Parte tres: ¡no rompas eso!

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—¡No rompas eso!— lloriqueó Jimin, corriendo por toda la casa para recuperar el disco de vinilo favorito de su hyung.

¡Mienteme y dime que esto esta libre de sus cochinada! —le gritó en respuesta el diablo, subiéndose al congelador y sacudiendo los cachos en el aire. —¡Pecadores!

—¡Mira quien habla de pecado! —Jimin arrastró una silla para subirse en ella y alcanzar el disco —¡Dámelo!

Todo había estallado luego de que Jimin le confesara que esos cuernos los había usado justo días antes, cuando renovó su marca con Yoongi, dejando al diablo con un aparente ataque de repulsión.

¡Mienteme!

¡Supéralo! —dio un salto y alcanzó el disco, cayendo al suelo y corriendo de inmediato hacia la habitación para resguardar ese preciado objeto. Cuando volvió a salir, vio al diablo sentado en la silla, mirando hacia la nada y con los cachos puestos otra vez. —Y...¿cuándo planeas irte?

El diablo lo miró —Yo no me voy, tú me tienes que sacar.

Jimin se llevó las manos a la cintura —Hubieras dicho que era así de fácil ——caminó hacia la puerta de entrada y la abrió —Largo.

¡Así no! —el diablo se levantó y le cerró la puerta, el omega aún no podía superar el aspecto gracioso que tenía —Tiene que ser más bonito, con elegancia y palabras hermosas ¡así como me trajiste!

Jimin rodó los ojos y lo esquivó, cuando entendió lo que quería decir, patinó sobre el piso hasta tomar su celular que descansaba en la mesa y entró a Youtube, leyendo nuevamente la oración en voz alta frente al diablo, pensando que así lo sacaría de su casa, pero solo consiguió obtener una risotada por parte del espíritu.

No será así de sencillo, omega bonito, esa oración me trajo, ahora tienes que buscar cuál me sacará.

¡¿Pero como que te trajo?! ¡Si era un amarre! ¡No una cosa para...¡invocar espíritus!

—Espíritu y diablo suena muy secodijo pasando por su lado y sentándose arriba de la mesa, justo en el centro —Dime Hoseok.

Jimin se revolvió el cabello frustrado, corrió una silla y se sentó frente a él, tomando nuevamente el celular entre sus manos y abriendo la barra de navegación para escribir: "¿cómo sacar al diablo de mi casa?" y encontrar casi mil resultados con más mentiras que su amor por las matemáticas. Leyó una por una y recitó cada cosa que encontró, pero los lentes y los cuernos seguían frente a él, Jimin estaba seguro de que si pudiera identificarle él rostro, lo primero que vería sería una sonrisa burlesca y socarrona.

Pero el alma se le fue del cuerpo cuando su lobo sintió a su alfa en la entrada de la casa, se levantó como un resorte y se apegó a la puerta, impidiendo que Yoongi pudiera ingresar luego de haber metido la llave —¿Jimin? —preguntó su mayor, ejerciendo presión para abrir la puerta —Sé que eres tú ¿por qué bloqueas la puerta?

El omega apretó los labios, pero al sentir el cuarto golpe en la madera se vio obligado a suplicar —¡Le prohíbo entrar! —sintió el desconcierto del lobo de su alfa a través del lazo y solo pudo liberar feromonas para decirle que todo estaba bien, pero que la entrada no estaba permitida.

—¡Jimin! —reclamó Yoongi —¡Abre!

Sabía que no tenía oportunidad contra su alfa, el mayor le ganaba en fuerza, rapidez y poder, pero nada perdía con intentarlo —¡No insista!

¡Abre!y pesar de la resistencia de Jimin, su lobo agachó la cabeza al oír la voz de mando. Abrió la puerta lentamente y vio el rostro preocupado de su mayor al otro lado —Lo siento...no quería usar mi voz de mando.

—¡Hola, alfa Yoongi!

Jimin...¿por qué tus cosas de lencería me acaban de saludar?

—Puedo explicarlo, hyung.

Y vaya que sí debía explicarlo, o su mayor sufriría un paro cardíaco en ese mismo instante.

¿Como sacar al diablo de mi casa? | YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora