CAPÍTULO II: VENUS

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En el caso de Venus, la vanidad y la coquetería son debilidades propias de este planeta. Nos vuelve dependiente de la opinión del entorno y nos obliga a hacer lo que sea para gustar, lo que provoca un narcisismo exagerado....Su efecto deja entonces de ser natural y atractivo, convirtiéndose en excesivo, pesado e incluso repelente.

Entre las memorias antiguas del joven Kari, este siempre recuerda la infinidad de veces que su padre le decía:

  "No se necesita tener un telescopio, costoso y moderno, para observar un hermoso cuerpo celeste. Lo único que se necesita son los conocimientos y la sensibilidad para saber hacia dónde debemos mirar. Y eso, no cualquiera lo puede tener".

Por supuesto, a sus doce años, eso no parecía tener ningún sentido o importancia para él. Pero ahora, en esta etapa joven de su vida, se puede decir que esa analogía comienza a tener sentido. 

Ha pasado ya una semana, desde que Kari intervino en aquella discusión con el entrenador y Jay. 

Desde entonces, nuestro protagonista ha visado la biblioteca cada día después de la escuela, para cumplir con su promesa de ayudar al chico a mejorar sus calificaciones. Sin embargo, Jay no ha asistido a ninguna de sus asesorías con Kari. Ni siquiera se le ha vuelto a ver en el campus desde aquel día. Inclusive hoy, hace una hora que Kari ha estado esperándolo y no viene. — ¡Tengo que hacer algo! ¡No permitiré que se salga con la suya! — Kari pensó.

Sorprendido por la irresponsabilidad de su pupilo, comenzó a guardar sus cosas y salió de la biblioteca. No estaba molesto, la labor de ayudar era más importante para él que esas emociones negativas. 

Recorrió todo el campus hasta llegar al campo de entrenamiento del equipo de atletismo. De inmediato, intentó buscar con la mirada a Jay, pero unos tipos lo interrumpieron con sus comentarios fuera de lugar. 

Ryan: — ¿Quién diablos invitó a este marica? — refiriéndose a Kari

Kari: — ¡Estoy buscando a Jay! ¿Lo has visto? — trató de ignorarlo

Matt: — Nadie lo ha visto. El entrenador no lo deja venir a entrenar — el chico explicó amablemente.

Kari: — Son sus amigos, ¿no saben dónde pueda estar? — insistió el joven

Ryan: — Oh, ya sé dónde puede estar. ¿Por qué mejor no vienes y lo buscas adentro de mis pantalones, marica? — el tipo se estaba acercando agresivamente hacia Kari, pero Matt lo detuvo. 

Matt: — Él no está aquí. Intenta buscarlo detrás del viejo almacén que está cerca del estacionamiento. Pero, por favor vete — respondió el sujeto. 

A decir verdad, fue difícil para Kari tratar de contenerse y mantener la sonrisa. Por alguna razón, se podía sentir que a ellos les incomodaba mucho la presencia de Kari . — El comentario de "Marica", salía sobrando. Incluso creo que soy más masculino que ellos — pensó nuestro protagonista. 

El nuevo destino de Kari, ahora, era ir hacia el viejo almacén. Él no quería que Jay se escapara, así que corrió lo más que pudo.
Si Selene y Leo lo vieran ahora, corriendo de un lado a otro en busca de un rebelde, lo estarían regañando una vez más.  ¿Podrán perdonarlo otra vez?

Al llegar a ese lugar, tal y como dijo Matt, allí se encontraba el irresponsable de Jay. Estaba fumando, sentado sobre unas cajas viejas. Como si nada, Kari se acercó a él y se sentó a su lado. Sin decir nada, el sonriente empezó a sacar sus libros para comenzar a estudiar las lecciones de hace una semana. 

La Teoría del Universo: El origen de un amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora