Destinados

7

Lo que Adrien quería evitar, acababa de suceder en el colegio, al concluir las clases de esgrima.

Ante él, se encontraban Félix y Kagami, viéndose fijamente, en lo que parecía ser una competición de miradas frías.

El rubio, se froto los brazos y dio un suspiro, saliendo vapor de su boca.

Bien... no se esperaba éso.

-Genial, se están multiplicando, ahora son dos.- dijo Kagami mientras se daba media vuelta.

Aceptó volver a ser amiga de Adrien luego de que terminaron y él le insistió, pero lidiar con dos Adrien... ni si le pagan.

-¿Qué haces con ésa estoqueta?
Te puedes lastimar... ¿niña? ¿niño? Lo que seas.- dijo un molestó Félix, con toda la intención de hacer enojar a la peliazul por lo que dijo.

Kagami, se detuvo y se volteó a verlo, muy enojada.

-Oye, respeta a Adrien, sí quiere practicar esgrima, no tienes derecho de decirle algo.- dijo la japonesa, atacando a Adrien quien entre cerró sus ojos.

Algo le decía que a pesar de ser amigos, Kagami tenía algo en su contra.

-Es más, voy a defender el honor de Adrien.
Pelea contra mi y demuestrame que no sólo sabes atacar con palabras.- dijo la de pecas, fulminando con la mirada al rubio que vestía de negro.

No dejaría que un niñito de mami le venga a decir que debe y que no hacer.

Félix, le extendió su mano a Adrien, sin mirarlo, listo para el combate.

Adrien, miró la mano de su primo con confusión y la tomó, para saludarlo.

-Cierto, me olvidé de saludarte ya que salí antes de que te levantes.- exclamó el ojiverde, con una gran sonrisa.

Su primo era tan educado, debía aprender tanto de él.

Félix, miró a su primo con dolor.

Era tan doloroso ser primo de alguien así y peor todavía, tener el rostro parecido.

-Te estoy pidiendo la estoqueta, pedazo de animal.- dijo Félix, haciendo lo mejor para contener su enojó.

Adrien, miró a Kagami con preocupación y al ver como ella asintió con la cabeza, le dio su estoqueta a su primo.

Usualmente impediría éso, pero Kagami se burló de él y Félix le dijo pedazo de animal, así que estaba muy dolido como para hacer algo.

-Te llamas Félix, ¿verdad?
No te contengas o te podrías romper una uña.- dijo la chica mientras se dirigían a una mejor zona para combatir.

Debía acabar rápido con éso porque quedó en salir con Marinette y las demás chicas, y sí Marinette los veía peleando, los detendría.

-Soy un fiel creyente de la igualdad de genero, así que a diferencia de mi primo, yo no tendré piedad contigo... ojos rasgados.- dijo Félix, mientras ambos tomaban algo de distancia.

-Mi nombre es Kagami, Kagami Tsurugi.- dijo la chica, preparándose para pelear.

-Creo que estoy perdiendo la memoria porque no recuerdo habertelo preguntado.- exclamó Félix mientras se ponía en posición de pelea.

Adrien, sintió ganas de detener éso pero quizás ya era demasiado tarde.

-¿No te vas a poner algún tipo de protección?- pregunto Kagami al ver que ése chico ni se preocupaba por ponerse alguna protección.

Quizás sólo sea un hablador y de hecho no sabe ni como luchar.

-No hace falta, acabaré con esto rápido.- dijo Félix, de manera sería.

Kagami, fruncio el ceño antes de bajar su careta.

Ella sería quien acabé rápido con éso.

Unos minutos después.

Kagami yacía en el suelo, con sus brazos y piernas extendidas, muy agotada mientras Félix estaba a unos metros, moviendo la estoqueta que le prestó su primo.

-Eres buena, lo admito, quizás puedas derrotar a Adrien en una batalla que no sea por puntos sí él no es amable, pero conmigo... no.- dijo el rubio.

Adrien, sintió tantas ganas de levantar un pulgar al ver lo genial que se veía su primo, pero se contuvo.

El orgullo de Kagami estaba dañado al máximo, así que mejor no provocarla.

-¡Exijo la revancha!- gritó Kagami, mientras se sentaba.

¡Ése combate fue glorioso!
Fue tan increíble que no le importaba perder, sólo lo quería volver a repetir.

-No, a diferencia de mi primo y tú, que solo respiran cuando sus padres se lo ordenan, yo tengo vida propia.- exclamó Félix, con toda la intención de hacerla enojar.

Kagami, fruncio el ceño, molesta por recibir una negación a su solicitud de una revancha.

-¡Kagami!

El grito de Marinette se oyó y todos voltearon para verla, acercarse preocupada.

-¿Qué te pasó? ¿Estás bien?- pregunto la azabache, ignorando a los chicos.

Kagami, sonrió con malicia mientras veía a los rubios.

-Marinette, ésos dos me hicieron esto, vengame.- dijo la japonesa, abrazando a su amiga.

Félix, se vio claramente enojado por ésa mentira y Adrien, espantado mientras Marinette los veía con enojó.

-Ustedes... par de bravucones, luchen contra las dos a ver sí son tan machitos.- dijo la ojiazul mientras se ponía de pie junto con Kagami, agarrando la estoqueta.

Adrien con ganas de llorar y Félix con fastidio, vieron como Kagami les sonreía con burla y les sacaba la lengua.

Ésa chica era muy mala perdedora, y Adrien estaría enojado con ella.

¡Todo el progreso que había hecho con Marinette y Félix para que sepan que se aman, había sido eliminado por la aparición de Kagami!

Éso le pasa por haber querido ser su amigo luego de haber sido un mal novio.

Continuará...
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¡Hola!

¡Alerta spoiler!

Me gusta torturar y burlarme de cada personaje de la serie de miraculous, excepto una, Rose por caerme extremadamente bien el personaje ése y el de Iván, y el capítulo que se estrenó... voy a aplicar la llorision.

No sé que enfermedad hicieron que tenga y creó que no lo dice en el capítulo, pero aún así, me llegó un poco a mi helado corazón y más por ver a Juleka tan preocupada, sobretodo por la foto de ella en cama, dicho por alguien que vio a su padre por años en la cama de un hospital.

No se preocupen, no haré una historia sad sobre éso.

Bueno, volviendo a algo no tan sad, no se preocupen, en el siguiente capítulo de esta historia, Marinette no matará a Adrien y Félix.

Espero que les haya gustado el capítulo.

Volveré...