↬ʟɪᴛᴛʟᴇ ʟᴏᴠᴇ💓 [ʏᴏᴏɴᴊɪɴ]

ｃｉｎｃｏ

Era la mejor cita que había tenido en la vida.

Bueno, realmente esa había sido la única cita de su vida, ya que sus relaciones anteriores nunca fueron algo serio.

Pero eso era lo de menos, YoonGi estaba feliz.

Caminaban por el parque de diversiones tomados de la mano, mirando a su alrededor mientras se dirigían a la rueda de la fortuna.

Habían salido a su primera cita desde la mañana y ya eran las ocho de la noche, no sabía cómo es que no se había aburrido en tanto tiempo, pero Jin simplemente era un chico encantador e interesante.

Le emocionaba el tener suficiente tiempo para conocerlo y enamorarse aún más de él.

Anteriormente, supo que su bello novio tiene un hermano menor llamado NamJoon, el cual es científico y trabaja en la NASA... Sí, totalmente sorprendente. Tanto, que YoonGi no le había creído hasta que Jin llamó a su hermano en una video llamada y este les mostró su laboratorio, a sus compañeros y hasta las instalaciones de su lugar de trabajo.

YoonGi se sentía como en una novela de ciencia ficción, pues que tu cuñado sea un científico de la NASA no es algo que esperes todos los días.

Por otra parte, también se enteró que los padres de Jin suelen viajar todo el tiempo, pues su madre es azafata y su padre piloto de aviones.

Eso quería decir, que Jin estaba solo en Corea, al principio se notó melancólico pues no podía pasar tiempo con su familia, pero eso lo compensaba su amistad con JungKook.

SeokJin y JungKook habían sido mejores amigos desde pañales, aunque Jin le llevara cinco años, ellos habían hecho clic y su amistad se había desarrollado.

Prácticamente, fue la familia de JungKook quien lo acogió y con quienes Jin vivió desde que sus padres se fueron a trabajar y su hermano se había ido a Estados Unidos.

Supo que ellos habían descubierto su sexualidad juntos, y que a pesar de haber tenido todas sus primeras veces el uno con el otro, nunca pudieron desarrollar sentimientos románticos, simplemente no les nacía.

Por eso, cada uno buscaba a aquella persona ideal, y mientras la encontraban, ellos mantenían su amistad intacta.

Hasta que YoonGi apareció en la vida de SeokJin y HoSeok en la de JungKook.

Aquellos inseparables amigos, por fin habían encontrado a quienes harían de su vida algo diferente.

SeokJin estaba contento de haber sido aceptado por YoonGi, pues el chico malhumorado era ciertamente hermoso, y dulce aunque casi nunca lo demostrara en público.

Y estaba muy feliz, porque por fin podía mirarlo con todo el amor que albergaba en su corazón, sin parecer algún tipo de acosador.

—Ten. -YoonGi le tendió un algodón de azúcar.

Jin lo aceptó contento y se dispuso a comerlo, todo bajo la atenta mirada del rubio.

SeokJin sin duda, era lo que siempre había deseado en alguien.

Amoroso, inteligente, fuerte, con sentido del humor, seguro de sí mismo, amable, trabajador y con mucho entusiasmo por disfrutar de la vida.

—Espero que podamos salir a más citas, me ha encantado pasar tiempo contigo, Gi-chi.

Y así de rápido, Jin le había acelerado el corazón.

—No te librarás de mí nunca, estamos unidos desde que aceptaste ser mi novio, Jinnie. Por lo tanto, las citas serán recurrentes; así estemos casados. -Murmuró con total seguridad.

Entonces Jin se detuvo y Min temió haber hablado de más.

— ¿Vamos a casarnos? -Preguntó sorprendido.

YoonGi se sonrojó y murmuró avergonzado: —Solo si tú quieres.

Entonces Jin lo abrazó con fuerza, sus brazos apretaban alrededor de su cuello mientras el más bajo apretaba alrededor de la cintura del otro.

—Que el tiempo decida, pero realmente me agrada la idea...

YoonGi sonrió, se aferró al mayor y suspiró contento.

—Te amo, Jinnie.

—También te amo, Gi-chi.

Y los fuegos artificiales alumbraron a aquella pareja que compartía un beso de amor, deseos y sentimientos anhelados.

Juntos, esperando que la vida les siguiera sonriendo.

Fin.