La Luna y las estrellas

Capítulo 16

Minako pov's

- ¡Healer! - grité mientras salía corriendo, soltando el fruto que aún sostenía. Y aunque vi como las otras dos muchachas se detenían cerca, simplemente salté a los brazos de Healer, mientras comenzaba a llorar suavemente.

No me importó nada más, a pesar de que sentí hablar a Fighter, pero simplemente seguí abrazada a Healer como si mi vida dependiera de eso, sinceramente pensaba que no lograría volver a verla.

- ¡Minako, cariño! - dijo Healer, enérgicamente, alejándome un poquito de ella, aunque manteniendo el abrazo. Pero obligando a bajar las piernas al suelo, pues las tenía enrolladas en su cadera. - ¿Dónde está Usagi? ¿Está contigo? ¿Verdad?

Por un segundo, me sentí tan pérdida, que no fui capaz de reaccionar a las palabras de Healer, luego de pronto todo volvió a mí y me puse pálida. Me separé de Healer, y salí corriendo, me sentía culpable, había estado tan feliz de ver a Healer, que todo lo demás había desaparecido.

Pero todo este lio era mi culpa, pensé que podía ser de ayuda y solo había complicado todo, por qué había forzado a las chicas a venir tras de nosotras e incluso por mi culpa mi princesa estaba inconsciente, tenía que haber encontrado una forma de impedir que hiciera nada.

Había salido corriendo hacia el patio de antes, pero no estaba mirando realmente hacia dónde corría y como a diferencia de las otras chicas, yo si conocía un poco el palacio les di esquinazo, pero cuando pasé por el jardín de antes, no vi la raíz del árbol dónde tomé los frutos, y enganché mi pie en ella. Pero al estar llorando mientras corría no pude reaccionar, y salí volando, cerré los ojos al ver que impactaría contra el suelo.

El golpe dolió, sobre todo por qué sentí como una de las esquinas del adoquinado que rodeaba el jardín se clavaba en mi brazo.

- ¡Auch! - gemí con dolor, mientras me levantaba, sabía que mi brazo no estaba roto, pero eso no implicaba que el corte no doliera. - Supongo que me lo merezco, ugh.

Me tiré en una esquina del jardín, sabía que las chicas tardarían un rato en dar conmigo o eso esperaba. Pero no tuve esa suerte, como minutos después comprobé.

Tenía la cabeza entre las piernas, mi brazo pulsaba y sabía que estaba sangrando, manchando el suelo blanco, pero no me importaba. Me sentía tan culpable.

- Minako, cariño - dijo la voz de Healer suavemente - No huyas así, por favor. ¿Dónde está Usagi?

- Es mi culpa. - gemí, sin importarme nada, estaba en un pequeño momento de autodestrucción. - Le volví a fallar, de nuevo. Como siempre, soy tan débil.

- ¡Minako! - exclamó Fighter, y pude sentir el terror en su voz, pero no reaccioné simplemente seguí llorando.

- ¡Cállate, Fighter! - dijo Healer sin darle la oportunidad a su hermana - Vamos, cariño, no le has fallado, deja de decir eso. Te dije que Usagi no estaría de acuerdo con que pensases así, estás aquí con ella, ¿no? Estás cumpliendo con tu trabajo de protegerla.

- ¡No lo entiendes! - exclamé levantando mi mirada y levantándome para quedarme a milímetros de la cara de Healer - ¡No lo entiendes! ¡Se supone que soy la más fuerte de todas las inner! ¡Se supone que debería poder hacerme pasar por ella incluso! ¡Soy su Guardiana principal! ¡Maldición! ¡Se supone que debería de poder ser su apoyo! ¡Pero no lo soy, soy malditamente débil!

Healer no me dejó decir nada más, y me abrazó. Y yo volví a llorar al sentirme protegida contra sus brazos.

- Shh, cariño - dijo Healer como si me estuviera cantando una canción de cuna - Te entiendo vale, ahora solo llevamos con la conejita, Figther está a punto de explotar de la preocupación.