Todo tiene un inicio

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Conocí a Jon cuando teníamos 6 años, y lo recuerdo como si fuera ayer. 

Estaba en el parque que queda en el centro del pueblo mientras mi padre solucionaba unos problemas en el café, aparentemente la arrendataria del edificio, Lana Lang, no había pagado este mes. Me senté en los columpios, viendo hacia ese cielo azul característico de Smallville, Superman y la liga de la justicia acababan de pelear contra la anti-liga de la justicia, que nombre tan poco original.

Entonces, sin previo aviso (No es como si alguien fuera avisar antes de hacer eso, pero igual lo hubiese agradecido) unas manos un poco mas grandes me tiran del columpio. Caigo al piso, llenando de tierra mi hermoso vestido color coral. L a ultima vez que uso un vestido, prometí a mi corta edad.

-¡¡Adefesio!! - grita un niño a mi espalda.

-Hola mini Luthor. ¿A quien viene tu padre a estafar esta vez? 

-No deberías estar aquí, no perteneces a Smallville, sino a Acraham. - este comentario, si fue el mas hiriente y creativo, no fue realmente nuevo. Ya conocía cada insulto, broma y comentario existente he inventado, después de todo era una Luthor viviendo en Smallville, no importa lo que papá haga para cambiarlo, aquí nadie parece querernos.

-Hey! -grito una voz a lo lejos, así que gire mi cabeza para encontrarme con quien creía seria mi nuevo agresor, pero no fue así, para nada - ¿Quién te crees que eres para ir por ahí lastimando a niñas? Aléjate de ella. - Hasta que se acerca lo suficiente es que puedo ver sus hermosas facciones: cabello negro, ojos azules, y una nariz, desde mi punto de vista, perfecta. 

-O que? - pregunto - que harás? - no hiso falta mas incentivos, cuando me di cuenta los dos chichos se estaban moliendo a golpes, lo cual me pareció muy gracioso, digo, son dos chichos de aproximadamente mi edad, o un poco mayores. Obviamente no saben como copelarse entre ellos. Y, en cuanto a los otros niños, salieron espantados apenas vieron los golpes. Gallinas.

En resumidas cuentas. El pelinegro gano, y su oponente se fue con sus amigos, juro que cuando se fue pude oírlo cacarear. 

-Ocupas ayuda? - pregunta extendiéndome la mano, y es ahí donde me doy cuenta que seguía en el suelo. Acepto su mano y me levanto. - Soy Jon, bueno, Jonathan, pero no me gusta que me llamen así entonces...

-Entendido, Jon. Yo soy Opal.

-¿Luthor, cierto? - y ahí vienen los prejuicios, bueno, fue lindo tener un amigo mientras duro.

-Si...

-Genial... ¿Quieres jugar conmigo, Opal?

-Espera... ¿No te importa que mi padre es el hombre mas odiado de Smallville?

-No somos como nuestros padres - responde con simpleza. 

El resto de la tarde nos la pasamos entre juegos y risas, al parecer Jon tampoco era, por así decirlo, popular, pero eso era solo porque era un poco tímido. Me costo creerlo, pero bueno. Cuando mi padre volvió y me vio con mi nuevo mejor amigo, palideció. Pero cuando llegamos al carro me explico todo, el padre de Jon y el solían ser cercanos, pero unas cuantas diferencias los separaron, no quise indagar mas porque sabia que eso no era del agrado de mi padre, pero, sin mentir, desde ese día no puedo dejar de preguntarme sobre esa diferencia. 

No creo que Jon se diera cuenta en ese momento, pero esas palabras, sus palabras, cambiaron mi vida. 

No somos como nuestros padres. 

We are not our parentsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora