DESEO

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POV: (T/N)

- ¿De qué hablas mocosa?, se más específica.

- Fuiste tú, quien me tiro al agua, ¿miento?

- ...

- No te preocupes, no te guardo rencor.

¡¿QÚE ACABABA DE DECIR?!, ¿Por qué no le guardaba rencor?, ¿acaso sentía algo por él?...

IMPOSIBLE, debía ser el deseo carnal.

- Eres muy linda.

- ...

- ¿Cómo puedes perdonarme?, en realidad te hice algo cruel, en verdad lo siento.

Seguía en sus cálidos brazos, cogí sus hombros, me incliné y lo besé.

- Quedas perdonado. -Dije al separarme del demonio, lanzándole una cálida sonrisa.

 -Dije al separarme del demonio, lanzándole una cálida sonrisa

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POV: (NARRADOR OMNISCIENTE)

Sukuna estaba impresionado, ¿tú lo querías?, ¿era el mismo sentimiento que él sentía por ti?, los humanos eran confusos en todo sentido, pero él no se permitiría sentir eso.

Se dejó llevar por sus instintos depredadores 7u7, te cogió de los muslos cargándote mientras te besaba apasionadamente.

Tu enredaste tus piernas en su cintura para un mejor agarre, lo abrazabas por encima de los hombros.

A ti te encantaban sus tatuajes, querías ser aquellas líneas negras para recorrer todo su cuerpo.

Sin pensarlo mucho, seguiste el beso, apartaste una de tus manos del abrazo para llevarla hasta la abertura de su kimono que descubría un poco su pecho, con delicadeza recorriste sus pectorales con las yemas de tus dedos siguiendo el camino de aquellas líneas.

Sukuna llevo sus manos que se encontraban en tu espalda hasta tus glúteos, afirmándolos y manoseándolos sin pudor.

Él estaba tan excitado que solo se dejó llevar. Él caminó contigo en brazos hasta la cama, tú estabas tan concentrada en la lujuria del momento que te habías olvidado de que solo traías la toalla, esta cayó al suelo, quedándote completamente desnuda.

Estabas totalmente avergonzada, tus mejillas tomaron un tono carmesí.

- Sonrojada te ves más profanable mocosa. -Dijo Sukuna con una sonrisa pícara. -Eres hermosa, deja la pena.

Después de escuchar eso sentiste como él te dejaba caer suavemente en la cama, se recostó encima tuyo, pero sin apoyar todo su peso sobre ti, entonces lo pudiste sentir, una protuberancia en tu entrepierna, si, era el dotado miembro de Sukuna, en medio de una erección.

Soltaste un gemido, pero llevaste tus manos a tu boca al percatarte de lo que habías hecho.

- Tsk, quita tus manos de ahí, me excita que gimas, verás, si realmente continuamos no habrá vuelta atrás, te haré gemir mi nombre maldita meinu. (Perra en japonés).

SU TESORO (SUKUNA Y T/N)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora