02. dragons blood

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❝ SANGRE DE DRAGONES❞

❝ SANGRE DE DRAGONES❞

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124 d. C 










—La encontré esta mañana. —los ojos de Rhaella se abrieron poco a poco al escuchar una voz irreconocible, se sujeto la cabeza y se incorporó un poco mejor sobre la cama de sabanas de seda blanca con cuidado. —Estaba en el patio, parecía estar desorientada y la traje dentro, su majestad. Me pareció lo más prudente en ese instante.

—Hiciste bien, Rhegan.

 El cuerpo de Rhaella se quedo inmóvil. 

En algún lugar de la fortaleza de Desembarco del Rey, tal vez en lo más alto de alguna de sus torres, su cuerpo estaba cubierto por una manta blanca que dejaba ver los pequeños destellos rojos sobresalientes de los costados de sus cuellos. Aún así, eso no fue lo que la asusto. Más bien la figura del hombre en frente suya, ese distinguible por el violeta de sus pupilas y los mechones plateados cayendo cómo el agua de una cascada por su rostro. 

No estaba asustada, tampoco tenía miedo. Su boca tampoco podía gesticular las palabras, sus manos casi se aferraban cómo puños sobre esa cama y sus ojos viajaban hacía los dos hombres, uno más joven que el otro. Supuso que el pelirrojo a su izquierda, el hombre que la había socorrido en el interior del patio, era al que el más viejo y regordete llamo Rhegan, parecido al nombre de su difunto hermano. Rhaegar. Pero este no era un Targaryen, al menos no a vista propia...Tal vez, solo su sangre fuera la del dragón y las llamas. 

El hombre más mayor, con curiosidad, se agachó con la respiración agitada y suspiro cuando al fin consiguió sentarse sobre una de las sillas de madera a unos pasos de Rhae. Dejo escapar una sonrisa a través de la barba, pero Rhegan ni si quiera le correspondió. 

—Dime, muchacha. ¿Cuál es tu nombre? —dijo. Miro a Rhaella, que bajo los ojos y se escondió. —¿Sabes dónde estas? ¿Eres muda? ¿Te han cortado la lengua? Tal vez...Uno de mis guardias. 

—Ya se lo he dicho mil veces, su majestad; la encontré esta mañana en el patio. —dijo el pelirrojo, Rhegan, gesticulando con cierto desinterés hacia el Targaryen con sus manos. —No creo que nadie más que Ser Harwin y yo la hayan visto. Apareció, sin más.

—Y no es capaz de hablar.

—Porque es nuestra invitada, padre. 

Rhaella creía haberlo visto todo durante la guerra de Poniente, pero el destino y la sangre son más fuerte que cualquier otra magia de los Dioses. Sus ojos casi no podían describir lo que veían cuando la silueta de una mujer, vestida de arriba hasta abajo de un color rojo puro, se paseo en el interior de la abrumadora habitación y se dejaba abrir paso entre la silueta de aquellos dos hombres que la habían interrogado por más de cinco minutos. 

Era ella...Era su hermana. En otro tiempo, en otra vida, antes que la locura la consumiera. Y Rhae estaba segura de lo que sus ojos veían. La viva imagen de su hermana y los recuerdos cesaron en su mente.

Había encontrado a Jon Snow con las manos cubiertas de sangre.

Daenerys de la tormenta, primera de su nombre y única vástiga viva del viejo rey loco yacía en el frío suelo cubierto de cenizas sin vida, entre los brazos de un usurpador. Rhae no le preguntó nada esa noche, tampoco dejo que se acercará y entendió la decisión. Simplemente se escondió detrás de la mirada de aquellos que también deseaban verla muerta, de aquellos que no podían soportar la sangre del dragón y radiaban odio hacía su casa, siendo ella la única miembro bastarda restante de entre sus hermanos de sangre pura. Ese día la dio igual tener que morir. No la quedaba nada, nada por lo que luchar. Y por ello, estaba ahí. En frente de alguien que podía ser su bisabuelo. Cara a cara con alguien de su sangre...Vivo. 

La mujer radiaba la belleza Targaryen: de melena plateada hasta sus hombros, trenzada a cada costado de sus orejas, pupilas violetas y el símbolo del dragón sobre el costado derecho de su pecho, cerca de otra insignia que sus ojos no dejaron ver. 

—Viene de muy lejos, padre. —replicó. —Es una Issaros. —se refirió en la antigua lengua materna de los Targaryen, el alto Valyrio. Rhaella no sabía mucho sobre ella. Daenerys se había preocupado de mostrarla lo básico durante los primeros años, pero con el tiempo se disolvió sobre la punta de su lengua y dejo cesar cómo el agua. Olvidada por años, solo usada por aquellos con un apellido digno. —Es una vieja amiga. La dije que las puertas de esta casa serían cómo las suyas. 

—¿Y acaso es muda? No se ha pronunciado. 

Su mirada vago hacía la de Rhaella, la causó un escalofrío y después observó cómo asentía.

—Así es padre, no habla. Perdió la lengua en la batalla de las altas mareas. —explicó. —Desde entonces ha vagado por todo Poniente cómo lo que es...Una forastera. 

—Las amistades de mis familiares siempre son bienvenidas en este hogar...

—Llámala por lo que es, su majestad. —interrumpió esta vez el otro hombre. —Issaros. 

Issaros. —el viejo regordete se levantó, suspirando y apoyando las manos sobre sus rodillas. Después, se acercó a quién suponía Rhaella que era su hija y besó dócilmente, casi con dificultad, la coronilla de su frente. —Dejo que converses tranquilamente con...Tu amiga. Debe de haber tenido un viaje extenso, iré a ver a Aegon. Rhegan.

La puerta consiguió cerrarse con el sonido de los zapatos del viejo hombre chirriando en brazos del pelirrojo, casi no podía andar y se le notaba bastante enfermo. Seguramente sus días estuvieran contados con la palma de su mano. 

Fue un alivio para su hija que se marchará.

Rhaella se atrevió a poder mirarla, detallar las fracciones de su piel de porcelana con mayor claridad y su boca se abrió en una o, no podía creer lo que sus ojos observaban. Tanto fue su impresión que su cuerpo se congeló, los pequeños pelos de sus brazos se estiraron y tuvo que contenerse sobre su cama para no llamarla "hermana."

—No pensé que tu llegará fuera tan pronto. — habló la mujer. —Bienvenida, Rhaella Targaryen. Llevo esperando tu llegada más de un milenio.

—¿Quién eres? 

Ella carcajeó, dejo ver una pequeña sonrisa y alzó su rostro para responder; 

—Dahera Targaryen, primera de mi nombre y heredera al trono de hierro. 

Su cuerpo se paralizó y entonces recordó.

"La danza de dragones." 



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⏰ Última actualización: Sep 16 ⏰

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THE LAST QUEEN ─── hotd.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora