Verano siempre me recordará a ti #OnePieceWeek2021

V I B R A N T E

SANJI & LILY

Primavera

Las luces del establecimiento se iban apagando mientras la luz del sol salía del horizonte. Por la mañana se podía escuchar el cortar de verduras y carne, el freír del aceite y los platos lavándose bajo el agua fresca del frigorífico. No era un gran lugar pero era bastante cómodo, daba esa sensación hogareña con los adornos que andaban alrededor de las mesas o con el atender de los meseros y si habláramos de la comida simplemente era maravillosa, tenía el punto perfecto de combinación de sabores y texturas. Por la tarde era cuando más personas entraban al local y todo estaba muy caluroso y se podía escuchar la ola de personas que hablaban mientras esperaban ser atendidas en el pequeño restaurante de comida que había en esa zona.

-Aquí está su orden – la chica de piel canela le entregó su plato de fideos de arroz, sus manos delgadas se movían rápidamente para quitar algunos utensilios que ya no se requerían.
-Me alegra haber alcanzado el último plato, realmente se acaba muy rápido aquí, ¿no? – las manos del joven se movían rápido para tomare el tazón y comerlo, en su rostro se podía ver el amor que le tenía a ese platillo.
-Sí, todo se acaba aquí algo rápido, pero si quiere que le aparte algo puede pedírmelo – su sonrisa amigable no se sentía como una obligación, ni sus palabras eran como "el cliente es el que tiene la preferencia". Eso fue lo que más le gustó del lugar porque no sólo la comida tenía esa sazón hogareña, sino que también sus empleados eran igual de cálidos.
-Gracias. Dime, si no te molesto, ¿cuál es tu nombre? – dejó por un momento de saborear el perfecto sabor del caldo de su tazón y le prestó su total atención a aquellos ojos azules.
-Lily, no importa si no estoy, le puedes decir a cualquier empleado que vienes de parte mía y te pueden hacer un descuento muy bueno – sostenía la bandeja de aluminio con sus manos y sus ojos tenían un bonito brillo con la luz de los focos arriba de ella.
-Gracias, de nuevo, eres bastante amable.
-No es nada, usted también parece alguien muy amable que disfruta mucho de la comida – se movía inquieta en el mismo lugar – y cualquiera que la ame tanto como yo se merece un buen trato – en el fondo del lugar los gritos de una chica le llamaban a volver a su trabajo -. Lo siento, tengo que irme, disfrute su comida...
-Sanji, dime Sanji – asiente ligeramente sin perder una pizca de su sonrisa.
-Gracias por su preferencia, Sanji – se disculpa y se va tan rápido como el paso se lo permite.

Verano

-¿Por qué no salimos? Aunque sea una vez, siempre te veo trabajando día y noche en este lugar.
-No tengo tiempo, mantener este lugar es bastante trabajo y esto nos permite poder vivir, además sabes que no tengo permitido salir – su voz bajaba de ánimo cuando hablaban de salir o cuando algo tenía que ver con su padre. Limpiaba las mesas sin ganas y Sanji le ayudaba a acomodar unas sillas.
-¿Con vivir te refieres a ser esclava de un restaurante? – la actitud en su voz no le había agradado a la peliverde, lo sabía en el modo en que movía el trapo por la mesa. Se quedaron callados mientras recogían las cosas del lugar, esa noche le había tocado a Lily cerrar el restaurante sola, si no fuera por Sanji le hubiera costado el doble de trabajo hacerlo por su cuenta.
-¿Y cómo te va en la universidad? – Sanji sabía que a ella le encantaba escuchar historias de su universidad, de sus amigos, de las noches en las que se había desvelado por hacer trabajos teóricos y de sus experiencias haciendo sus prácticas profesionales, también sabía la razón por la cual amaba escucharlo hablar de toda su experiencia universitaria.
-Ya sabes, los últimos semestres son emocionantes pero también pesados y al mismo tiempo no – simplemente ella no podía ir-. La siguiente semana mi facultad va a tener un evento para recaudar fondos y terminar de construir las aulas de un edificio que quieren usar para tener las aulas de idioma interactivo – la miraba de reojo, su cabello chino esa vez lo traía suelto. El rubio amaba cuando ella se lo soltaba, lo tenía hermoso y le estaba creciendo mucho, conociéndola tenía la corazonada de que en algún momento se lo cortaría -, podrías ir y...
-Sanji, no de nuevo por favor – tenía ese tono de dolor que sólo ella podía expresar tan bien -, no... Puedo, realmente no puedo – lo miraba tan triste que él también se caía a pedazos con ella, le encantaría decirle que se fuera a su casa, que su familia la recibiría y podría estudiar lo que ella quisiera, que no tendría que preocuparse por su padre o por preparar 200 platillos distintos cada día, pero podía escuchar su respuesta tajante y dolorosa.
-Bien – la tristeza de su amiga también le hacía daño, lo hacía enojar porque no podía creer que sólo pudiera estar a la sombra de lo que decía su padre. Trabajaba, sabía hacer muchas cosas, era mayor de edad podía irse de ahí y vivir por su cuenta, ¿por qué no lo hacía? –, pero quiero que tengas presentes que si algún día decides irte del nido, puedes venir al mío – no la vio temblar y tener los ojos cristalinos cuando pronunció aquellas palabras con tanta seguridad pero él deseaba que al menos un poco de sus palabras y su apoyo la ayudaran a saber que no estaba sola. ¿Cuándo podría volar tan lejos de ahí?