Ahí estaba el, muriendo de nervios afuera de un gym, se debatía si hacer eso era una buena idea en entrar o no. No sabía si las personas allí lo fueran a mirar mal o se burlarian de el.
Siempre ah sido así, y no tiene mucha confianza con los demás por eso, ni siquiera puede sentarse en la misma mesa que los amigos de Kacchan.
Por eso Kacchan siempre se sentaba con el en una banca aparte de los demás, y quiere cambiar eso, quiere poder sentarse junto a otras personas con confianza, tener una conversación normal con los demás sin tener miedo a ser juzgado.
Izuku tomó una respiración profunda, golpeó levemente sus regordetas mejillas y caminó hacia el edificio. Tenía unos cuatros pisos, no sabía cuantas secciones eran o para que, pero tenía que buscar a alguien para acceder a un entrenador personal.
Miró a la secretaria que estaba sentada en un escritorio, ella tenía ropa deportiva y arreglaba un par de papeles en su puesto. El Omega volvió a suspirar tratando de armar valor y caminó hacia ella.
—D-disculpa...- el peli-verde la llamó en voz baja, haciendo que la beta le mirara, ella alzó una ceja y le miró de arriba a bajo, Izuku se sintió avergonzado nada más por eso.
—¿Sí, que necesitas?- preguntó ella de forma amable, quizás ya practicado por el tiempo que tiene de hacer esa pregunta.
—¿H-hay entrenadores disponibles?- preguntó tan nervioso como se veía.
La beta solo sonrió y miró en una plantilla los nombres de los entrenadores que trabajaban en el lugar, la sonrisa de la beta de hizo más grande, al parecer una buena entrenadora estaba libre en ese momento.
—Queda una, puedes hacer una prueba con ella, y si ves que te sientes cómodo con la rutina de ejercicios que te mande hacés el contrato, ¿Bien?- informó ella y el omega dió un asentimiento algo tembloroso.— la llamaré.
Izuku vió como la mujer tomaba el celular fijó de su escritorio y marcaba un número, sonó un par de veces antes de que fuera contestado.
—¿Sí, Mirko?, Tengo un cliente para ti, si, se encuentra aquí, ¿Arriba?, Bien.- la beta cortó la llamada y después volvió a dirigir su vista al Omega.— ella tiene tiempo libre ahora si quieres subir a verla, se encuentra en el segundo piso, solo debes ir al ascensor y cuando salgas seguir derecho por el pasillo hasta el final.
Explicó ella con detalles y el pecoso asintió no muy seguro, arriba se encontraba una entrenadora para mejorar su físico.
¿De verdad ella le podría ayudar?
Tendría que hacerlo, ¿No?, Para eso le pagaría, pero aún así, no se sentía muy convencido de su desición.Al final terminó en el asensor presionando el botón para llegar al segundo piso del edificio, siguió por el pasillo como dijo la secretaría y después llegó al final.
Había una puerta con el nombre Usagiyama Rumi, y al lado de ese nombre habían un "Mirko", como había oído de la beta antes cuando había llamado.
Tragó saliva y tocó un dos veces la puerta, un "¡Pase!", Casi gritado se oyó desde adentro, se puso un poco más nervioso por eso.
Cuando entró, se encontró con un escritorio vacío, estaba casi pegado a una esquina en la habitación, grandes ventanales dejaban entrar el sol y daban una bonita vista.
Y al mirar al frente, se encontró con todo tipo de cosas para hacer ejercicio, pudo detectar con su nariz un aroma acentuado a alfa, quien marcaba como tú territorio todo el lugar.
Era algo que lo puso con lo pelos de punta, ¡Su entrenadora era una alfa!, No tenía ninguna buena experiencia con ellos.
—¡Por aquí, chico!- la voz gruesa, pero de mujer, sonó en el sitio y le hizo dar un brinco, caminó como si se fuera a encontrar con la muerte.
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Te amo como eres. (Katsudeku./Omegaverse.)
FanfictionNuestro protagonista, Midoriya Izuku, es un dulce Omega. Aunque su personalidad no tiene nada que ver con lo que le ocurre. Sufre abusos en su preparatoria al ser un Omega, nerd, con lentes gruesos y gordo. Su mejor amigo siempre se mete en problema...