N O I S E

144 4 0
                                    

LAW, ROSINANTE & LUFFY

Los viajes largos y llenos de pláticas y música le eran agradables pero no sus favoritos. Si fuera por él, hubiera elegido un lugar para caminar, explorar, subir o bajar, nada parecido a estar al menos 3 horas sentado con un hombre que fuma mucho y que lo único que sabe hacer es quejarse de su hijo. Pero aun así era agradable, le gustaba cuando él le dejaba poner música o cuando le tocaba las piernas suavemente, luciendo su anillo de casado.

—Coraaa, paremos para comprar algo para el calor, el verano suele ser horrible cuando estás sentado por mucho tiempo – decía mientras hacía aire para él, moviendo su camisa ligera estampada, provocando un poco de frescura en su torso.
—Luffy, ya es la quinta vez que quieres parar por algo – suspira el hombre que manejaba, era bastante tolerante cuando se trataba de aquel niño, pero parar cada media hora era estresante.
—Por favor, prometo pagarte cada una de las paradas – en su voz se le notaba el encanto que le gustaba al rubio, le encanta cuando él con su voz podía decir muchas cosas sin decir lo que realmente estaba pensado.
—No es necesario, pero creo te tomaré la palabra – Luffy rio un poco, acomodándose en el asiento y sintiendo la brisa que entraba por la ventana. Estaba aburrido, muy aburrido, estaba teniendo problemas con sus emociones esa tarde, tal vez por el calor o porque estaba atrapado sin poder moverse, por lo que tal vez sólo por esa vez quería indagar en cómo iba la vida de su amante sólo por curiosidad.
—¿Cómo está tu esposa? – quería sonar desinteresado pero por dentro estaba muriendo por querer saber todo, no siempre se preguntaban de su vida porque de eso no iba su relación.
—Bien, va bien. Ya consiguió trabajo en un local de perfumes.
—¿Y tu trabajo?, ¿ya descubrieron que te gustan los chicos menores? – con aquella pregunta el hombre alto sonrió nervioso y lo miró de reojo para lanzarle una mirada un poco enfadada. Luffy pensó que esos ojos eran bastante bonitos.
—¿Siempre eres así? – se quedaron callados un momento, a decir verdad aquella pregunta no se la esperaba.
—¿Cómo está Law?, hace mucho no sé de él – tragó saliva. Extrañaba a ese chico, desde que se cambió de escuela no lo había podido contactar y tampoco era como si él se esforzara en buscarlo o conservar su amistad, tal vez las únicas veces que lo había visto después de que él se fuera había sido cuando Corazón lo llevó a su casa para pagarle un favor que le había hecho, pero él ni se había atrevido a verlo —. ¿Crees que siga enojado?
—Es lo más probable – Corazón volvió a suspirar —, pero no te preocupes, volverá a hablar contigo – las mentiras no eran el punto fuerte de ninguno de los dos, pero escuchar una piadosa le calmaba el día.
—Mientras no sepa que me acuesto con su padre, ¿no?
—Luffy, basta. ¿Qué te pasa el día de hoy? – dijo con un tono de voz enojado, totalmente contrario a la expresión de preocupación en su rostro.
—Nada realmente, creo que sólo estoy aburrido – la incomodidad en su pecho empezaba a crecer con Luffy haciendo ese tipo de preguntas pero para su alegría una tienda se asomaba a la lejanía. Luffy bajó desesperado del coche para estirar las piernas, entró a la tienda con el dinero que Cora le había dado, compró muchas cosas para el camino que les quedaba por recorrer para llegar a casa. Mientras elegía todas las cosas que el dinero que tenía podía comprar, se sintió frustrado, enojado, bastante decepcionado con él y con Rosinante, ¿por qué estaba de regreso de vacaciones con el padre de uno de sus amigos? Mientras tomaba las cosas de los estantes podía recordar todo lo que había pasado hasta la fecha, tan lento y doloroso.

Conoció a Rosinante cuando Law lo invitó a su casa para ayudarle a estudiar para un examen de matemáticas.

"No lo necesito, puedo pasar por mis propios métodos".

"Si con métodos te refieres a acostarte con los profesores entonces no es válido".

A primera visto le pareció un hombre muy guapo, alto, muy alto, una de sus debilidades estaba en ese cuerpo, y después descubrió que una sola persona podía tener todo lo que a él le gustaba, un hombre limpio, elegante, seductor, detallista, bastante inteligente aunque podía ser muy torpe también, con una economía bastante estable y casado. Sí, aquel hombre tenía todo lo que era su punto débil, pero era el padre de su mejor amigo, no podía hacer mucho.

Verano siempre me recordará a ti #OnePieceWeek2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora