Diet of sex Ꞝ Sahyo

Capítulo 22.

—¿Cómo te fue ayer?—Preguntó la castaña mientras la veía, y ésta sonrió falsa.

Mina sólo hablaba de ella misma, sus logros, y cosas que realmente ni le daban tiempo de reaccionar. Sólo sonrió, viendo el suelo.

—Creo que bien.

—¿Crees? Sana, estás enamorada de Myoui Mina, debió de ser fantástica.—Sana la miró, asintiendo, y abrió su boca.

—Creo que t-

—Hola, linda.—La pelinegra más alta llegó y besó la mejilla de la otra, que hizo un gesto de asco pero al verla sonrió, saludándola.

—Hola.

Jihyo sólo la vio, vio la pinta en la mano de la otra y rió al ver cómo trató de cubrir el 'Asshole'. Un 'Huge Ass' y el 'Hole' rayado. Aguantó la risa mientras la saludaba, y volteó a ver la puerta para ver si había llegado la rubia, pero frunció su ceño cuando la vio llegar pelirroja.

Fue con ella con una sonrisa, y Sana sólo la vio furiosa, viendo el cambio en el cabello de la ex-rubia. Caminó a ella, ignorando a Mina.

—¡Te ves hermosa!—Sujetó su pelo, viéndolo asombrada, y la otra la vio.

—Lo sé, ayer me dio una crisis y dije 'Mmm, Shakira era pelirroja antes de ser rubia' y te dije que mi sueño era ser Shakira.—Vio a Sana sujetando el brazo de Jihyo hacía ella, y volteó a ver a la castaña ilusionada, pero al ver a Mina llegar y sostener la mano de la castaña, hizo un gesto de asco.

—Wow, te ves muy linda así.

Sunmi la ignoró, volteando a ver a la pelinegra.

—Ven conmigo, vi un payaso en la entrada de la escuela y creo que te caerá bien porque tienen la misma naturaleza.—Tomó la mano de la otra, jalándola y miró a Jihyo para que siguiera con el plan. Ella asintió.

—¿Ibas a decir algo antes de que llegara esa tipa?

—Sunmi es muy linda, ¿No?—Jihyo asintió, y sintió su corazón palpitar de una forma demasiado rápido, tanto que no lo creía, y sonrió. Tomó su mano mientras la veía.

—Pero tú lo eres más.—Un sonrojo en ella, su corazón latiendo casi que parecía explotar, y comenzó a ver su rostro.—Respecto, a lo de ayer, te quería decir que me gustas, Sana, me gustas mucho, demasiado, tanto que siento que mi corazón no puede soportarlo más, y te juro que-

—Espera, espera, ¿No ibas a tocar la guitarra?-Jihyo vio a la rubia con un rostro furioso, apretando su puño y apuntándola.

—¡Estaba a la mitad de mi guion, sonsa!

—Perdón pero pensé que ibas a tocar la guitarra y que iba a ser cursi, cuando comenzaste a contar que sólo sujetaste sus manos yo dije '¿Y la guitarra?'—Jihyo sólo negó mientras veía el guion escrito en las hojas, y la vio.

—Iba a decir que me gusta mucho, demasiado, tanto que siento que mi corazón no puede soportarlo más y le juro que quiero amarla y cuidarla por siempre.

—Me gusta, pero me ilusioné con la guitarra, canta lamento boliviano.—Jihyo sólo llevó sus manos a su rostro, gritando frustrada, y después la volteó a ver.—¡Hazle una pintura! Mira, aprovechando estas actividades que haré hoy, te presto un lienzo y la pintura que quieras.

Apuntó los lienzos que tenían, y la otra sonrió, asintiendo.—¿Puedo?

—En diez minutos vamos a comenzar, así que acepta porque en una hora no podrás seguir las instrucciones de esta perfecta maestra.—La otra torció los ojos, y asintió de nuevo.—Qué bien.

—Bueno, agarra tu lienzo porque te lo van a ganar.—Sunmi saludó a niños que llegaron y pidieron información, después volteó a verla.—Hazle el lienzo, la canción grábala y hazle una cena romántica como si quisieran casarse en ese momento.

Jihyo asintió, sonriendo de nuevo, y vio el lienzo.
Abrió su celular fue a su galería, y comenzó a ver todas las fotos que le había tomado a Sana de forma distraída, que estaba dormida, cocinando algo, comiendo algo. Eligió una donde estaba leyendo un libro.

Sunmi le había dado pintura y pequeñas instrucciones como pintar el fondo, juntar los colores deseados y sólo comenzó a flotar.

Ella pensaba mucho en Sana, en la mayoría del tiempo. Hacía cosas pensando en ella, y eran cosas como escribir, tocar la guitarra, dibujar, o casi todo el tiempo. Veía algo lindo, pensaba en ella, comida que se veía deliciosa, cualquier cosa.
Sana era lo que realmente quería hacerle mejorar, querer ser mejor que su familia, ser feliz.

No contó el tiempo en el que estuvo trabajando en el cuadro, pero sólo estaba pensando en su mejor al momento de hacerlo. Cuando sintió que la rubia tocó su hombro, ella se dio cuenta que estaba a minutos de terminar el cuadro.
Habló.

—Creo que me perdí mucho en el dibujo.—Vio que había comenzado a atardecer, y vio a su amiga.—Pero quedó bien, ¿No? Sólo hago esto-

—Está perfecto, me gusta mucho.—Felicitó, viéndola, y vio el cuadro.—Sólo este pequeño detalle y bum, lo lograste.—Tomó su mano, la que tenía el pincel, y le hizo dar una pincelada, terminando. Volteó a ver a Jihyo.—Ya está acabado.

Y se separó de ella antes de que volvieran a decir algo, riendo nerviosas.

—Bueno, ya acabaste, deja que se seque y si quieres fírmalo y déjale un mensaje de amor, ya acabará la primera clase.—Jihyo notó que los niños ya estaba firmando su cuadro con sus iniciales y sus padres los estaban felicitando, y tragó saliva.

Ella sólo había pasado su niñez aprendiendo a hacer pan, hacer cuentas difíciles para cobrar y regaños por no hacer las cosas bien, así que sólo bajó sus hombros, vio el suelo y suspiró. Vio el lienzo, pero sonrió al verlo al imaginar lo contenta que estaría su mejor amiga al verlo.

El sentimiento de nostalgia se fue al imaginar la sonrisa de Sana al verlo, esa sonrisa que siempre le gustaba y le alegraba los días. Y lo supo.
Lo iba a hacer.

Iba a confesarse, y estaba segura de eso. Miró el cuadro, abrió su celular para ver la letra de la canción, y suspiró.
Sólo que no ese día, ni mañana.

Tal vez estaba segura de que iba a confesarse, pero no tanto de qué día.
Porque Jihyo tenía miedo, demasiado miedo sobre cómo reaccionaría su mejor amiga ante la noticia de que llevaba enamorada de ella por mucho tiempo.

Sólo vio el cuadro de nuevo, imaginó otro guion, y había comenzado a fantasear.