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—¡Carrera, el último que llega compra el helado!— gritaste mientras corrías hacia el mar y te ibas quitando la ropa en el camino, quedando en una maya y pantalón corto, para finalmente llegar al agua y meterte en ésta. Siendo seguida por dos de tus primos, que se quejaban de que saliste antes.
—¡Mocosos, el protector!— gritó uno de tus tíos, responsable de tí ese día.
Mientras tanto, tus otros dos tíos y Jeno se encargaban de bajar y acomodar las sombrillas, conservadoras con comida y bebidas, y sus mochilas. Mientras que las parejas de los mayores cuidaban a sus hijos más pequeños.
Tanto tú como tus primos tuvieron que salir del agua, secarse y ponerse protector para no quemarse. Al final uno de tus primos tendría que comprar el helado más tarde.
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Unos días antes, a través del grupo de WhatsApp de la familia, quedaron para ir a la playa, tus padres no irían, por lo que uno de tus tíos se ofreció a llevarte con él. Preguntaste si también podía ir tu pareja contigo, y aunque a tus tíos no les agrada la idea de que tengas novio siendo “tan joven” -según ellos- aceptaron.
Una vez que leíste que si podía, llamaste a Jeno para preguntarle si quería ir contigo y tu familia a la playa, él sin dudarlo aceptó la propuesta y luego de ponerle al tanto de cuando sería empezaron a hablar de otros temas.
Una vez llegado el día, Jeno llegó temprano a tu casa con su mochila lista. De hecho, tú ni siquiera te habías levantado de la cama, así que cuando le viste en tu habitación te levantaste con rapidez y fuiste al baño a cambiarte y luego a preparar tus cosas. Ni siquiera eso habías hecho.
Luego de unos diez minutos, llegó tu tío a casa y los recogió a ambos. En el camino, se encontraron con tus otros dos tíos.
El camino a la playa fue muy animado, tenían la radio prendida y por cada canción que pasara y supieran la cantaban como si les fuese la vida en ello. Riéndose de cuando uno cantaba mal la letra o les salía un gallito.
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Cuando ya habían acomodado todas los bolsos y se habían puesto protector, fueron a buscar una de las pelotas que llevaron y corrieron de vuelta al agua, ahora acompañados por dos de tus tíos y Jeno. Iban a hacer una competencia de vóley en el agua.
Cada equipo estaba conformado por uno de tus tíos, tú y Jeno en diferentes grupos, y dos de tus primos se quedaron en tu grupo, mientras que el otro se fue al equipo contrario.
—¡El equipo que gane elige los sabores de los helados!— al decir esto, sabías que tu equipo se iba a esforzar más de lo normal, ¿por qué?, porque son fanáticos del helado.
Cuando ibas a hacer el saque y le pegaste mal a la pelota y ésta salió algo desviada para el costado, pero para tu increíble suerte, Jeno le pegó a la pelota e hizo que se fuese más para el costado, contándolo como fuera, sumando un punto a tu equipo.
