No en vano, para la astrología tradicional, Júpiter es el planeta de la fortuna. Sólo tenemos suerte cuando nuestros sentidos funcionan bien. Quien va por el mundo dormido o con los ojos medio cerrados se pierde muchas cosas. En cambio, una persona con una percepción sensorial despierta reconoce al instante las ventajas, los inconvenientes y, espontáneamente, se decide por lo correcto. Reacciona de manera rápida y segura, y aprovecha las oportunidades que se le ofrecen. Se dice que las personas jupiterianas irradian confianza, convicción y se ganan la simpatía de sus semejantes.
Está de más decir que, a estas alturas del partido, tanto Jay como Kari se sentían totalmente invencibles. La poca química que había entre los dos, en un simple instante, creció exponencialmente. Por supuesto, este sentimiento duro todo el tiempo que se mantuvieron abrazados. La sensación que estaba viviendo en ese momento nuestro protagonista, era algo plausible para su reprimido corazón. Era cálido, reconfortante y, sobre todo, un sentimiento nuevo.
Se vivía toda una odisea: el cuerpo de Kari era relativamente más reducido que los anchos hombros de Jay. Podría decirse que el torso Kari se perdía entre los brazos fornidos del alumno rebelde. Todo esto ocurriendo bajo la hermosa sinfonía de la campana de salida, que indicaba el final de una clase. Tras bajarse del paraíso en el que estaba, Kari reaccionó para interrumpir el abrazo.
Kari: — ¡Vaya! Creo que tengo que entrar a clase, la alarma está sonando — dijo el sonrojado chico, echándose disimuladamente para atrás.
Jay: — ¡Oh, cierto! Pero, ¡aguarda! — tomó al chico del brazo — Quisiera agradecerte todo lo que has hecho por mí hasta ahora ¿puedo?
Kari: — ¡No tienes que agradecer, Jay! Solo cumplo con mi promesa.
Jay: — Pero ¿puedo agradecerte?
Kari: — Claro, si quieres....
Jay: — Entonces nos vemos en el estacionamiento a la hora de la salida
Kari: — Esta bien, pero enserio debo irme ahora. ¡Nos vemos!
Con esa incómoda despedida, el joven e incrédulo Kari salió corriendo de aquella escena.
De inmediato, tomó camino hacia su salón de clase; donde ya lo estaban esperando, impacientemente, sus dos leales y estrictos amigos.
Selene: — ¿Dónde estabas? La clase está a punto de comenzar y tú andabas desaparecido. ¡Mira tu cara! ¿por qué esta tan roja? — la chica le empezó a examinar las mejillas
Leo: — Estabas con "él"..... — pronunció el chico
Kari: — Se llama Jay, Leo; y sí, sí estaba con él.
Selene: — ¿Cuándo empezarás a tomar enserio tu papel en esta escuela? ¡El futuro presidente estudiantil no puede llegar tarde a ninguna clase! ¿Estamos de acuerdo?
Kari: — ¿Tarde? Solo fueron cinco minutos, no entiendo por qué hay tanto alboroto — el chico seguía manteniendo una sonrisa con bastante temple.
Leo: — Cinco minutos son más que suficientes para que alguien te tome un foto abrazando a uno de los chicos más problemáticos de toda la escuela — dijo Leo con la vista en el teléfono.
Kari: — ¿De qué hablas Leo? — la sonrisa calmada pasó a ser una de nerviosismo.
Leo: — Mira, alguien acaba de tomar esta foto y lo subió a la página de la escuela.
Selene: — ¡¿QUE HICIERON QUÉ?! — gritó la chica y al ver la foto hizo un amago como si fuera a despabilar.
Kari: — ¡Oh vaya! ¿Por qué alguien tomaría una foto de dos tipos abrazándose?
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La Teoría del Universo: El origen de un amor
Teen Fiction[LGBT+] || COMPLETA "... y en medio de la fría y oscura nada, se escuchó una explosión; y el universo surgió. ¿Acaso el amor puede surgir de la misma manera? " Kari Igarashi es hijo de un reconocido astrónomo japonés de la era moderna. Con un histor...