Mi gran cita y casi mi primer beso

55 2 0
                                    

Ok, mi cita es hoy y no tengo nada que ponerme. Llevo más de tres horas revisando mi armario y probándome ropa y no tengo nada lindo, lo único que esta más o menos es mí vestido de mi quinceavo cumpleaños. Es con celeste suave y no tiene tirantes. No sé cómo me va ir hoy. Ya casi van a ser las doce. Pero afortunadamente me recordé de lo que use para la fiesta de Sofía, mi amiga de Los Ángeles, use uno jeans algo rasgados que no se notaba mucho, una blusa blanca que era escotada, con vuelitos, y florecitas pequeñas estampadas. Ese conjunto me gustaba y me lo puse. Baje a despedirme:

-Bien, mamá, Estephanie, me voy.

Mamá ya sabía lo de mi cita con Dylan, se puse feliz cuando le conte.

-¿Hija, pero porque no te pusiste un vestido?

-Es que mamá, no queria un vestido, queria algo comodo.

Mi hermana empezó a molestarme.

-Si, tu primera cita y vas desarregalda, que mal.

-Ok.-Mire a mi hermana con algo de enojo.-Me voy. Adiós.

Me fui caminando, porque Fridays estaba cerca de mi casa, entonces no se me hacia tan difícil ir. Llegue y entre al restaurante, vi a Dylan sentado en una mesa de al fondo. Me acerque lentamente hacia el y lo salude.

-Hola.

Dylan volteo y se puse feliz al verme.

-Hola, Lucy. Que linda te ves.

-Gracias, tú no estás mal.

 Me sonrió y me senté en la silla que le quedaba enfrente. Estaba algo nerviosa por lo que diría, por cómo me vestí, por cómo me comportaba, todo me preocupaba. Es la primera vez que salgo con un chico entonces no tengo  tanta experiencia. Entonces para romper el  hielo le pregunte algo sencillo.

-Y ¿Cómo has estado?

-Pues bien, ¿y tú?

-Yo, de maravilla.

Esto no podía ser más incomodo, era algo raro,  entonces me atreví a preguntar sobre el y Martha.

-Amm, ¿te puedo preguntar algo?

 -Claro.

-¿Por qué te separaste de Martha?

Se quedo un rato callado, sin decir ninguna respuesta, teniendo la mirada baja.

-Lo siento no debí preguntar fue algo tonto de mi par…

-No, no, no.-Me interrumpió.- Solo es que, nose,   me separe de ella por muchas razones, entonces no se si decírtelas.

-Me puedes contar todo, a menos que no quieras yo no te obligare a hacerlo.

Hizo una pausa, -Bien te contare, me separe de ella porque ya no la soportaba, me entere de que me estaba engañándo, me lo dijo mi mejor amigo. Entonces empecé a notar cosas extrañas de ella, se puso más competitiva por lo del baile entonces, me separe de ella porque ya no lo valía. Siempre ha sido así  muy creída desde el Jardín de Niños. Y detesto a las personas así.

-Pero si ya sabias de que era así, ¿Por qué le pediste que fuera tu novia?

-Porque cuando estábamos en sexto grado, empezó a verme de otra forma y yo a ella, entonces pensé de que había cambiado. Al hablar con ella eran largos ratos de conversación. Me comenzó a gustar al paso del tiempo y le pregunte en séptimo grado. Después me di cuenta de cómo era en realidad  y…y llegaste tú. Desde que te caíste y te vi por primera vez, mire algo en ti.

Sonreí nunca pensé que diría eso, es tan romántico. Sus palabras parecían poesía.

-¿Enserio?

-Sí.

Nos mirabamos uno al otro, era tan mágico ese momento, hasta que llego una mesera y rompió el momento. Tonta mesera porque tenía que aparecer en este momento.

-¿Qué van a ordenar? Nos pregunto la mesera.

-O si claro. Dijo Dylan leyendo el menú.

Pedimos y comimos, estábamos hablando cosas de nuestra vida, me sentí como si pudiera decirle todos mis secretos, nos gustaban las mismas cosas, leer y hasta los mismos libros. Fue tan especial ese momento, que hubiera querido que nunca terminara. Ya nos íbamos, el me acompaño hasta mi casa, ya era algo de noche. Llegamos hasta la puerta de mi casa y le di las gracias por todo.

-Bueno, me la pase muy bien hoy. Gracias.

-Si yo también, fue un gran día. Hay que hacerlo otra vez.

-Si definitivamente. 

Ese era el momento más esperado de mi vida, mi primer beso, nos acercamos lentamente uno con el otro, topamos nuestras narices, después las mejillas, y mientras nos íbamos acercando, rozamos nuestros labios, casi cerca de besarnos, pero mi madre tuvo que abrir la puerta y rápidamente nos separamos.

-Hay hija, que bueno que viniste yo…Lo siento interrumpí algo aquí, perdón.

-No mamá es que…

Me cerró la puerta en mi cara de un golpe y definitivamente arruino mi beso, mi primer beso más deseado de la vida.

-Lo siento es que ella es algo…

-Si lo sé. Bueno es mejor que me balla, se me hace tarde.

-Si claro. Amm, bueno adiós... Dylan.

-Adiós… Lucy.

 Se fue con una gran sonrisa en la cara y yo entre a mi casa, estaba algo decepcionada por no recibir mi primer beso, pero feliz porque había salido con Dylan. Me fui a la cama muy cansada y me quede pensando en cómo podía haber sido ese beso tan especial que he estado esperando durante toda mi vida, mientras pensaba en eso me quede dormida soñando sobre mi gran cita y casi mi primer beso. 

La vida de Lucy 1Todo empiezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora