° Nadie incluyéndolo a el sabe que le paso con su cuerpo, se notaba y se sentía diferente, hasta que se miro en el espejo, pero de la nada aparece un joven que llevaba un bolsa en la cabeza el cual parecía alto pero si estuviera en su forma humana e...
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Se levanto de golpe pensando que se le había pasado la hora pero no, se despertó a tiempo ya que a lo lejos ve tierra firme, un pueblo bastante hermoso con casa altas y el piso era de piedra que estaba cubierto por un musgo verde, las calles eran largas pero anchas a la vez. Llego a tierra firme junto al gnomo que se levanto al sentir un ligero movimiento de la puerta que usaban con valsa.
- ¿Te levante? Lo lamento - dijo Mono al ver al gnomo ya despierto pero este solo levanto los brazos esperando algo, el chico de bolsa se acerco para ver que quería y gnomo se abalanzo formado aquello que la gente llama "abrazo", Mono correspondió.
Hace mucho tiempo que no recibe un abrazo, la ultima vez que recibió uno fue cuando... Oh, ya llegaron a tierra firme. Llegaron a lo que llaman "un puerto" donde vienen los barcos para recoger gente y luego irse, según el panfleto que le dio el gnomo lo van recoger dentro de poco además de que ve gente haciendo fila esperando para irse. No iba a negar que tenia algo de miedo pero le daba algo de nervios.
- Sera mejor que busquemos un escondite antes que nos vean, luego nos adentramos cuidadosamente - dijo mirando a la pequeña criatura que parecía cansada - ¿Quieres que te cargue? - pregunto, el gnomo comenzó a dar saltitos de alegría.
Mono sonrió bajo la bolsa para luego alzarlo y lo puso en su hombro para que el camino no sea tan cansador para la criatura. Esperaron en la orilla en la cálida arena que el tiempo llegase para irse, aun no estaba de todo convencido de ir a las Fauces no sabe porque pero no le da buena espina.
- María María María María, estas palabras son para ti, no te molestes Oh María María María ¿Por qué estas luchando? Ya eres hermosa - cantaba casi en murmuro esa suaves palabras.
Una vez fue a la casa del cazador en busca de una vela pero de la nada escucho esa canción en la televisión del hombre quien cambio rápidamente de canal, al aparecer no le gustaba mucho ese tipo de canción pero a Mono si quien solo se sabe esa parte.
De repente sintió como le jalaban de la manga de su gabardina, miro al gnomo quien lo estaba llamando, el pequeño ser señalo donde debería estar su boca para luego señalar a Mono.
- Oh! ¿Te gusta la canción? - pregunto Mono mirando al gnomo que solo asintió repetidas veces y entonces volvió a señalar el lugar donde debería estar la boca para volver a señalar a Mono en busca de que vuelva a cantar una vez más.
- No me se más canciones - dijo algo avergonzado al ver que le pedían escuchar su voz, cuando estaba en el bosque tarareaba una que otra canción inventada.
Pero aquel gnomo seguía insistiendo, al parecer hace mucho que no escucha la voz de alguien humano. Pero Mono a lo lejos logro ver como la marea traía con el dos cintas de un color morado casi purpura y sin pensarlo fue por ellos, el gnomo fue tras el.