El joven rey Jimin acaba de ascender al trono; su apariencia suave y tierna contrasta terriblemente con las decisiones extremas que ha estado tomando como política de seguridad y por las medidas contra los OMEGAS del reino, que cada vez se muestran...
La sala de audiencias estaba llena de gente, los oficiales del gobierno, los ministros, los amigos de la familia e incluso algunos curiosos del pueblo, queriendo saber cómo se iba a resolver el primer caso de justicia del nuevo rey.
El rey Jimin y su OMEGA están sentados en los tronos, que dominan la sala desde su posición alta. Frente a ellos, en el espacio casi vacío del centro, se encuentran los dos detenidos con la mirada en el suelo y aunque Hoseok se encuentra tranquilo, el rostro de la joven se ve atormentado y triste. El resto de las personas está ubicado alrededor , junto a las paredes del recinto, observando con curiosidad.
-- Estamos listos, majestades -- dijo Jungkook, quien se ha colocado al lado del rey Jimin, mientras que del lado de Yoongi se colocó el ministro Jin.
-- Traigan la joya -- pidió el rey y entró el OMEGA Choi con el valioso brazalete sobre un cojín.
-- El artículo presente -- comenzó Jimin -- se encontró en manos de la OMEGA Jung Ah Ro. ¿Puedes decirnos cómo llegó a ti esta joya?
-- Lo siento, su majestad -- contestó la joven sin levantar la vista -- no sabía que era una joya robada. No sabía que el solo hecho de poseerla era un crimen contra mi rey, de lo contrario nunca la hubiera siquiera tocado, pero no puedo decirle de donde vino. No puedo decir de donde vino.
-- Entiendo; aunque no es muy difícil imaginarlo -- comentó el rey Yoongi -- tu padre fue ministro de cultura y tenía las joyas a mano; o tal vez fue tu hermano quien robó las joyas, en cuanto tuvo oportunidad...
-- ¡No, majestad! -- gimió la joven con expresión de terror -- mi familia siempre ha sido leal al trono. Ellos no cometieron ninguna falta. La culpa es mía. Yo compré las joyas.
-- ¿Las joyas? -- preguntó el rey Jimin -- ¿Hay más?
-- Hay unos aretes de la misma hechura -- contestó la joven abatida -- los compre junto con el brazalete.
-- ¿Dónde están esos aretes? -- preguntó el rey Jimin con voz severa.
-- Están en mi casa, en mi habitación. Se encuentran en un cofrecito de caoba con acabados de oro, que está en mi tocador.
-- Un cofrecito de caoba, con acabados de oro... -- meditó el rey Yoongi, interviniendo -- ¿te refieres a algo como esto? -- y le mostró un dibujo del mismo cofrecito que recibió como parte del regalo de su pretendida suegra.
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-- Ese mismo, majestad -- dijo con voz rota la niña -- ¿también es un artículo robado?
-- Lo es; tu traición es tres veces peor de lo que imaginábamos -- contestó el rey Yoongi con voz decepcionada -- ¿Puedes decirnos quién fue el comerciante que te vendió éstas joyas? Eso mitigaría un tanto tu castigo.
