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Draco nunca se presentó a cenar ayer. Lo esperé pero nunca vino. Extraño. Dijo que lo haría, pero no lo hizo.

Cuando llegué a nuestro dormitorio, él tampoco estaba allí.

Esta mañana me desperté con él a mi lado. Me tenía envuelta en sus brazos, mi cuerpo contra su pecho. Parecía exhausto. Dormí con él y me quedé dormido una vez más.

Solo para despertar, de nuevo, sin él.

Cuando llegué al gran salón para desayunar, él tampoco estaba allí. Les había preguntado a los demás dónde estaba, pero dijeron que había estado allí durante cinco minutos y luego se fue.

Decidí ignorarlo y simplemente lo sacudí. Al parecer, tenía cosas más importantes que hacer.

"¿Por qué? ¿Por qué diablos tengo que tomar pociones este año?" Se quejó Blaise mientras nos dirigíamos a las pociones. "No necesito la escuela, soy lo suficientemente rico como para saltarme".

"Pociones es divertido", dije y tomé su mano, arrastrándolo conmigo "ahora apúrate antes de que lleguemos tarde - Daphne, Theo y Pansy probablemente ya estén allí y lo mismo va para Crabbe y Goyle"

Caminar a clase hoy fue más emocionante de lo que pensé que sería. Después de pasar todo el verano con Draco, casi. Y al estar con mi familia y amigos, estaba emocionada de estar de regreso aquí en Hogwarts.

Entramos al aula y ahí estaba.

Estaba de pie con su túnica de slytherin. Su cabello rubio arreglado pero aún desordenado. Su piel pálida. Y parecía cansado.

En el momento en que puse mi pie en la habitación, me miró. Pero sin sonrisa, sin saludo, sin expresión en su rostro. Solo ojos vacíos.

Sonreí y me dirigí hacia él. Aunque no recibí nada a cambio.

"Hola" dije, pero él no respondió nada. Él simplemente asintió con la cabeza. "Draco, te esperé ayer. ¿No apareciste a cenar ni volviste a nuestro dormitorio?"

"Estaba ocupado, debí haber olvidado la hora" respondió simplemente, sin molestarse en mirarme.

"¿Okey?" Dije, pero él todavía no me miró, ni siquiera me dio una mirada.

Tenemos un nuevo profesor de pociones. Al parecer, su nombre es Horace Slughorn. Nombre raro. Un anciano con una vieja voz temblorosa.

Comenzó a hablar de información y preparativos; estaba en medio de una oración cuando el niño que vivía y el niño zanahoria irrumpió en el aula.

"Ah... Harry, muchacho, estaba empezando a preocuparme y ya veo que trajiste a alguien", exclamó el profesor Slughorn.

Harry Potter, un maldito idiota. Y ... chico zanahoria cuyo nombre no sé.

"Ron Weasley, señor" dijo el chico zanahoria. Ese era su nombre. Lindo. "Pero soy horrible con las pociones, una amenaza en realidad ... así que probablemente solo voy a ..." estaba en camino de darse la vuelta y salir de la habitación, pero Potter lo detuvo.

"Tonterías, te clasificaremos, cualquier amigo de Harry, es un amigo mío" Slughorn se dio la vuelta y miró a la clase una vez más. Todos parecían aburridos y cansados. "Saquen los libros".

"Um... lo siento señor, pero todavía no he recibido mi libro y tampoco Ron." Harry tartamudeó.

Slughorn les dijo que fueran a buscar libros del armario y lo hicieron. Luego continuó la clase:

"Como estaba diciendo, preparé algunos brebajes esta mañana, ¿alguna idea de lo que podrían ser?"

Me aburría.

LUST | Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora