Diet of sex Ꞝ Sahyo

Capítulo 26.

Mina apartó su mano mientras veía a la mayor y comenzaba a retroceder, tragando saliva nerviosa.

—No hay que ponernos violentas.

—De repente siento ganas de ejercer violencia contra Myoui Mina.—Sunmi sólo comienza a tronar sus dedos de forma agresiva, pero Sana se interpone entre ellas tres.

—No empiecen a pelear, Jihyo-

—¿Vas a dejar que te vuelva a humillar? ¿Cuántas veces vas a dejarte, Sana?—Y la mencionada sólo frunció el ceño, pero dejó de fruncirlo al ver su muñeca rojiza que había comenzado a hacerse levemente morado. La miró.—Si tú no estás harta, yo si lo estoy.

—¿Pero por qué vas a golpearme contra el suelo sólo por eso?

—¿Sólo por eso? ¡Literalmente le hiciste un moretón a Sana jalándola!—Jihyo volvió a empujarla mientras se acercaba a sostener su camisa, acercándola a ella.—Llevo meses queriéndote golpear...

—¡Hazlo!

—¡Sunmi!—La rubia quiso hacer que Sana fuera a su lado, pero un leve empuje de las que estaban peleando hizo que fuera con ellas.—Dejen de pelear, por favor, sólo podemos ir a discutir eso con algún directo-

—Pégame, ¿No que no muy valiente?—La coreana negó mientras volvía a empujarla. No escuchó los gritos de fondo por la furia, no escuchó ni la queja de Sunmi porque quiso golpearle con el puño cerrado pero en cuanto se dieron cuenta, un golpe seco sonó.

Una llanta derrapar, un portón y cuando vio, su mejor amiga estaba en el suelo, y sangre había comenzado a brotar de algún lado de su cuerpo.

***

—Nada de esto hubiera pasado si tú hubieras aceptado que Sana hubiera terminado la relación.

—¡Nada de esto hubiera pasado si tú no hubieras sido una salvaje que me hubiera empujado!—La rubia sólo juntó sus manos y las posó en su cara, pensando.

Las tres estaban sentadas fuera la dirección mientras sentía que dos personas a su lado iban a golpearse de nuevo, pero estaba a segundos de lanzarse a ellas y golpearlas ella misma. Volteó a verlas.

—Las dos tienen la culpa y Sana por enamorarse de ustedes.

—¿Ya de ti? Vaya, hasta que lo lograste.—Jihyo frunció su ceño mientras la veía y se paraba frente a ella.

—¿Sabias? ¿Sabias que me gustaba Sana y tú sólo lo hiciste para humillarnos?—La castaña sólo rió mientras quitaba la mano de la mayor de un manotazo. Sunmi las miró fijamente.

—Sí, pero, no las humillé.

—Hiciste que Sana se volviera insegura de su cuerpo, te aseguraste de besarle frente a mi sabiendo que me gustaba...

—Ella fue la que se me acercó a mi y hacia esas cosas, Jihyo, ella me buscó en todas las ocasiones, yo sólo le hice caso.—Un golpe y en cuanto la castaña sintió el ardor en su mejilla ella misma se levantó y la golpeó, la empujó.

Jihyo devolvió el golpe pero volvió a sentir otro y cuando se dio cuenta, la rubia también golpeó a la castaña más bajita.

—Son unas idiotas, están furiosas y nerviosas por lo que acaba de pasar, pero necesito que ahora que vamos a dar la declaración de lo qué pasó no quiero que digan 'pasó esto por Mina, pasó esto por Jihyo" porque lo único que harán es que una vaya detenida por intento de homicidio en tercer grado...

—Ojalá pudiera culpar a esta idiota.

—Ambas son las culpables.—Ambas volvieron a sentarse y Jihyo sólo llevó sus manos a su rostro, y suspiró.

—Cierto...—Y Sunmi sólo abrazó a Jihyo.

—Si vamos a culpar a alguien será al conductor.—Ambas la voltearon a ver, y la castaña bajita habló.

—Es otro delito... ¿Mentir? Sunmi, linda, nos vamos a joder, admitamos la culpa...

—Vamos a decir que fue el conductor, Mina, linda, tenemos que decir que fue el conductor para no salir ninguna de nosotras dañada, ¿Tú quieres que algunas de las 3 esté en una correccional? Yo no, yo quiero salvar mi propio pellejo, vamos a decir que fue el conductor, Sana cruzó la calle normal, pero que el conductor venía acelerando, ninguna pudo detenerla, eso es lo que vamos a decir, ¿Está claro?

—Sana estaba caminando, nosotras en la entrada y Jihyo y yo discutiendo como siempre, tú estabas llegando y ninguna pudo detener a Sana, ¿Decimos eso las tres?

—Dije algo, ¿Está claro?—Y Jihyo asintió, realmente no poniendo atención.

***

—Y el director sólo necesita tu confesión para determinar si culpar al conductor.—Sana intentó asentir pero el collarín se lo impidió, y se quejó, haciendo que la mayor se parara de su asiento a su lado y se acercara para pedir que no se moviera de forma atenta.

La menor hizo un piquito con sus labios, y Jihyo se le acercó, dejando un corto beso. Ambas rieron.

—¿En realidad hicieron eso?

—No fue lo moralmente bueno, pero, hicimos lo que hicimos.

—Será el nuevo ejemplo de los libros de ética, tus supuestos amigos te empujan a un coche, ¿Mientes con ellos para salvarte el pellejo o que los metan a la cárcel? Elijo mentir, gracias.—Ríen, y entrelazaron sus manos, viéndose.

—Lamento haberme puesto de esa forma, fui yo la culpable de eso.—Volteó a verla y Sana con su voz ronca habló.

—Gracias por aceptarlo.—La castaña entrelazó sus manos con más fuerza.—Pero ya pediste disculpas, y no fue nada grave, amor.

—Sana, dos costillas, brazo roto, tu cuello.—La pelinegra sólo hizo una mueca, y suspiró.

—¿Sabes? Siempre quise que un carro me atropellara, ya sé lo que se siente.—Bromeó, pero Jihyo sólo la vio con dureza, haciéndole saber que su broma no había sido la correcta.

Así que Sana sólo volvió a hacer un piquito, siendo besada al instante por la mayor que sólo rió sonora para levantarse y depositar un beso en ellos. Suspiró.

—Entonces, ¿Qué tenía que decir?

—Que estabas caminando y de la nada el carro te golpeó, sólo eso.—Y asintió.

—¿Y Sunmi?

—Oh, no vino, seria lo mejor... ella, ella dijo que quería sedar al director y al profesor de orientación para cambiar las declaraciones... ya tenía una jeringa lista y me pidió el sedante, me asusté, y, no quiero que entre al hospital y a la enfermería.

—Realmente quiere sedar a alguien...

Y Jihyo rió, negando, pero dejó de carcajear al momento de recordar que realmente lo había dicho.