One-shot ♡Gustacio♡

Primer beso

Aquel niño de cabellos castaños y ojos de hermosos bicolores miraba atentamente al niño rubio que observaba aquel cielo azul que estaba sobre su cabeza.

Estas últimas semanas habían surgido varias dudas en su mente, y no sabía exactamente como expresarlas, pues el intentar expresar las cosas jamás fue su fuerte, era muy imprudente y directo, bueno, eso según Gustabo.

- Gustabo - Titubeó.

El rubio dirigió su mirada a su compañero de vida.

-Dime Horacio-

Aquel nombrado se tensó, sus mejillas se tornaron de un claro color carmesí que resaltaba con su piel, a pesar de que esta era morena.

-Y-yo quería saber... ¿Sabes por qué hay personas que se dan besos en la boca?-

Al rubio, esa pregunta lo tomó por sorpresa, una pregunta muy aleatoria, a su parecer, ¿De dónde venía esa repentina curiosidad de su amigo?.

Pues eso tenia una facil respuesta, aquel pequeño curioso, mientras caminaba por las calles de un parque, había visto a varias personas chocar sus labios con otros, en aquello que había escuchado llamar beso.

Sabía que muchas personas lo hacían, pero jamás entendió el por qué de aquella acción, ¿Acaso había una explicación que el no entendia?.

- Eh... tengo entendido que las personas que se quieren mucho lo hacen - Respondió sin pensárselo mucho.

- ¿Y para qué?- Cuestionó Horacio, ladeando un poco su cabeza.

- ... No lo se-

El de ojos azules tampoco entendía mucho de aquel tema, jamás había besado a alguien, y lo poco que sabía del tema era aquello que le dijo a su amigo, tampoco se había preocupado en enterarse de eso, pues nunca lo vio necesario, después de todo solo tenía 11 años.

-Entonces... ¿Yo te puedo besar?- Preguntó con inocencia el menor.

-¿Por qué lo harías?- Cuestionó confuso a lo que le pedía Horacio.

-Dijiste que las personas que se quieren mucho lo hacían, y yo te quiero mucho - Dijo mirando a los ojos al mayor con una tierna sonrisa - Acaso tu no me quieres- Pronunció mientras su mirada cambiaba a una apagada, sin su brillito natural, e inflaba sus cachetes en reproche a lo que podía contestar el contrario.

Acaso su amigo no lo quería lo suficiente como para darle un beso, tal vez no lo queria y era un estorbo para el rubio.

El mayor se alertó al ver el cambio de humor de Horacio, aunque le costara aceptarlo en voz alta, él siempre queria verlo feliz y con el brillo que lo representaba, pues le disgustaba ver al menor triste o llorando.

Se acercó más al de cabellos castaños y, entre sus manos tomó las suaves mejillas del más pequeño.

- Si te quiero Horacio, por eso te cuido y te protejo- Dijo con suavidad en sus palabras.

- Entonces puedo darte un beso - Habló timido mientras miraba el suelo.

-Esta bien, si eso te hace feliz, puedes darme un beso-

El menor sonrió ampliamente, y sin esperar un segundo más unió sus labios a los del mayor, simplemente ejerciendo friccion entre ambos, mientras el rubio cerra sus ojos y el de bicolores pasaba sus brazos por el cuello del mayor, sientiendo ese pequeño calorcito que los invadía, mientras disfrutaban de aquella nueva sensación que habían desbloqueado.

Al paso de unos segundos se separaron, el menor con una sonrisa y el de ojos azules simplemente mirando al pequeño con un leve sonrojo inexplicable.

-Despues de todo, no fue gran cosa - Confesó el castaño de bicolores mientras se encogía de hombros.

Ambos quedaron en un silencio cómodo, en el cual solo compartian miradas.

- ¿Puedo besarte de nuevo?- Preguntó el rubio.

El menor sonrió en afirmación, después de todo, para ambos esa nueva sensación solo demostraba lo unidos que eran, y lo mucho que se querían.

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