Capítulo 12.

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—Lamento mucho su pérdida

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—Lamento mucho su pérdida.—Dijo Sana haciendo una mueca y la gente que estaba saludando sólo asintió, triste.

Jihyo sólo acarició la cintura de su mejor amiga, asintiéndole a sus familiares, fingiendo que sentía su tristeza. En cuanto se fueron la mayor sólo le sonrió a la menor, acariciando su cintura con gentileza.

—Tú dices, ¿De acuerdo?

—Apenas acaban de pasar quince minutos, Hyo, espera un poco.—Volteó para abrazarla, fingiendo que la estaba apoyando, y la miró.—¿Estás emocionada?

—Ah... Shiba.—El sonrojo invadió sus mejillas en cuanto sintió un abrazo cálido en ella, y se separó un poco.—Sólo te estaba avisando, es eso.—Asintió, tratando de ser 'cool para que el amor de mi vida no se dé cuenta de que un simple roce la pone nerviosa'.

Puede que Sana y Jihyo fueran mejores amigas, se abrazaban y tenían todo tipo de contacto físico, pero ahora que habían empezado a tener relaciones sexuales la mayor no quería que la menor pensara mal sobre su toque, que siempre fue cariñoso, porque tenía miedo de que por una vez por todas, se diera cuenta de lo que sentía.

Podría seguir tocándola, pero no sabría qué hacer. Sólo suspiró, y miró a su mejor amiga, recordando que era eso. Mejor amiga.

—Hyo, hay que hacerlo e irnos, el tiempo de respeto en un funeral es de una hora, decimos que me dio hambre y nos tuvimos que ir, aparte, tardamos una hora en los baños, no me gustan los funerales.

—Gente vestida de negro, con un muerto en la sala y velas, ¿Es un ritual o algo así?—Bromeó, riendo discretamente, y Sana rió ante la torpeza de su amiga. Asintiendo.

—Entonces, vamos al baño, ¿Si?— Y antes de que pudieran caminar al lugar mencionado, una voz chillona las interrumpió.

—¡Hey! ¿Dónde van?—Y Jihyo torció sus ojos al escuchar la voz de la doctora Yoo.—Es un funeral, hay que apoyar a la gente afectada.

—Tu esposa está por ahí y es una Park, ve a apoyarla.—Señaló a la otra Park, riendo falsa.

—¿Dónde van?

—Al baño, problemas de chicas.—Por fin habló Sana, haciendo a Jihyo asentir.

—No es tu periodo porque tengo tu calendario y estás en buenos días, en un mes tendrás tu periodo.—Y Jihyo llevó sus manos a su rostro, frustrada.—¿Lo harán? Es una idea loca... Hyo, ¿Recuerdas cuando reprobaste por acostarte con—

—¿No hay un lugar en el que no puedas molestar? Eso te llevara al divorcio.—Soltó la bomba, que hizo a la mayor verla molesta.

—¿De qué hablas? Nay—

—Oh, ¿Por qué crees que tía Nayeon la pasa más tiempo en mi casa que en la tuya?—Ambas voltearon a ver a la pelirroja, que sólo veía la sala para buscar a Jihyo y cuando conectaba miradas con su esposa, iba con otra persona, diciendo que lamentaba la situación.—Eres molesta, eres la peor persona que conozco.

—H—hyo, no hay que ponerte así sólo conmi—

—Dios, ¡Todos en esta familia lo son!—Su grito llamó la atención de las otras personas, y Sana frunció su ceño al notar que su mejor amiga estaba apunto de llorar.—¡Todos en esta familia, apestan, hasta tú, Jeongyeon, que ni familia es y lo único que haces es recordarme que soy un fracaso sólo por reprobar el año! ¡¿Acaso notaron mis diez en inglés, educación física y taller de redacción?! ¡No!

—Hyo, vámonos.

—¡Todos en esta familia apestan, menos la tía Nayeon!—Los señaló, pateó un bote que estaba por ahí, y se fue, dejando a Sana ahí, que se quedó viéndolos.

—Todos amamos a la tía Nayeon, y creo, que a los otros Park.—Hizo una reverencia y fue tras la mayor, encontrándola en su carro, que era así como una chatarra antigua.—¿Fue una crisis?

—Exploté.—Dijo fácilmente.—Ya no quiero pertenecer a esa familia de idiotas.

—Espera más tiempo, y ya no lo serás.—Dijo, riendo.—Dios, yo tampoco aguanto a Jeongyeon, es alguien molesta, qué le pasaba.—Acarició el hombro de su amiga, acariciándolo.

—Está bien, sube, voy a llevarte a tu casa, lamento lo que viste.

—Oye, el otro día escuché sobre un lugar privado.—Sus labios fueron humectados por su lengua, y la vio directo a los ojos.—Cerca del muelle, se pueden meter carros en la noche y no se escuchan los gemidos.

—¿Qué insinúas, pequeña?—Su mano fue a su mejilla y la comenzó a acaricias, de esa manera linda y tierna, sonrió.—Puede ser, ¿Qué hora es?

—Me recogiste a las 4, fuimos a comer por lo que tardamos una hora, no sé qué más hicimos pero ahora son las 6:30 y como es horario de invierno, anocheció.—Alzó sus hombros, viendo el reloj en su muñeca.

—Wow, tuviste todo planeado.—Abre la puerta de su carro, dándole el paso.—Antes de ir tendré que llamar a la tía Nayeon para disculparme.—Rió, ahora nerviosa.

Dio la vuelta de su carro, entró, y sacó su celular, viendo llamadas perdidas de su mamá. Las ignoró, sólo para llamar a la pelirroja.—Hey, tú.

—Hey, tú, ¿Todo bien? Cuando te fuiste grité '¡Esa es mi sobrina, hijos de puta!' y me salí, creo que las dos estamos desterradas de la familia Park.—Jihyo rió, mordiendo sus labios para no reír.—Mira, yo estoy orgullosa de ti, hiciste lo que ni yo ni tu mama pudimos hacer hace años.

—¿Qué es?

Volteó a ver a su mejor amiga, que la veía curiosa.

—Pues, gritarles, tu mamá y yo siempre fuimos como tú, ¿Sabes?—Frunció su ceño.—Tu mamá le pasó lo mismo que a ti, y a mí también.—Risita nerviosa a través de la línea.—Ella siempre se quejaba conmigo, y viceversa, logramos sacar nuestra furia con ellos entre nosotros, hasta que yo encontré a alguien fuera de la familia que me escuchara, Jeong, pero tu mamá sólo encontró a ese tonto que tiene por esposo, con todo el respeto a tu padre.

—Lo siento mucho.—Se disculpó, por fin, y sonrió, aunque la persona tras la línea no la viera.—Creo que realmente exploté por todo eso.

—Y te viste como una rockstar que fue acusada de beber alcohol en su set y se fue de la grabación, aunque espero que nunca hagas eso.—Jihyo asintió.—Te acabo de sacar una cita con una amiga, cariño, ¿Si?

—Gracias, tía, y dile a mamá que hoy no iré a casa.—Y se despidió después de escuchar un 'cuídate'. Miró a Sana, le sonrió, y dijo.—Vamos a ese muelle.

—Vamos a ese muelle

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Diet of sex Ꞝ SahyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora