La resignación y el regreso

78 1 0
                                    

Yeray

Ayer mientras estaba en el aeropuerto, conocí una chica, era hermosa, venía llegando de un intercambio en Estados Unidos por lo que me dijo, estuvimos conversando hasta que llegaron por ella, me dijo que tenía una hermana y vivía con su papá, antes de que se fuera pude obtener su nombre y el nombre de la universidad en donde iba a estudiar que era el Trinity College, fue todo lo me dijo antes de que se fuera corriendo hacia un señor que supuse era su padre, mientras meditaba todo esto apareció mi hermana y ni cuenta me di hasta que su grito me saco de mi meditación.

-¡Yeray!, diablos hazme caso que te estoy hablando.

-Cielos tranquila que irritable eres, ¿Alguien te lo ha dicho?- mientras le decía esto me pare de mi cama dispuesto a bajar y comer algo, ella me siguió.

-No, nadie me lo había dicho, pero bueno es que estabas como ido y llevaba ya varios minutos hablándote.

-Bueno es que estaba pensando- ya había llegado a la cocina por suerte había fruta y jugo.

-Bueno, ¿se puede saber en qué pensabas?

-No, y ya déjame en paz.-Ravén era un año menor que yo.

-¿Es una chica?-En cuanto lo dijo me atragante con la fruta, era una maldita no sé cómo diablos siempre daba en el punto.

-Ja ja ja, tienes que decirme quien es Yeray.

-Diablos mujer déjame en paz de acuerdo no es nadie.-me levante de la barra y me dirigí a mi cuarto, aunque claro Ravén venía siguiéndome.

-Si me dices puedo ayudarte con ella.

-No Ravén no puedes ayudarme entendiste ya déjame.-estaba a punto de cerrar la puerta de mi cuarto en su cara cuando ella se adentró y se tumbó en mi cama- vamos Ravén sal de mi cuarto necesito hacer tarea y quiero estar solo.

-Tranquilo, me iré en cuanto me cuentes quien es ella.-sabía que no se iría hasta que no le contara así que decidí contárselo total existía la posibilidad de nunca volverla a ver, le conté todo lo más resumidamente y ella solo hacia sonidos como de oh, oww's o quién diría eso de ti Yeray, al final de la historia se quedó cayada como meditando todo.

-Sabes tienes suerte estudiara en el Trinity College debe de ser algo así como una cerebrito, digo ya sabes es muy difícil entrar ahí, ¿Cuál es su nombre?

-Su nombre es Ariquen y si lo se digo he trato entrar ahí hace 2 años y no tenido suerte en cambio tu- era la primera vez que mencionaba en voz alta su nombre y sonaba tan hermoso, esa chica me había impactado.

-Bonito nombre.-Dijo mi hermana- Y ya vez que puedo ayudarte, yo iré a estudiar allá puedes venir conmigo y buscarla.

-Estás loca Ravén, mis papas nunca me dejaran ir.

-Si quieres volver a ver a esa chica es lo que tienes que hacer.

-No, me olvidare de ella y punto.

-En serio que eres idiota Yeray.-diciendo eso Ravén salió de mi cuarto dando un portazo.

No me gustaba ver a mi hermana tan molesta pero es que no estaba siendo realista, nunca iba a volver a ver a esa chica y ella tenía que entenderlo, llevaba 2 años intentado entrar a esa universidad por medio de una beca de deporte y no lo había logrado y estaba resignado ya a nunca entrar y mucho menos volver a ver a esa chica.

Ariquen

Anaik llego ayer me daba mucho gusto que estuviera aquí, mi papá había ido por ella al aeropuerto por ella y hoy estábamos desayunando en casa me encantaba que estuviéramos todos juntos.

-¿Y bien hija estas feliz de estar de regreso?-le pregunto papá a Anaik, ella me dedico un sonrisa y luego contesto.

-Por supuesto papá ya extrañaba mucho estar con ustedes.

-Nosotros también te extrañábamos Anaik.-le dije.

Desde que mamá había muerto solo habíamos estado nosotros tres, nos teníamos únicamente el uno al otro.

-Bueno mis niñas me encanta de nuevo tenerlas aquí juntas.

Le sonreímos a papá y nos tomamos de las manos.

-Bueno niñas me tengo que ir, nos vemos en la tarde para la comida.- diciendo eso papá se paró nos dio un beso en la frente a mi hermana y a mí y se fue.

-Bueno nos hemos quedado solas, ¿Qué vamos hacer?-dijo Anaik sonriendo.

-Bueno creo que te mueres por ir de compras, ¿no?

-Tú si me conoces hermana, solo voy por mi bolsa y nos vamos.

Anaik y yo éramos totalmente diferentes mientras ella le gusta irse a encerrar en un centro comercial a mi encantaba salir a caminar o correr, estar al aire libre, sin embargo me divertía con ella y teníamos aproximadamente un mes antes de entrar a la universidad lo que significa hacer muchas cosas que no me gustarían con ella.

Hasta la eternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora