Amara Emerys (Merodeadores)

Capítulo Once

Amara Emerys estaba sentada en la biblioteca escribiendo un ensayo de pociones de 2 hojas para el profesor Slughorn cuando Sirius Black apareció frente a ella, mirándolo y le dio una pequeña sonrisa tímida y ligeramente incómoda.

"Oye, ¿puedo... Um, ¿Puedo sentarme contigo?", preguntó obteniendo un pequeño asentimiento en respuesta.

Sirius se sentó en el asiento frente a su pareja estudiando cuidadosamente su rostro, sus cejas marrones oscuras estaban fruncidas mientras continuaba escribiendo en el pergamino, sus labios rosados ​​fruncidos por la frustración, se veía hermosa, pensó Sirius antes de aclararse la garganta.

"Amara", al escuchar a Sirius decir su nombre, su cabeza se levantó de golpe mirándolo, parecía nervioso. Mirándolo con curiosidad, Amara asumió que iba a disculparse con ella, así que asintió para que continuara.

"Quería decir que lo siento, no me refiero por llamarte puta" al ver a Amara arquear las cejas y mirar con dolor. "NO, no quise llamarte puta, lo que quise decir es que lo siento por todo, por cada pequeña cosa que te he hecho. Desde ponerte el pelo rosado hasta... hasta no pelear por ti cuando James te gritó. Fui terrible contigo y No te estoy pidiendo que simplemente olvides lo que hice, sino que te estoy pidiendo que me des la oportunidad de demostrarte, mostrarte que soy digno de ser tu pareja ".

Mirando a Sirius en estado de shock, Amara encontró difícil pronunciar palabras, parpadeando rápidamente, la morena respiró hondo, reflexionando sobre lo que había dicho su pareja. Mientras hacía esto, Sirius estaba cada vez más nervioso pensando que lo iba a rechazar.

"Te voy a decir exactamente lo que le dije a Remus, no te perdono, todavía no, no hasta que puedas demostrarme que no me vas a lastimar de nuevo, pero estoy abierta a perdonarte una vez que he probado tu disculpa. Y además Regulus me dijo mucho sobre ti desde que eras niño, suenas como una buena persona ". Amara sonrió tomando la mano de Sirius entre las suyas.

Sonriendo por lo que dijo su compañera, Sirius se levantó de su asiento y caminó para arrodillarse junto a su silla. Tomando su mano en la suya una vez más, el mayor negro coloca una docena de suaves besos en su mano como agradecimiento por su disposición a perdonarlo.

"Oh, espera, tengo otra cosa que tienes que hacer antes de que pueda perdonarte" Amara sonrió tímidamente. 

"Cualquier cosa" Sirius asintió mirándola a los ojos.

"Necesitas disculparte con Regulus por cómo lo trataste a lo largo de los años, sé que lo amas, quiero decir que es tu hermano, pero eres demasiado terco para disculparte con él solo y yo me niego a tener una relación contigo cuando tu hermano no "Amara susurró una mano en la mejilla de su compañera.

"No querrá tener nada que ver conmigo" dijo Sirius con tristeza, parpadeando rápidamente para hacer que sus lágrimas se fueran. Levantando su rostro, el gris se encontró con el azul, lo besó en la mejilla suavemente antes de decir:

"Ambos sabemos que eso no es cierto, Regulus te ama".

Juntando sus cosas, Amara besó la mejilla de Sirius una última vez antes de salir de la biblioteca. Sirius se quedó arrodillado en el suelo hasta que James, que escuchaba a escondidas su conversación, se acercó y lo empujó haciendo que el negro mayor cayera al suelo.

"¿Qué diablos Sirius, la odiabas no hace una semana, no querías estar con un purasangre engreído y ahora estás besando sus pies?" Gritó James en un susurro tratando de no ser atrapado en la pinza de Madame.

Mirando a su mejor amigo por empujarlo por encima de Sirius se puso de pie, "mira, estaba equivocado, ella es amable y está dispuesta a perdonarme, verla con Remus me puso celoso y eso me hizo darme cuenta de que estaba literalmente hecha para mí, para nosotros y Quiero estar con ella. Lo siento Prongs ".

Mirando a su hermano con todo menos sangre, incrédulo y con una leve mirada de dolor en sus ojos, James susurró "la estás eligiendo a ella sobre mí". Moviéndose para abrazar a su hermano, Sirius negó con la cabeza.

"No estoy eligiendo a nadie, pero quiero estar con ella, la quiero".

"No la quiero, he estado enamorado de mi Lily Pad desde que tenía 11 años, ¿por qué no pude tener a Lily?" James susurró lágrimas en sus ojos. Los ojos grises suavizando Sirius sacó a James de la biblioteca y hacia el patio donde vieron a Lily y Marlene sentadas acurrucadas bajo un árbol leyendo y riendo.

"Prongs, lo siento, pero Lily está feliz y sé que la amas, así que déjala ser feliz, déjate ser feliz a ti mismo", susurró Sirius con una mirada triste lanzada al chico Potter. "Ella ya no es tu Lily pad, pero Amara podría ser tuya James, no la presiones tanto que no te perdone porque eso no va a terminar felizmente para nadie".

James miró fijamente a su mejor amigo, las lágrimas caían por su rostro antes de apartar la mano. "No la quiero", susurró antes de alejarse.

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