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"¿Draco?" Miré al chico que estaba junto al fregadero, absolutamente destrozado. Él estaba llorando. Tenía lágrimas corriendo por su rostro, su cabello caía desordenadamente por su frente y estaba entrando en pánico.

"Draco, ¿qué pasa?" Respiré hondo, antes de dar un paso más cerca de él.

Se dio la vuelta, la palidez se extendió por todo su rostro. No tenía color, sus ojos estaban más grises que antes y estaba temblando.

"Fuera", espetó, ignorando mis llamadas. Estuve a punto de volver a abrir la boca para preguntarle qué estaba pasando. Lo que está sucediendo. Pero fue más rápido; "¡Belle, lárgate de aquí!"

De vuelta al punto de partida.

"No." Di otro paso adelante, cada paso me acercaba a donde él estaba. "¿Realmente vamos a tener esta pelea de nuevo?"

Algo estaba mal. Pero no me lo dijo.

"No des otro puto paso más cerca", advirtió con los dientes apretados, estaba temblando de rabia. Abrí la boca para hablar, pero él fue más rápido "¡Cállate la boca! ¡Déjame en paz! ¡Solo joder...!"

No, no me iba a ir. Era obvio que necesitaba a alguien. Que tenía algo en el hombro, un peso del que necesitaba deshacerse.

Había estado bien esta mañana, ¿pero ahora?

Sé que había estado distante. No era tan encantador como el año pasado. Draco me ignoraba cada vez que tenía la oportunidad. Pero eso había mejorado, había estado pasando más tiempo conmigo, pero ahora se estaba comportando de manera extraña.

"¡Háblame! ¡Deja de alejarme, estoy harto de eso!" otro paso más cerca y estaba retrocediendo contra el fregadero. Era como si estuviera evitando cualquier contacto. "Basta Draco, dime qué pasa y te ayudaré."

Su rostro se suavizó por una fracción de segundo, pero su escudo se levantó de nuevo. "¡Vete a la mierda. No quiero verte!"

"¡Draco, deja de actuar así!" Ahora estaba frente a él, a centímetros de tocarlo. "No vuelvas a hacer esto. No actúes así. Estabas bien esta mañana, ¿qué pasó? Sé que tienes secretos, y te guste o no, estamos casados ​​y si voy a gastar el resto de mi vida contigo, ¡tendrás que abrirte! ¡Háblame por el amor de Dios! "

Me encontré con sus ojos, como si dudara. Estaba luchando contra algo. No quería abrirse. Estaba conteniendo las lágrimas. No quería llorar frente a mí. No quería que viera la parte emocional de él.

"Draco - solo háblame. ¿Por qué no puedes simplemente abrirte? Te amo y - y no va a pasar nada. ¿Así que por favor?"

Él no cambió.

"Es mi decisión. Elijo no hablar contigo porque no entenderás una mierda. ¡Eres como todos los demás!" Escupió Draco.

Se apartó del fregadero. Dando un paso adelante, mirándome. Haciendo nuestras caras a centímetros de tocarlas. Yo no me moví.

"¡No soy como todos los demás—!"

"Sí, lo eres", se rió. "Eres exactamente como todos los demás. Solo eres una pequeña niña patética que no entiende una mierda. No me conoces y ciertamente no puedes ayudarme".

¿De qué está hablando? ¿Qué está tratando de hacer?

"¿No te conozco?" Lo miré a los ojos, buscando una respuesta. "Joder, te conocía. Pero has cambiado..."

Las palabras que dije a continuación fueron algo que nunca podría imaginarme diciendo.

Su miedo.

LUST | Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora