"La vida resulta ser muy irónica a veces.
Ella queriendo descubrir el mundo y él buscando los motivos necesarios para estar en él."
Una sola melodía bastó para que la barrera de lo inesperado traspasara sus corazones, ahora nada volverá hacer como a...
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•KAIDEN•
[Las palabras no valen nada antes las acciones. ¿De qué vale que diga que me alejaré de ti Ciara, si al final nuestros zapatos vuelven a estar uno frente al otro? ].
(...)
Necesito salir de aquí.
Camino agilizando mis pasos, no creí sentir estas cosas en mi interior, sensaciones... muy fuertes.
La idea era verte de lejos pequeña, no podría hacerte daño si me mantenía a distancia,pero ahora que he visto como me miras,sé que será difícil.
-Ehh muchacho ¿ya te vas? -Interviene la cálida voz del maestro
Asiento mirándole gentilmente
-Ya solucioné los problemas con la señorita Clay. -Argumento sin querer dar más detalles
-¡Quédate un rato! Va a empezar la clase Kaiden. -Dice en tono amigable
Hago una mueca de incomodidad, podría decir cualquier excusa, pero sé que sabría que estaría mintiéndole.
El maestro Gago es como de esos que saben cuando les mientes, tiene la experencia de toda la vida a su favor, frente a los débiles y viles mentirosos jóvenes.
-No creo que sea buena idea... -Añado para escabullirme
Ara llega hasta donde nosostros y nos mira alternamente de una manera muy cómica.
-Le estaba diciendo que se quedara a la clase -Informa el mentor
-Ohh si Kaiden quédate -Interviene ella en tono amable.
Siempre amable.
Bufo al ceder ante sus peticiones. La clase inicia y los niños le prestan atención a las sabias palabras de su instructor, me siento en una esquina del aula y observo toda a mi alrededor, como un infiltrado. Veo todo menos a ella, al final tiento haciéndolo.
Tan débil.
Hoy trae jean y una blusa ligera, Ciara no será la mujer con las curvas más exageradas del mundo, pero hay algo en su sencillez que la hace naturalmente hermosa, sin necesidad de nada más. Observo su andar, observo sus botas, realmente le encantan.
Botitas negras. Siempre botitas negras.
Sonrío sabiendo que no podré ver unas sin acodarme de ella, de ahora en más.
