a la cara, ademas de que los medicamentos y tratamientos por su enfermedad le relajaban bastante, hasta cierto punto de eliminar su carácter y actos habituales y volverle mucho mas sensible y tristón.

Os preguntareis... ¿por que tanto pánico hacia dos seres humanos cuando Yoongi es lo mas pasota que existe en este mundo? Pues los propios pensamientos de Min Yoongi os responderan esa pregunta

-Narra Yoongi-

¿Porque estos hijos de su bendita madre tuvieron que aparecer? ¿Porque se tuvo que ir Yuta? Él era mi amigo... Bueno no, pero había conseguido hacerse un hueco en mi pequeño corazon... El si que era la propia definicion de buen cuidador... Pero a partir del dia que se fue, todo cambio.

Kai y Hyesung vinieron, se presentaron amablemente delante de la supervisora que cada mes me hacia una ronda de preguntas, que servia para "informar sobre mi progreso", como ella siempre me decía. Pero, el resto de días, obviamente la supervisora no estaba, y yo estaba a cargo de esos dos trogloditas, ya que ni seres humanos podían llamarse.

Cada cosa que yo hacía o decía que a alguno de ellos dos no les gustaba, ya fuera no dormir, no comer o simplemente insultarles, Hyesung sacaba una especie de "cinturon", pero especial para hacer daño sin causar daños graves, y con el, Kai se encargaba de darme. Al contrario que Yuta, el cual me hablaba amablemente mientras bebiamos una fanta.. Si, fanta, aqui no te dan ni una cerveza sin alcohol...

Yo casi siempre acababa sin poder mover ciertas partes de mi cuerpo hasta que los moratones y golpes que tenía, que claramente nadie veia por dos causas, que no me dejaban salir de la celda a la que hay que llamar "habitación", y porque llevaba una buena capa de ropa blanca, se quitaban...

Asi que, un día, que me encontraba solo en mi habitación, y con bastantes moratones, me harte, demasiado, y no se de donde saque las fuerzas para conseguir sacar las manos de la camisa de fuerza que esos dos malditos me ponen cada vez que se van, aunque sean dos minutos, y a pesar de que en el centro esta prohibido ponerlas si no es necesario, y poco a poco me fui arrastrando como pude por el suelo, como si de una babosa se tratase, hasta que llege a un boton al cual siempre miro, y que por eso mismo esta bien tapado, para que no le pueda pulsar, el boton de "emergencia". Kai y Hyesung siempre le mantienen tapado, para que nunca pueda pedir ayuda.

Le pulsé, al fin, en semanas de infierno, tuve el tiempo y la valentia, ademas de la suerte suficientes para poder pulsarle.

Al principio nada ocurrió, pero no me quedaba otra que esperar, aterrado por las conseciencias de si salía todo mal, a que alguien viniera. De todos modos, no podía ir muy lejos... -notese el sarcasmo, el poco que aún conservo-

Y si, funcionó, la supervisora del centro entro. En ese momento estaba que reventaba de felicidad.

-Fin de la narracion-

-Supervisora- para que me llamastes joven Min? Yoongi!! Que haces asi!

-YG- -triste- queria contarla una cosa...

-Supervisora- cuentame, que ocurre, porfavor, quiero saber porque estas asi.

-YG- Kai y Hyesung, los nuevos ya no tan nuevos psiquiatras, me insultan como si fuera un mono de circo, y me agreden constantemente con una cosa parecida a un cinturon... sin haberles echo nada. -dice con la cabeza agachada-

-Supervisora- Yoongi, - suspira- ya se que no te gusta este lugar, pero por favor, no inventes cosas de nuestro personal...

-YG- por favor creame, no la estoy mintiendo!

-Supervisora- Y como se que me estas diciendo la verdad?

-YG- Pon una cámara, además, ¿que hago yo atado cuando tanto usted como ellos saben que esta prohibido atar a los internos si no es una orden directa?

-Supervisora- Eso es por lo unico por lo que me convences... Pondré una camara, por si acaso, no por que te crea del todo.

-YG- Lo se... Se que usted no se fia de un esquizofrénico como yo, pero verá, revise las camaras todos los dias y lo vera por usted misma, si no se enteran de esto y me matan antes, claro. Pero instalela con sonido, si es posible, para que este segura de que yo no digo nada que provoque.

-Supervisora- Llamaré al técnico para que instale una cuanto antes, cuando la vayan a instalar, me encargare de que Kai y Hyesung no esten al tanto. Adios, Yoongi.

La supervisora estaba a punto de salir, pero Yoongi la interrumpio.

-YG- Coloqueme la camisa de fuerza, no quiero que sospechen.

La mujer se la colocó suavemente, para no hacerle daño, y esta vez si se fue.

A las pocas horas, el técnico vino y colocó la máquina, la supervisora se encargó bien de Kai y Hyesung como dijo, ya que ninguno de los dos, aparecio por ahi. Pero si volvieron tiempo despues...

-Hyesung- Buenos dias Yoongi, que tal estamos hoy? -cerrando la puerta y acercandose-

-YG- No me hagais nada... -atemorizado-

-Hyesung- - le da el "cinturon" a Kai- Uy, Yoongi, eso a sonado a orden. A nosotros no nos puedes ordenar, -mira a su compañero- ya sabes que hacer.

Despues de decir eso, este empujó a Yoongi tirandole, de manera que no podía defenderse de ninguna de las maneras, mucho menos con la camisa de fuerza puesta.

Cuando pararon de hacerle daño, estuvieron unos minutos hablando, hasta que el telefono de Kai sonó, y ambos le lanzaron a Yoongi una mirada que mata y salieron. No volvieron. ¿Lo habrá visto todo la supervisora?

Pero, la puerta se volvio a abrir al rato, Yoongi no quiso mirar, ¿para que mirar pudiendo escuchar los insultos que le iban a caer y sentir los golpes que le iban a dar?

SobredosisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora