"La vida resulta ser muy irónica a veces.
Ella queriendo descubrir el mundo y él buscando los motivos necesarios para estar en él."
Una sola melodía bastó para que la barrera de lo inesperado traspasara sus corazones, ahora nada volverá hacer como a...
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•KAIDEN•
[Es muy difícil revivir un corazón cuando está apagado y casi no lo crees tener, salvo para cumplir su función biológica. Sin embargo, mi corazón está resonando cuando está a tu lado y eso es algo incomprensible...simplemente inesperado].
(...)
Me sorprendo al ver a Ciara levantada tan temprano, hoy está decidida a invadir mi cocina,la observo desde un costado sin que ella se percate, está tarareando y examinado la nevera, se coge el pelo hasta hacerse una coleta y luego saca algunos huevos, queso y demás.
Lleva un camisón que le cubre hasta la mitad de sus muslos, sus piernas quedan expuestas, recapacito y subo la vista. Esta chica sí que es una fiera, otra seguiría llorando por lo traumático que solo ella sabe que vivió y sin embargo botitas negras no es de esas. No es de las que se echan y se vencen ante la vida.
Está decidida a crear su destino
Eso me gusta.
—¿Margarina? Ash margarina no —Bufa dejando todo patas arriba.
La miro sonriente.
—Uff no hay mantequilla. —Se queja para sí, al examinar sus ingredientes —¿A Kaiden le gustará el brócoli? ¿Y si no desayuna verduras? —Parlotea decidiendo que hacer.
Cruzo mis piernas equilibrando mi peso, mientras me divierto un poco más
—No, el brócoli queda descartado—Dice de la nada —¡Genial Ciara! Sino le va el rollo de las verduras, querrá uno solo con queso —Se da ánimos para sí.
Estallo en risas sin poder evitarlo. Ella se sobresalta y me mira avergonzada.
—Oye ¿desde hace cuánto estás ahí? —Me recrimina cruzando sus brazos
Dejo de reír cuando la observo, admirando su belleza natural así recién levantada, su pelo es un desastre de mechones café saliendo en muchas direcciones, la tela de su ropa está haciendo que desvíe la mirada. Se da cuenta cambiando de postura, baja sus brazos para que no se marque sus senos.
—Buenos días Ara. —Comento mirándole intrigado
Ella se da cuenta y bloquea mi curiosidad. La miro divertido, mientras sus ojos marrones me retan para que desista.
