Efecto Mariposa

La Defensa De La Luna Parte II

Kakashi se mantuvo meditando acerca de la conducta impropia de aquellos anbus. Por unos segundos, miró de reojo a aquel grupo de interés, los cuales conversaban entre ellos con total tranquilidad, como si estuvieran discutiendo los pormenores de una misión recién cumplida. Exhibiendo una actitud completamente ignorante sobre la grave falta que cometieron, y es que abandonar la postura imparcial, que les había asignado Sandaime respecto a la Naruto, los volvía acreedores de un castigo. Esa fue la primer señal de sospecha, cualquier Anbu con dos dedos de frente no se expondría a recibir un escarmiento por insubordinación.

De pronto, los ninjas enmascarados se acercaron al Jounin de cabellos plateados y genin rubio, parecía que había estado haciendo tiempo hasta que los civiles huyeran del sitio, evadiendo su responsabilidad en este asunto. Momento ideal para conversar sin chismosos. Hatake retomó velozmente su actitud desenganada, debía disimular la curiosidad y desconfianza que habían despertado en él.

-Kakashi, no seas injusto, ibas a dejar a tu alumno como el responsable de todo, ¿estás loco viejo?-increpó indignado el anbu de cabello blanco, siendo el primero en iniciar el primer contacto. Cruzando sus brazos a la altura del pecho, acercándose con cierto aire intimidante hasta cortar la distancia prudencial con el Jounin.

-Bueno...A veces para mantener la paz hay que hacer sacrificios-alegó el peliplata sin perder su compostura controlada, a pesar de que ese ninja enmascarado se enfrentara con palabras y acciones, haría falta más para perdiera su característica actitud tranquila.

Luego de una pausa, sonrió, pues su único ojo visible se curvó amablemente, como si esta conversación fuera tan placentera como dar el clima. Después añadió con aires de hombre maduro y sabio:

-Eso es algo que debe aprender todo ninja ¿no es así?

-No hay honor en ello-replicó molesto el Anbu de cabello naranja aproximándose a su vez a Hatake, uniéndose al reclamo de su compañero de cabellos blancos.

Kakashi le puso suma atención a ese corpulento ninja, pues también se sumó a la acción de invadir levemente su espacio personal. No había que ser un genio para darse cuenta que esto se tomaba como una invitación a una confrontación.

-El honor personal es un pequeño precio a pagar para sostener la paz de nuestra sociedad-rebatió con suma calma, confiaba que con este argumento ganaría el debate moral.

-Si la sociedad te obliga a minimizar el dolor de alguien y ofrecerlo como sacrificio para mantener la paz, entonces el sistema y la sociedad son los problemas aquí-señaló con frialdad, aunque traía una máscara encima de la cara su perfectamente perceptible el cambio en la voz.

Con el don de la palabra todavía en su poder, añadió:

-Pues si no te importa cimentar la paz sobre el sufrimiento de otros es que tienes cero empatía, eso a la larga conllevará graves consecuencias, pues una paz tiránica da origen a grandes criminales o libertadores- expresó reflejando un alto sentido de la rectitud, además de su brújula moral personal independiente a su papel como anbu. En su opinión que otros justificaran actos en nombre de esa pseudo paz le daba asco.

-Kakashi-Senpai que manera de pensar tan malvada, no siempre puedes anteponer el bien común por encima del bien individual-declaró la Anbu pelirroja con indignación, poniéndose del lado de las reclamaciones de sus dos compañeros. Coloco las manos en las caderas, imitando la figura de una jarra-Toda mi admiración por ti se ha esfumado, me has decepcionado.

El Ninja que copia se quedó atónito, sino fuera por la tela que ocultaba su rostro, sin duda se hubiera notado que se había quedado con la boca abierta ante estas fuertes declaraciones que rayaban en el sentido anarquista y anti sistema. Nunca creyó que los anbus censuraran su manera de pensar como Jounin, todo por un simple pleito callejero.