𝐀𝐂𝐑𝐎𝐒𝐒 𝐓𝐇𝐄 𝐔𝐍𝐈𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄| 𝗥𝗔𝗖𝗘 𝗧𝗢 𝗪𝗜𝗧𝗖𝗛 𝗠𝗢𝗨𝗡𝗧𝗔𝗜𝗡

I

DESDE PEQUEÑA KIM HABÍA ESTADO FASCINADA CON LAS ESTRELLAS Y EL ESPACIO, general mente con todo lo que se relacionace con los vastos cielos infinitos sobre su cabeza. Adoraba aprender y llenar su mente de los distintos nombres de estrellas y galaxias las cuales su boca bien todavía no podía ni si quiera bien pronunciar por el pequeño y molesto retenedor en sus torcidos dientes, pero aun así lo hacia, intentaba con todas sus fuerzas ir memorizandolo todo, como una pequeña polilla adicta a la cálida luz, esa determinación y voluntad se habían vuelto su mayor combustible para la decisión que un día se volvería su vida y su futuro, quería ser una astropiscicista, estudiar los misterios de el universo tal como lo hacía su tía favorita, bueno, la única que tenía en realidad.

"¿Crees que enrealidad existan personas allá afuera? civilizaciones como nosotros tia?" Preguntó una pequeña Kim, su rostro regordete se encontraba elevado hacia los cielos nocturnos, por casualidad de el destino, una estrella fugaz surco los cielos en una estela luminosa velozmente. "Bueno, no exactamente como nosotros pero es posible, además, no crees que sería muy solitario ser los únicos en éste universo? no poder compartir las maravillas de la tierra..?" Habló la mujer adulta a su lado, su cálida sonrisa creció al ver como la pequeña asentía energéticamente en acuerdo. "Supongo..¡Quiero ser la primera en descubrirlo! y darles la bienvenida, para que vean lo buenos que somos y no nos hagan como en esa película de los marcianos que atacan" Exclamó elevando una mano en el aire mientras la mujer a su lado reía melódicamente ante su fervor. "Bueno pues, si cuando crezcas aun tienes el deseo de aprender entonces te prometo que te enseñaré todo lo que quieras" Le había prometido la mujer mientras súbitamente se preparaba para soportar la lluvia de abrazos y risas de felicidad por parte de la niña.

Es por eso que en realidad ahora se encontraba paseando por las calles de Las Vegas después de haber pasado el viaje en autobús de 16 horas para llegar al otro lado del país, pero el punto era que lo había logrado, todo por sí misma, muchos podrían pensar. Es preocupante ó triste ver a una joven adolescente casi adulta sola en un lugar como Las Vegas de todos los lugares. Pero ese no era el caso, ella honesta mente estaba feliz, extasiada para ser mas específicos, pues estar aquí significaba que finalmente podía hacer sus sueños realidad. Todo había podido ser logrado por su determinación de cabeza dura y muchos y muchos meses de trabajos banales en la cafetería de su vecindario donde habiendo recolectado miserables propinas la morena había logrado amasar tras el esfuerzo una cantidad suficiente para un boleto de autobús y dinero extra para comida en las varias paradas de gas en medio de la nada antes de llegar a su destino.

Honestamente no había sido para nada fácil dejar atrás a su madre y su hogar, su padre por otra parte era un caso de el cuál no gustaba hablar, el mencionado jamas había tenido un lugar en su vida así que le importaba poco sus opiniones sobre el asunto.