Estaba arreglándome para ir a la escuela, estaba triste porque había perdido mi libro. Lo quería seguir leyendo pero ya no podre porque se perdió. Ya lista, mi madre me llevo a la escuela ella me vio que estaba triste y me dijo de que no me preocupara, de que iba a aparecer. Pero era obvio que es no iba a pasar. Entre y empecé a hablarle a Michelle lo que había pasado ayer:
-Wau, que mal que se perdió tu libro, pero lo bueno es que te encontraste con Dylan.
-Si eso es lo bueno. Es tan guapo.
-Si todas lo aman y tu eres una de ellas, ya me di cuenta que no sabes cómo disimular para que no sepan quién te gusta.
-Si lo sé. Pero creo que deje tirado mi libro cuando me caí de la bicicleta.
-Si es una…
-¡¡¡Lucy!!!
Se escucho mi nombre en lo lejos del pasillo, Michelle y yo nos volteamos para ver quién me estaba llamado cuando vi a Dylan acercándose a mí, con un libro en la mano. Creo que era el mío vi el símbolo del sinsajo en la portada al levantarlo.
-Lucy.
-Hay, hola.
-Dejaste tirado tu libro al caerte de la bicicleta. Te lo iba a devolver pero cuando lo fui a recoger ya no estabas y entonces decidí dártelo hoy en la escuela.
-Gracias, lo estaba buscando y por un segundo creí de que ya no lo iba a recuperar.
Nos miramos por un largo tiempo sonriéndonos, sentí algo muy fuerte en mi, cuando nos estábamos mirando sentí de que solo nosotros estábamos todo era silencio y calma. Me sentí segura con el como si fuéramos los únicos en la tierra. Pero todo eso acabo al sonar la campana. Se arruinó todo.
-Mmm, bueno creo que tengo que ir a clase de química. Dijo el.
-Si yo también tengo que ir a clase de matemáticas entonces... vamos Michelle.
-Fue un gusto volver a verte Lucy.
-Igual Dylan, adiós.
Nos retiramos a nuestros salones, nos volteamos a ver por última vez y me volví a sentir segura. Seguimos por nuestro camino y Michelle me empezó a decir de que era muy guapo y de que estaba bien para mi, pero eso nunca va a pasar por que el tiene novia y como competir con Martha Johnson… no me puede dar una oportunidad soy linda pero no tanto como Martha.