Capítulo #2

8 9 3
                                    

Él había insistido mucho en acompañarme, diciendo que este lugar era un poco peligroso, pero yo solo estaba asustada por lo que me espera cuando llegue al hotel, espero que ya estén todos durmiendo, por favor.

Calles y callejones oscuros, con unos pocos autos extraños pasando por ellos, pero no me asustan, ni un poco. El chico no me había dicho su nombre. Habíamos quedado en encontrarnos al mediodía en un café cerca de donde me hospedaba con mi familia. Lo que estoy haciendo está mal, pero espero que Dylan entienda que ya no quiero seguir con esto, no?

Entrando por la puerta del hotel, descalza y aún en vestido de novia, los empleados me miran raro, es divertido ver a la gente desesperada por saber que pasa en la vida de los demás, ahí donde los veo deben estar preguntándose qué coño habrá pasado para que yo llegue así a las 2 de la mañana, son unos chismosos. ¿A quién le importa? Es exasperante.

Mi habitación compartida con mi ex-futuro esposo es en el último piso, suit!! Tanta cosa para nada. Toco la puerta y espero por Dyl cabizbaja.

-Lo siento.-digo en cuanto abre, tirándome a sus brazos, casi a punto de llorar.

-No, no, Ru, no tienes que disculparte, creo que en el fondo ambos sabíamos que esto iba a pasar, tranquila.-dijo devolviéndome el abrazo.-entra anda.

Nos sentamos en la cama, él ya tenía puesto su piyama pero no había rastro de que hubiera estado durmiendo, tal vez esperando a que me dignara a aparecer.

-Y bien...dónde estabas?-pregunta para introducirnos en la conversación que obligatoriamente tenemos que tener.

-En la playa, me quedé dormida en una tumbona, no había notado que estaba tan cansada, organizar una boda es agotador.

-Y...? Hay algo más.-A veces me molesta que me conozca tan bien.

-Pues si, boté los zapatos en el camino.-suelto intentando bromear como siempre que estoy en una conversación sería. Él sonríe, definitivamente su sonrisa siempre va a ser mi favorita.-Un chico fue el que me despertó, me invito a salir.

-Ohhh, es un chico arriesgado, con vestido de novia y todo, nada lo detuvo, es un crack.-también bromea pero yo lo conozco, no le agradó la idea, al fin y al cabo es obvio que ambos hemos tenido sentimientos el uno por el otro por encima de nuestra amistad, pero es mi mejor amigo y no voy a mentirle. Nunca.

-Bueno si, pero vamos, que nadie puede resistirse a mis bromas y mi escultural figura.

-Me molesta que estés tan consciente de lo buena que éstas, no me das mérito por decírtelo.-dijo, y de repente se puso serio.-¿Aceptaste?

-Si.-respondí bajando la cabeza sin mirarlo a él, Dylan es la única persona en el mundo que puede hacer que me avergüence.

Y valla que , hasta yo me siento mal. No se merece esto.

-Ru, no importa, lo entiendo, de verdad. Hemos pasado por mucho, esto no va a detenernos ahora.-me coge la cara con ambas manos para que lo mire a los ojos.-Saldremos de todo este lío juntos, es lo que hemos hecho siempre, ¿no? No te preocupes por mí, yo te amo, en serio lo hago, por dios, pero no ha podido ser, solo eso, tu seguirás siendo mi mejor amiga siempre, no importa nunca lo que pase, además valió la pena, el sexo era maravilloso.

En serio, este hombre va a ser siempre el puto amor de mi vida, en esta y en mil más y nunca lo voy a olvidar. Lo amo más que a mi misma, y por eso, no puedo estar con él, tengo que dejarlo ir, libre, algún día cumplirá todos sus sueños, y yo seguiré siendo su mejor aliada por toda la vida.

-No tenemos porque deshacernos de eso y lo sabes-me inclino sobre sus labios y empezamos a besarnos desesperadamente.

Cuando me quita el vestido suelta una maldición entre dientes, pasándose la mano por el pelo al ver lo que traigo de bajo, siempre le a gustado el color rojo sobre mi cuerpo, según él, convina con mi pelo, y me ataca nuevamente con besos por todo el cuerpo.

**********
Desperté desnuda con el vestido al pie de la cama, Dyl aún dormía y me metí en el baño. Era extremadamente grande con una gran bañera en el centro del lugar, empece a llenarla de agua y verter pomos de burbujas y pétalos de rosa. Cuando estuvo listo me metí, sintiéndome relajada al instante.
Solo llevaba unos minutos ahí, cuando escuche que aporreaban la puerta de la habitación.

Y ahora, es hora de afrontar los problemas querida Ruth.

Me envuelvo en el albornoz enroscando una toalla en mi pelo mojado y saliendo del baño, la roca Dylan segue sin inmutarse, con el culo al aire, lo tapo mejor y voy a abrir la puerta.

Leah entra hecha una furia, soltando maldiciones hacia mí.

-Hola hermanita, yo también te quiero.- le digo poniendo los ojos en blanco.

-Espero que me digas algo que realmente me convenza, porque tuve que calmar a mamá para que no viniera a tirarte por el balcón pero puedo hacerlo yo. Ayer estuvimos a punto de llamar a la policía porque desapareciste y te buscamos por todos lados.-habla realmente enfada, entiendo su enfado pero tiene que dejar de gritar.

-Oye, ya baja la voz Dylan esta durmiendo. Vamos a hablar al balcón y si quieres después me tiras.-le digo tirando de ella para sentarnos en la terraza. Ya sentada comencé a hablar.

>>No sentía que estaba haciendo lo correcto, ok? Siento que hallamos tenido que gastar casi medio millón de dólares en esta boda, no podía arriesgarme a perder a Dyl más adelante porque yo no supe parar esto antes, lo hice, tarde pero lo hice. Él es una de las personas más importantes en mi vida, no sé que haría si algún día lo hecho todo a perder, sabes que tengo ese arte.-ella escucha con atención mi discurso sentada frente a mí. -No puedo imaginarme una vida sin él, es cierto, y todo eso me hizo equivocarme y confundir sentimientos, pero tampoco puedo imaginarme tener hijos con él, mi sistema entra en modo alerta, ni siquiera se si algún día quiero tener hijos, él sueña con una gran familia y tener una enorme mansión y yo solo quiero vivir en un tráiler viajando por todos lados, no puedo quitarle eso, no soy su chica ideal, ni de cerca, es demasiado bueno para mí.

>>Y no espero que lo entiendan, no necesitan entender nada, con que él me comprenda estoy perfectamente, y lo hace. No estoy hecha para tener un matrimonio feliz tomando vino en una noche fría junto a la chimenea, no puedo, y como sé que él nunca haría nada que yo no quisiera, se privaría de sus propios sueños para cumplir los míos y no puedo permitirme ser tan egoísta con alguien que es lo mejor que le puede pasar a una persona en la vida, es demasiado perfecto para alguien tan roto como yo.

No te habías dado cuenta pero estas llorando, y no has soltado ninguna broma.

Aguanta un poco, estúpida.

Me limpio las lágrimas y le suelto a Leah:

-Ah, y he botado los tacones.

-Oye te entiendo, pero podíamos... Espera, qué hiciste qué? Pero porqué? Eran caros-se lamenta fundiéndose en la silla.

-No puedo creer esto-río abiertamente.

-Dejame olvidar eso, porque te mataría pero te amo hermana, y eso se lo dejaré a mamá y a la abuela. Y volviendo al tema serio, te entiendo, conozco a Dylan y sé de lo hablas, es jodidamente perfecto, si, pero tu no estas rota.-me dice apretando mis manos y suelta unas risitas- y si alguien roto se ve como tú, wow, yo también quiero estar rota.

Comenzamos a reírnos y a hablar de todo el escándalo que se formó cuando me fui de la iglesia. Le conté mi pequeña aventura a la playa y sobre el chico del pañuelo, y que nos encontraríamos en el café de la esquina. Dylan ya había despertado y yo ya estaba cambiada y bajamos al desayuno familiar, todos estamos hospedados aquí y teníamos una sección del restaurante para nosotros solos durante la estancia, es decir, que todos desayunamos juntos, almorzamos juntos, comemos juntos, y ahora tenía que enfrentar las consecuencias de mis actos, todos a la vez.

My OceanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora