Media hada(Black Clover) (OCxYuno)

☄️Dilara y la Reina de las brujas🕸️

--Lo siento muchísimo...la mágia de tinieblas ha inutilizado los nervios ópticos,la retina,la cornea y el iris también están lesionados.--. Lisandro hace de sus manos puños arrugando su pantalón blancos. Su pecho se eleva y desciende en respiraciones ondas ,demasiado tranquilas y controladas. Su mirada pérdida en la pared tras ella, esta casi cubierta por el cabello marrón liso.

Gelga presiona las manos contra el centro de su pecho.Su corazón está latiendo, un simple órgano cumpliendo su función. Entonces...¿por qué podía sentir como si lo hubieran pinchado?

--Pero...pudo curar a Nilsa y Liliana--cuestionó en un susurro la bruja.

Las líneas irregulares marcando la frente del Doctor Owen se profundizan. Se quita los lentes rectos en un acto espontáneo y los deja sobre la mesa. Descansa los codos contra la superficie del mueble dejando caer su peso. Gelga casi agradece, que Lisandro no sea capaz ver la seria tristeza en el rostro del mejor médico de todo el reino.

El doctor Owen refleja impotencia.

--Sí solo fueran las secuelas de la mágia de Tyche, podría hacer más. Pero, me temo qué, como Asta de los Toros negros, es muy probable que tengas una maldición-.

Lisandro asiente una sola vez. Tiene la mandíbula tensa y el resto de sus facciones pétreas. Toda su angustia escapa en su mirada descolorida casi blanca. Inhalá profundamente hasta que no puede absorver más aire. Enredeza la espalda y se pone de pie con firmeza.

---Pues ...que remedio. ¿Qué le vamos a hacer?--se encogió de hombros. El doctor Owen y Gelga se pasman. Incrédulos de que Lisandro fuese capaz de un tono tan desenfadado en esas circunstancias.

"No te atrevas a sonreír...idiota" pensó para sus adentros Gelga con un nudo de espinas alrededor de su garganta.

Lisandro sonrió con ligereza.-- ¡Vamonos, bruja! --habló, con estusiasmo obligado, giró sobre sus talones, alcanzó a dar cinco zancadas seguras y presipitadas antes de darse de narices contra una de las paredes. Gelga lo asió del brazo izquierdo.

"Él ...está devastado"

--Perdonáme...--articuló con la voz más suave que alguna vez haya usado.-- Perdiste tu vista por ayudarme...Sí no hubiera sido insensata...

--¿Estás preocupada por mí? ¡Qué linda! -- La burla es fluida, pero él se escucha plano. Le falta la malicia amistosa y usual -- Somos caballeros mágicos, si no salimos heridos o mal parados al menos una vez, no estaríamos haciendo nuestro trabajo. Deja de culparte.-- resongó un segundo después con un borde osco.

Sin pedirle permiso, Lisandro le rodeó los hombros con el brazo.-- Mejor compénsame, a partir de ahora en adelante serás mi sirvienta. Así me pagáras por salvar tú vida.

Gelga lo empujó de una sola vez enardecida.- ¡Seras idiota!

...

-- Mereoleona-sama les esta estripando.-- canturreó Liliana desde el mueble largo.

Nilsa baja el libro,se fascina al enfocar el incendio enloquecido al otro lado del ventanal. Las candentes llamas rojas y amarillas con trazos narajas, la clase de fuego que le atribuyes al sol no dejan nada de humo;lamen y encienden por doquier. Leopold y Damian tratan de soportar su intensidad empleando sus nuevas habilidades. Las cenizas y el borrar de la destrucción en la mágia del pelinegro resultan de mucha ayuda. No obstante, las llamas serenas de Leopold están progresando al punto de equipararse con el fuego de su hermana.

Y el fuego de Mereoleona es salvaje y contundente.

Se ordena ignorar el fuego mágico.

"Buena suerte Leo, ahora es tú turno de sufrir" pensó con humor.