𝐀𝐂𝐑𝐎𝐒𝐒 𝐓𝐇𝐄 𝐔𝐍𝐈𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄| 𝗥𝗔𝗖𝗘 𝗧𝗢 𝗪𝗜𝗧𝗖𝗛 𝗠𝗢𝗨𝗡𝗧𝗔𝗜𝗡

VII

SI POR UN MOMENTO HABÍAN PENSADO QUE ESTABAN LEJOS DE EL PELIGRO, Kimberly Freedman tenía un par de cosas que objetar sobre el asunto, como por ejemplo la altura entre el techo y el suelo de la parte trasera de el edificio de el restaurante, desde su posición podía ver los múltiples vehículos y camionetas negras esparcidas a lo largo de toda la calle, algo le decía que la llamada que había recibido Jack casualmente no había sido una total coincidencia después de todo. Estaban aquí por ellos, más específicamente por Seth y Sarah y definitivamente no se irían sin ellos.

"Nos tienen rodeados" Susurró atemorizada, un escalofrío recorrió su columna mientras la brisa nocturna lanzó cabellos hacia sus ojos. "Un grupo está rodeando el lado opuesto, el otro pronto le seguirá" Sarah compartió através de el enlace mientras caminaban hasta el borde. Kim no temía a las alturas, solo a los probables e inevitables accidentes que surgían al tratar de encontrar el camino abajo de dichas alturas, no quería terminar rompiéndose una pierna ó cayéndose de cabeza solo porque cometió un error en el camino.

"Vamos, el auto no está muy lejos, con suerte nos subiremos y saldremos corriendo como el infierno" instó el musculoso taxista a ambas chicas mientras se agarraba a la cornisa antes de saltar hacia abajo, no muy lejos de él, Seth hizo lo mismo brevemente mientras soltaba la cornisa impulsándose hacia atrás en el aire. Un grito ahogado salió de sus labios mientras corría hacia adelante para ver, ambos hombres estaban parados en el suelo esperándolas ilesos, parecía que el rubio, el alienígena en particular, tenía un deseo de muerte, primero tomó el Sifón por su cuenta y saltó descuidadamente desde los edificios hacia atrás.

"Presumido" Kim se burló sin impresionarse. "No te preocupes Kim, mi hermano es muy resistente" Le dijo la rubia mientras tomaba agarre de el borde y se dejaba caer hacia el suelo, la altura no era una mortal, máximo unos 6 a 7 pies, pero no significaba que no le inspirase confianza a sus pies de goma. "¿Preocupada? quien dijo que estaba preocupada.." Murmuró la morena entre dientes. Ya con todos en el suelo menos ella, la morena trago un nudo en su garganta y se acercó a el borde, podía sentir la piel de gallina cubrirle los hombros bajo el suéter marrón. "Está bien, puedes hacer esto Kim, puedes-" repitió patéticamente el mantra. "¿Qué estás esperando? ¡Tenemos que irnos ahora!" El silbido exasperado de Seth llegó como un estallido a sus oídos en la noche silenciosa, debido a la distracción, sus manos perdieron el agarre del concreto y sus pies colgaron en el aire segundos antes de que ocurriera el desastre, sintió que sus dedos perdían el control y luego, en un abrir y cerrar de ojos, estaba cayendo directamente al suelo.

"Oh mierda!-" Un frío le invadió el pecho cuando la gravedad dejo de sostenerla, un pitido en blanco llenó sus oídos. "¡Kim!-" Sarah jadeó preocupada. Esto fue todo, después de todo lo que había tenido que soportar durante el día, caer de un edificio fue lo que finalmente la mataría, qué forma más triste y patética de hacerlo, diablos, incluso el asesino alienígena había recibido una bola de fuego de Sarah y sobrevivió. Hasta que todo su monólogo de muertes indignas llegó a su fin cuando dos brazos duros y de tonos cálidos la agarraron, sus ojos, que habían estado cerrados en los segundos que duró la caída, se abrieron detrás de una cortina de cabello oscuro y revuelto para ver a dos azules oscuros. Los ojos le devolvieron la mirada, sus narices tan cerca que la mente de Kim no tenía la habilidad de discernir qué aliento pertenecía a quién.

Una tos vino desde su derecha.

"Uh, si terminaron con el momento de la película para chicas, creo que es hora de que nos vayamos" llegó la voz de Jack Bruno sorprendiendo la niebla que había nublado sus mentes, mirando por encima del hombro Kim deseaba que el suelo se la comiera mientras la sonrisa de Sarah cubría todo su rostro. Como una madre satisfecha, nada espeluznante.  Tenga en cuenta el sarcasmo.  "Puedes dejarme ir ahora, por favor" siseó Kim con la garganta seca mientras le hormigueaban las manos, sin hablar Seth le permitió alejarse de él. "Se están acercando, Jack Bruno, el sheriff Anthony solo pudo detenerlos por un tiempo, debemos darnos prisa" Sarah susurró ominosamente, su miedo podía ser discernido entre sus palabras. Asintiendo, Jack cruzó el estacionamiento, la tierra se levantó en la oscuridad mientras saltaban una cerca de metal.