Media hada(Black Clover) (OCxYuno)

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-- ¡Ya dejen de quejarse! Nadie les dijo que se volvieran bandidos-- exclamó desganada con los dedos zurdos trazando la figura de su diadema. Los seis hombres siguieron con su parloteo, acusándose los unos a los otros por haber sido atrapados por una niñita;Nilsa refuerza las cadenas de oscuridad, los mercenarios al instante estallan en protestas por la presión. Entrecierra los ojos ante el esplendor del sol.

Sentía las gotas de sudor acumularse tras su nuca. Una fatiga extraña afloja sus extremidades de repente y la adormece. Acorta la longitud de las zancadas y aminora el ritmo, preocupada de tartalearse.

Echa un vistazo por detrás del hombro, el hechizo permanece estable y segue confinandolos, restrigiéndo el maná que pudiesen usar para intentar huir.

"¿Qué me pasa? Yo...dormí bien ayer"

Se detiene, con esa cadencia no iría muy lejos. Necesitaba descansar, pero, no sería capaz de hacerlo con esos traficantes alborotados a su espalda.--Mágia de Infinidad: Bestias de oscuridad-- La oscuridad nace como un fondo denso de color negro con un borde purpura. Se alarga,estira y divide tomando volumen y densidad. Lo primero en definirse fueron las orejas y luego el hocico,seguidos del cuerpo,las patas y la cola.

Cuatro de los diez lobos agarran con los dientes las cadenas echas de la misma mágia, el resto de la manada rodea la carreta. Uno de los lobos alza la nariz olfateando el aire, un segundo después aulla . Las bestias de oscuridaad tiran de las cadenas e inican su partida llevándose a los hombres.

Mantiene sus ojos sobre ellos hasta que las colinas encubren el tramo. Inhala temblorosa, da un paso en falso; su mano entra en contacto y se resbala por la corteza del árbol adyacente. El mareo distorsiona sus ideas, vuelca la tierra contra el cielo, su corazón se para. Una corriente eléctrica quema sus nervios. La luz gobierna sobre sus ojos pintando todo de blanco.

...

"¿Do.donde?" apoya su peso en los brazos y de un solo movimiento se irgue. Inmediatamente un sordo malestar la hace quejarse. Parpadea, mantiene una mano contra la superficie lisa y suave en la que yace mientras usa la otra para masajearse la frente. La visión se le adapta a la claridad, y puede por fin distinguir el espacio en el que se encuentra. Una habitación.

Frunce el entrecejo, confundida, más de lo que estuvo hacia unos segundos. Desliza las piernas fuera de la cama teniendo cuidado de no ser brusca. Le llama la atención la carencia de objetos personales. Ningún emblema o fotografia. Era muy impersonal. Por lo que, o bien no le pertenecía a nadie, o era una habitación para invitados.

Dejar caer los ojos sobre la chimenea sin enceder a unos cinco metros, esculpida y apenas sobresaliente de la pared a la derecha. Las piedras que la componen son de un tono casi blanco en contraste con los muros grises. Un cuadro enmarcado reposa por encima, con un paisaje que no reconoce. Observa con descuido el escritorio, el estante con libros y los muebles de un intenso color verde ubicados a la izquierda; a pocos metros de una puerta de madera oscura con piedras preciosas.

Trata de recordar,que tan lejos estaba de la población más cercana, antes de desmayarse. Sí sus conocimientos son acertados, estuvo al menos a Díez kilómetros de la base fronteriza más cercana y a unos veinte de Rakka. Así que ¿Dónde estaba?

Nilsa respinga "Viene alguien... éste maná"

No cambia su semblante, espera con los brazos cruzados contra el pecho, a que la puerta sea abierta. Apenas atisba las primeras hebras rubias de Aaron cuando arroja las palabras.

--¿Por qué estoy en el Reino de Diamante?-- imputa enojada recibiendo al principe. Aaron reparó solo un segundo en su presencia antes de sonreir de lado y dejar que Ladros y Mars entraran.