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Habías acompañado a tu novio al estudio, habían salido en una cita, pero como la mayoría de veces ocurría, el manager lo llamó diciendo que debía presentarse en el estudio. Así que tuvieron que dar por terminada la salida y se dirigieron al estudio, no tenías nada que hacer, de modo que lo acompañaste.
Al llegar al edificio, se encontraron al manager y al resto del grupo en la entrada, los saludaron y se dirigieron todos al estudio. Al llegar a la habitación -la cual estaba dividida en dos, una parte era como una sala de espera con sillones y una mesa en medio, y tenía una puerta la cual daba al estudio en sí-, los chicos fueron a hacer su trabajo, mientras que tu te quedaste en uno de los sillones, mientras que veías videos en tu celular, o jugabas juegos.
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Ya había pasado una hora desde que llegaron, te dolía el trasero de tanto estar sentada, así que te paraste y fuiste a dar una vuelta a la empresa. Ya habías ido las suficientes veces como para que a nadie le pareciera extraña tu presencia. De hecho, gracias a eso habías entablado una amistad con algunos de los artistas que estaban bajo el nombre de SM Entertainment.
Luego de un rato empezó a sonar tu estómago, dando la señal de que lo alimentes o te matará por dentro, o así es como lo interpretabas. A veces pensabas cosas extrañas. Saliste del lugar y fuiste a una cafetería que quedaba cerca, en el camino se te ocurrió que podías llevar algo de tomar y comer a los chicos, por lo cual, al llegar pediste 8 cafés y una caja de rosquillas, metieron el pedido en una bolsa y partiste felizmente a la empresa.
Al estar cerca de la sala viste salir al manager, quien te saludó y se fue del lugar, al entrar, sacaste los cafés y la caja de rosquillas de la bolsa y los colocaste sobre la mesa. Ibas a llamar a los chicos cuando se abre la puerta del estudio y sale Winwin con una cara seria, te acercaste a él con su café para entregárselo, tomaste tu mano, él solo te miro y separó sus manos.
-¿Sigues aquí? ¿que no tienes nada que hacer?- soltó de forma brusca y abandonó la habitación dando un portazo.
No entendías que había pasado, porqué actuaba así, pero si algo sabías, era que debías darle su espacio.
La habitación había quedado en una atmósfera tensa debido a la situación, queriendo romper esa sensación de incomodidad te diste vuelta viendo a los miembros restantes y les ofreciste los cafés y rosquillas, cosa que aceptaron gustosamente. Se sentaron en los sillones a comer y hablar, haciendo varias bromas que en su mayoría no tenían sentido, cualquier cosa para que de tus ojos llorosos no cayera ninguna lágrima.
El mayor de ellos colocó su mano en tu espalda, sobandola suavemente -Siento lo que pasó hace un rato ___, no es por excusarlo pero discutió con el manager por, ya sabes, las líneas. Aunque estuvo mal, tu no tienes nada que ver con ello...- por tu parte solo escuchabas sus palabras atentamente. Entendías la situación, ese tema era algo difícil para él.
